Estrategias actuales en el manejo de las secreciones traqueobronquiales

RESUMEN.

El aumento de la producción de moco es común en pacientes con enfermedades respiratorias, asimismo, en la población en general como resultado de la exposición a partículas irritantes e infecciones. La hipersecreción del moco en las vías respiratorias contribuye al deterioro del aclaramiento mucociliar, promueve la mucoestasis y, potencialmente, obstrucción de la vía aérea; esta acumulación continua de moco compromete el trabajo respiratorio con importante gasto energético afectando de manera negativa en la calidad de vida de las personas. Sin embargo, la investigación sobre los beneficios de las intervenciones utilizadas para controlar la hiperproducción de moco es escasa. El propósito de esta revisión es describir las diferentes medidas (farmacológicas y no farmacológicas) que existen en la actualidad para el manejo de las secreciones respiratorias.

Introducción

En individuos sanos, diferentes mecanismos intervienen para mantener un ambiente de esterilidad en la vía respiratoria e incluyen: 1) barreras mecánicas (moco), 2) integridad del aclaramiento mucociliar y 3) la tos. La interacción de cada uno de los componentes forma parte de un proceso fisiológico con el propósito de prevenir el desarrollo de infecciones.1 Diariamente se producen en promedio 50 ml de moco que se encarga de recubrir la vía respiratoria y es regulado mediante un ritmo circadiano; asimismo, se intercambia a frecuencia constante mediante el movimiento ciliar. Dado que el moco posee propiedades antioxidantes, antimicrobianas y antiproteasas, tiene la capacidad de atrapar y neutralizar partículas, bacterias y virus; en conjunto, se genera una mezcla de mayor volumen que sobrepasa la capacidad normal de remoción del movimiento ciliar e interviene el reflejo de la tos para expulsarlo.2 Lo anterior, es el ejemplo clásico que denota la interacción y trascendencia de los mecanismos naturales de defensa del aparato respiratorio (figura 1). Desequilibrio de la vía respiratoria Por lo regular, dos condiciones fisiopatológicas desequilibran los mecanismos de defensa innatos en la vía respiratoria: 1) procesos inflamatorios y 2) procesos infecciosos.3 En ambos contextos, se desarrolla una respuesta antiinflamatoria intensa acumulando productos de destrucción bacteriana, entre ellos: filamentos de actina y ADN de neutrófilos; asimismo, remanentes derivados de apoptosis celular y microorganismos; en conjunto, favorecen el aspecto purulento y perpetúan los cambios nocivos en la reología del moco (aumento en la viscosidad y espesor) contribuyendo con mayor dificultad para su expectoración.4

Diversas enfermedades respiratorias agudas y crónicas favorecen el acumulo de secreciones a través de cualquiera de los siguientes mecanismos: incremento en la producción de moco, alteración en el transporte mucociliar o a una tos ineficiente.4 Del mismo modo, existen escenarios clínicos que pueden alterar de forma grave los mecanismos naturales de defensa, incrementando el riesgo de colonización bacteriana y potencialmente el desarrollo de procesos infecciosos (v.gr., neumonía), entre ellos, intubación orotraqueal y apoyo con ventilación mecánica.5 En conclusión, el manejo inadecuado de las secreciones en el aparato respiratorio contribuye con el desarrollo de múltiples morbilidades, incluyendo: taponamientos mucosos, atelectasias obstructivas y el desarrollo de lesión pulmonar. Por lo tanto, es aconsejable emplear medidas para mejorar el aclaramiento de la vía respiratoria.

Arturo Cortes-Telles,* José Luis Che-Morales,‡ Diana Lizbeth Ortiz-Farías*

*Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán;

‡ Unidad Médica de Atención Ambulatoria. IMSS, Mérida, Yucatán, México.

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https://www.medigraphic.com/pdfs/neumo/nt-2019/nt193i.pdf