Niveles de glicemia, insulina e índice HOMA-IR en adolescentes embarazadas en el segundo y tercer trimestre de gestación.

Resumen

EL embarazo en la adolescente es un problema de salud debido a los cambios hormonales que experimenta la misma durante el embarazo. Estos cambios conducen a un desequilibrio metabólico y puede resultar en un aumento de la resistencia a la insulina entre otras patologías. El objetivo del presente trabajo fue analizarla relación entre los niveles de glicemia, insulina e índice HOMA-IR en adolescentes embarazadas en el segundo y tercer trimestre de gestación. La muestra fue de 40 adolescentes con edades comprendidas entre 10-19 años, a las que se les determinó la glicemia e insulina séricas mediante técnicas colorimétricas y ELISA respectivamente y el índice HOMA-IR mediante fórmula matemática. Las gestantes fueron clasificadas como normopeso según su IMC, sin embargo presentaron un aumento significativo de las concentraciones séricas de glicemia (72.0 y 78.0 mgdl-1 ) e insulina (13.0 y 15.0 µUIml-1 ), y de índice HOMA-IR (2.2 y 2.8) en el segundo y tercer trimestre respectivamente, y una correlación significativa entre los parámetros estudiados tanto en el segundo como en el tercer trimestre (p˂0.05), lo que indica que a medida que progresa la gestación y va llegando a su término es probable que exista mayor riesgo de sufrir resistencia a la insulina en embarazadas adolescentes.

INTRODUCCIÓN

Elembarazo en la adolescencia es un problema de salud tanto en países en vías de desarrollo como en los altamente desarrollados, no sólo afecta a la madre sino también al feto debido a los cambios hormonales que experimenta la misma durante el embarazo (Rimbaoet al. 2007), tales como el aumento de los niveles de la hormona ACTH (adenocorticotropa), los esteroides glicoactivos, cortisol, progesterona, estradiol, factor de necrosis tumoral alfa (α) y prolactina, entre otras. La hormona principal que causa el efecto “diabetógeno” del embarazo es proteica y de origen placentario, ésta se denomina Hormona Lactógeno Placentaria (HPL por sus siglas en inglés), activa la lipólisis y posteriormente causa el aumento de la utilización de ácidos grasos libres, triglicéridos y colesterol, altera el equilibrio glucometabólico con la posterior aparición de resistencia tisular a la acción de la insulina por efectos bloqueadores (Rojas et al. 2013). Estos cambios conducen a un desequilibrio metabólico y puede resultar en un aumento de la resistencia a la insulina (RI) y la aparición de Diabetes Mellitus Gestacional (DMG),sobre todo durante los dos últimos trimestres del embarazo (ADA 2015). Para el recién nacido puede haber muchas consecuencias como son la macrosomía, la cual puede originar asfixia prenatal y traumatismos durante el parto como la parálisis braquial o fracturas de la clavícula, inmadurez del recién nacido con predisposición a ictericia y a la enfermedad de la membrana hialina, hipoglicemia, hipocalcemia y poliglobulia con aumento del hematocrito y viscosidad sanguínea (Scucces 2011)

La evaluación de la RI es actualmente una preocupación y necesidad de investigadores, epidemiólogos y clínicos dada su asociación con entidades clínicas tales como Diabetes Mellitus tipo 2 (DM 2), hipertensión arterial, dislipidemia, hiperuricemia, esteatosis hepática, síndrome de ovario poliquístico y síndrome metabólico (Arancibia et al. 2014). Aun cuando existen estudios que señalan que la resistencia a la insulina se presenta mayormente en mujeres adultas(Díaz et al. 2002), también se han realizado varias investigaciones en adolescentes embarazadas con respecto a los niveles de insulina, glicemia DMG y el índice de masa corporal (IMC), buscando la relación entre dichas variables. Se estima que la prevalencia mundial de la DMG varía de 1 a 14%, cuya incidencia suele variar según el criterio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) o de la American Diabetes Association (ADA) y más recientemente del International Association of Diabetes and Pregnancy StudyGroups (IADPSG) pudiendo estar entre un 3 a 10% de las mujeres embarazadas (Mendoza et al. 2015). En relación con esto, un estudio de caracterización de 140 gestantes adolescentes (de las cuales dos eran menores de 15 años y el resto comprendían edades de 15 a 19 años) atendidas en la “Clínica Francisco Bolaños” en Costa Rica por Espinoza et al, en el año 2004, se obtuvo como resultado que la glicemia en ayunas mostró un rango de 46 a 113 mg/dl con una media de 78.9 mg/dl (Espinoza et al. 2009). En el año 2009, Domínguez et al realizaron un estudio en 100 adolescentes clasificándolas en “tempranas” (13 a 15 años) y “tardías” (16 a 18 años) el primer grupo estuvo conformado por 32 adolescentes y el segundo por 68 respectivamente. Los resultados muestran que las gestantes tempranas tienen más riesgos que las tardías de presentar DMG (Domínguez et al. 2011). El índice de modelo de evaluación de la homeostasis (Homeostasis ModelAssessment of InsulineResistance) o índice HOMA-IR por sus siglas en inglés, fue propuesta hace 10 años como una alternativa sencilla y barata a técnicas más sofisticadas, este índice permite realizar estimaciones de resistencia a la insulina y función de las células beta mediante las concentraciones de la glucosa y la insulina plasmáticas en ayunas. Este método explora las características homeostáticas de un sistema metabólico para inferir el grado de sensibilidad insulínica compatible con esas características. En los últimos años este método matemático alternativo ha sido utilizado en varios estudios clínicos y epidemiológicos, por ser de simple aplicación, económico y no invasivo (Bonoraet al. 2015). Para categorizar el estado nutricional en mujeres embarazadas, existen varios valores de referencia para dicho indicador, entre los cuales se encuentra el índice de Átalahet al. (1997), el cual permite la evaluación de las embarazadas, no sólo en el primer trimestre, sino a lo largo del período comprendido entre la décima y la cuadragésima semana (Navas y González 2015). En Cuba para el año 2007, Rimbaoet al.determinaron en 113 adolescentes la frecuencia de la DMG, su relación con algunas variables maternas y neonatales en el embarazo en la adolescencia, obteniendo que 16.8% tenía peso excesivo de las cuales 3 pacientes presentaron DMG representando 2.7 % de la muestra total, considerando que el sobrepeso podría conllevar a dicha diabetes. En muchos países, cada año 15 millones de niños nacen de madres adolescentes, y muchos de ellos sufren enfermedades y encuentran la muerte debido a un inadecuado manejo durante los primeros años de vida (Rimbaoet al. 2007). En América Latina se cree que el número anual de abortos inseguros entre las adolescentes de 15 a 19 años, alcanza un número de 670 mil. En el mundo, cada día, 200 adolescentes mueren dando la vida, siendo esta causa el 2% de las muertes en mujeres menores de edad, además el riesgo de morir por causas relacionadas con el embarazo es doblemente mayor es adolescentes que en mujeres adultas (UNFPA 2014). El embarazo en menores de 20 años o embarazo adolescente, además del mayor riesgo biológico que implica, genera una situación de riesgo social para el recién nacido y la madre, siendo un importante problema de salud pública en la mayoría de los países, especialmente para aquellos en desarrollo (Donosoet al. 2014). También se considera que es un embarazo de alto riesgo debido a que la inmadurez biológica aumenta la morbilidad y mortalidad materna, siendo el doble en menores de 16 años (Rivero et al. 2012). En Venezuela, el embarazo adolescente representó el 23.4% (138713) de todos los nacimientos en el año 2009, de estos, 7737 ocurrieron en madres menores de 15 años (UNICEF 2016). Son escasos los estudios acerca del embarazo en la adolescencia, ya que es un tema muy novedoso en cuanto a trabajos científicos, pero es un tema de gran importancia y relevancia debido al aumento de los casos el día a día por la falta de información sobre los riesgos y las consecuencias de dicho tipo de embarazo. Los resultados obtenidos en este estudio servirán de apoyo como antecedente a otras investigaciones para el equipo de salud, responsable del control pre-natal, sustentando información a las pacientes adolescentes para ayudar a prevenir las complicaciones materno-fetales, con la explicación de cómo se pueden producir las alteraciones, los riesgos que conllevan éstas y cómo se pueden evitar. Por todo lo anteriormente expuesto, se analizóla relación entre los niveles de glicemia, insulina e índice HOMA-IR en adolescentes embarazadas en el segundo y tercer trimestre de gestación que acudieron al Hospital Materno-Infantil “Dr. José María Vargas” del Estado Carabobo en el período Agosto 2014 – 2015..

Carlena Navas1, 2, Vera Adriana3, ZhengAnny3, González Dora1, 4.

1Departamento de Ciencias Morfológicas y Forenses, Escuela de Ciencias Biomédicas y Tecnológicas, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Carabobo. Venezuela.

2Laboratorio Clínico “Julio Cesar González”

3.Doutoradoem Bioquímica e Imunologia. Instituto de Ciências Biológicas. Universida de Federal de Minas Gerais. Brasil.

4Escuela de Bioanálisis. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Carabobo.Venezuela.

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Vol. 028, Nº 1 2019

http://www.saber.ula.ve/medula/