En algunos casos, la COVID-19 podría hacer daño al cerebro

JUEVES, 2 de abril de 2020 (HealthDay News) — La mujer trabajaba en la industria de las aerolíneas, y tenía casi 60 años. Llegó al Sistema de Salud Henry Ford, en Detroit, con tos, fiebre, y una confusión mental que había aparecido en los últimos tres días.

Una prueba con una muestra nasal mostró que estaba infectada con el nuevo coronavirus. Y cuando los médicos intentaron determinar la causa de su “estado mental alterado”, unos escáneres cerebrales mostraron una encefalopatía (una inflamación en algunas áreas del cerebro), además de pequeñas áreas en que las células cerebrales habían muerto.

Se trata de una afección que es relativamente rara en los adultos, y que puede resultar letal, según une quipo dirigido por el Dr. Brent Griffith, del Henry Ford.

“Si bien los pacientes [con COVID-19] en general presentan fiebre, falta de aliento y tos, se han reportado manifestaciones neurológicas, aunque a un menor grado”, escribieron los médicos de la mujer en la edición del 2 de abril de la revista Radiology.

Su diagnóstico: “una encefalopatía hemorrágica necrosante aguda asociada con COVID-19, una encefalopatía rara que se ha asociado con otras infecciones virales”.

Se cree que el cerebro puede resultar dañado por la infección viral en cualquier momento en que el sistema inmunitario de un paciente reacciona de forma desproporcionada ante el virus. La hiperactividad del sistema inmunitario desencadena una “tormenta de citoquinas”, una sobreproducción de células inmunitarias y los compuestos que las activan, conocidos como citoquinas.

En el caso de la mujer de Detroit, se piensa que ocurrió una tormenta de citoquinas “intracraneal”. Esto condujo al colapso de la barrera hematoencefálica que normalmente protege al cerebro.

En una entrevista con el New York Times, la Dra. Elissa Fory, neuróloga del Henry Ford, dijo que la rápida progresión de la enfermedad de la mujer “podría indicar que el virus puede invadir al cerebro directamente bajo circunstancias poco comunes”. Añadió que la mujer sigue en condición crítica en el hospital.

El Dr. Anthony Geraci es director de medicina neuromuscular de Northwell Health, en Great Neck, Nueva York. Al leer el caso de la mujer, aseguró que la teoría sobre la tormenta de citoquinas parece ser correcta.

“Las citoquinas son compuestos que, entre otras funciones, pueden hacer que los vasos sanguíneos pequeños tengan escapes, y esto puede conducir a pequeñas hemorragias en muchos órganos, entre ellos el cerebro; es bien sabido que esto ocurre como una consecuencia de las infecciones virales graves, entre ellas la influenza”, señaló Geraci.

Lamentablemente, “ahora no hay un tratamiento específico”, añadió, “y la mayoría de los expertos concuerdan en que los fármacos que suprimen la actividad inmunitaria podrían hacer más mal que bien, de forma que el único tratamiento conocido ahora para estos pacientes es la atención de respaldo”.

El caso de la mujer de Detroit no es único: una minoría considerable de pacientes con COVID-19 se presentan al hospital con confusión, convulsiones y otras señales de disfunción cerebral, informan los investigadores.

Por ejemplo, a principios de marzo, los familiares de un hombre de 74 años de Boca Ratón lo llevaron a la sala de emergencias. No podía hablar, y sus brazos y piernas se contorsionaban en lo que parecía ser una convulsión. El hombre, que también tenía enfermedad de Parkinson y enfermedad pulmonar crónica, arrojó luego un resultado positivo de COVID-19.

La Dra. Asia Filatov, de la Universidad Atlántica de Florida, en Boca Ratón, publicó un informe sobre el caso en línea el 21 de marzo.

Según el Times, en Italia y otros lugares se han reportado varios casos más de pacientes con COVID-19 que muestran síntomas neurológicos, como convulsiones, confusión y señales de encefalitis.

De hecho, el Dr. Alessandro Padovani, de la Universidad de Brescia, en Italia, abrió una unidad especial de NeuroCovid para atender a estos tipos de pacientes, reportó el Times.

La Dra. Sherry H-Y. Chou es neuróloga de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh. También dirige un equipo de investigación que observa los efectos neurológicos de COVID-19.

“Sin duda necesitamos una misión para encontrar información, si no, vamos a ciegas”, declaró Chou al Times. “No hay un ventilador para el cerebro. Si los pulmones se dañan, podemos poner al paciente en un ventilador y esperar que se recupere. Con el cerebro, no tenemos ese lujo”.

Pero el Dr. Robert Stevens, neurólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Hopkins, en Baltimore, enfatizó que las complicaciones neurológicas siguen siendo poco comunes en los pacientes infectados con el nuevo coronavirus.

“La mayoría de las personas llegan despiertas y alertas, y parecen ser neurológicamente normales”, dijo al Times. En cuanto al motivo de que parezca que a veces el cerebro puede verse afectado, comentó que “todavía es muy pronto, y no lo sabemos con certeza”.

Apuntó que podría tratarse de algo tan simple como que la disfunción respiratoria reduzca el flujo de oxígeno al cerebro. Esto “puede tener un impacto significativo en la función del cerebro, y conducir a estados de confusión y letargo”, aseguró Stevens.

Los síntomas neurológicos parecen ser más comunes a medida que la COVID-19 se vuelve más grave, anotaron los expertos. De hecho, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. mencionan “una confusión o incapacidad de despertar de nueva presentación” como señal de advertencia de que una persona enferma debe buscar atención médica de inmediato.

https://consumer.healthday.com/espanol/infectious-disease-information-21/coronavirus

-1008/en-algunos-casos-la-covid-19-podr-iacute-a-hacer-da-ntilde-o-al-cerebro-756414.html

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