Los métodos estándar eliminan al coronavirus de las habitaciones de los hospitales, reduciendo las tasas de transmisión
- netmd
- 11 de marzo de 2020
- Medicina General e Interna
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LUNES, 9 de marzo de 2020 (HealthDay News) — Lávese las manos. No se toque la cara. No toque el pomo de la puerta. Cierre el inodoro antes de jalar la cadena.
El COVID-19 ha inspirado una montaña de consejos sobre cómo protegerse de la infección con el coronavirus, y ahora tres estudios de pacientes infectados ofrecen unas noticias muy alentadoras sobre lo que sí funciona.
Primero las malas noticias: las personas infectadas con el nuevo coronavirus parecen desprenderlo por todas partes.
El virus se encontró por todas partes en las habitaciones de los hospitales de tres pacientes con COVID-19 en Singapur, mostró un informe que se publicó en línea el 4 de marzo de la revista Journal of the American Medical Association.
El virus se encontró en una variedad de superficies, incluyendo las barandillas de las camas, los pomos de las puertas, las sillas, los interruptores de las luces, las ventanas, los lavamanos, los estetoscopios, los ventiladores y los inodoros, según un equipo dirigido por Sean Wei Xiang Ong, del Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas de Singapur.
La buena noticia es que todas esas superficies al final quedaron libres de virus tras la limpieza de rutina con un desinfectante clorado de uso común, lo que sugiere que el coronavirus no es más resistente que la gripe o los norovirus, comentó el Dr. Greg Poland, director del Grupo de Investigación en Vacunas de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota.
“Lo que este estudio sugiere es lo que sabemos a partir de otros estudios y por sentido común”, aseguró Poland. “Cuando esas superficies se limpian, son seguras. Cuando no se limpian, no son seguras”.
Esos tipos de precauciones parecen limitar la capacidad del COVID-19 de propagarse entre las personas, reportaron otros dos estudios.
Ningún trabajador de la atención de la salud de Hong Kong contrajo el COVID-19, y no se identificó ninguna infección adquirida en el hospital en las primeras seis semanas del brote, aunque el sistema de salud local hizo pruebas a 1,275 casos sospechados y trató a 42 casos confirmados, según un estudio que se publicó el 5 de marzo en la revista Infection Control & Hospital Epidemiology.
Lo que funciona para controlar la propagación
Unos investigadores liderados por Vincent Cheng, del Hospital de la Reina María en Hong Kong, dio el crédito a las medidas de control de las infecciones en el hospital, entre ellas el lavado de manos, la limpieza regular y el uso de guantes y máscaras quirúrgicas para protección.
“Unas medias adecuadas de control de las infecciones en el hospital pueden prevenir la transmisión del coronavirus asociada con la atención de la salud”, escribieron los autores del estudio.
Otro estudio, este de los primeros 10 casos del COVID-19 en EE. UU., encontró que la cuarentena y otras precauciones de seguridad pueden prevenir la propagación del virus.
Un total de 445 personas tuvieron un contacto cercano con 10 casos de COVID-19 relacionados con los viajes que aparecieron pronto en Estados Unidos, mientras el virus atravesaba China, reportaron los investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. en la edición en línea del 3 de marzo de la publicación de los CDC Morbidity and Mortality Weekly Report.
De ellas, 19 vivían en la misma casa que un paciente, y cinco de esos 19 siguieron teniendo una exposición en casa mientras los pacientes estaban aislados, según Rachel Burke, del Equipo de Respuesta al COVID-19 de los CDC y sus colaboradores. Entre los demás 445 se encuentran 104 miembros de la comunidad que pasaron al menos 10 minutos en un radio de seis pies (unos dos metros) de una persona infectada, 100 personas expuestas a un enfermo en un ámbito de atención de la salud, y 222 trabajadores de atención de la salud.
A pesar de toda esa exposición, al final solo dos personas contrajeron el coronavirus de los 10 primeros pacientes, y ambas eran los cónyuges de personas infectadas. Esto equivale a una tasa de infección secundaria de un 0.45 por ciento entre todos los contactos cercanos, y de un 10.5 por ciento entre los miembros de la familia.
La Dra. Nancy Messonnier, directora del Centro Nacional de Inmunizaciones y Enfermedades Respiratorias de los CDC, advirtió que no se debe exagerar el significado del informe de los CDC.
“En realidad creo que son buenas noticias, pero es un número relativamente bajo de casos en comparación con, por ejemplo, los 80,000 casos que hay alrededor del mundo”, comentó Messonnier. “Lo consideramos como algo optimista, pero por supuesto debemos ser cautos con estos casos tempranos y realizar investigaciones completas, algo que nuestros departamentos de salud estatales y locales están haciendo”.
El Dr. Amesh Adalja, experto sénior del Centro de Seguridad en la Salud Johns Hopkins, en Baltimore, se mostró de acuerdo.
“Es tranquilizador que la tasa de ataque secundario fuera baja, pero está por verse qué tan representativo es esto de la verdadera propagación comunitaria”, dijo Adalja. “Tiene sentido que los miembros de la familia tengan un riesgo más alto. Sabemos que no hay una inmunidad poblacional al virus, así que quizá veamos unas tasas más altas de ataques secundarios a medida que estudiemos a más pacientes y eventos de transmisión”.
Los resultados del estudio del hospital de Singapur sugieren que el coronavirus se propaga a través de gotitas producidas al estornudar y toser, además de las heces de una persona, señaló Poland.
Lo que no contiene la propagación
“Cuando usted jala la cadena del inodoro, el resultado es lo que se conoce como una nube de pluma”, explicó Poland. “Eso y los secadores de manos de aire son formas muy efectivas de propagar los virus por el baño”.
Por ejemplo, un paciente con norovirus que tenga diarrea descarga el inodoro y luego los investigadores “pueden aislar el virus de cada superficie de ese baño”, advirtió Poland. “Del techo, de los ventiladores, de los secadores, de todo”.
Los casos de Hong Kong también mostraron cómo una falta de práctica sanitaria puede permitir que el coronavirus se propague.
Los investigadores determinaron que 11 casos confirmados del COVID-19 probablemente se transmitieron durante una reunión de una sola familia para una cena de “caldero mongol” (o “hot pot”), en que se mezclaron utensilios contaminados con saliva en calderos compartidos. Entre los pacientes se encuentran una mujer de 91 años y un niño, y ambos arrojaron resultados positivos del virus pero no mostraron síntomas.
Las personas deben dar por hecho que las superficies que rodean a un paciente con coronavirus están contaminadas, pero los desinfectantes, la lejía, el alcohol y otros limpiadores comunes matan al virus con facilidad. “Todos esos tipos de cosas matan al virus con mucha facilidad”, aseguró Poland.
El estudio de Hong Kong también resalta la importancia de lavarse las manos, sugirieron los investigadores locales.
Pero Poland advirtió que no todos los métodos de limpiarse las manos son iguales.
Los geles de mano con alcohol matan al coronavirus directamente por contacto, pero los virus podrían escapar si otraS sustancias los protegen, dijo Poland.
“SI el virus está dentro del sucio visible en las manos o en el moco porque uno tosió o estornudó en la mano, un desinfectante de manos no será efectivo, pero lavarse las manos sí”, añadió Poland.
“La forma más efectiva de limpiar sus manos es con jabón y agua”, concluyó Poland. Limpiarse de forma concienzuda con jabón y agua elimina tanto al virus como a cualquier sustancia que contenga al virus.