Actualización de los riesgos biológicos para anestesiólogos en la atención de pacientes afectados por SARS-CoV-2, COVID-19

Resumen

En la actualidad, los riesgos biológicos han tomado un gran interés y preocupación debido a la pandemia por COVID-19. En ese escenario, la exposición en su ejercicio profesional de los anestesiólogos y personal sanitario a pacientes infectados con SARS-CoV-2 causante de la COVID-19 hace imprescindible una actualización en el conocimiento del tema apuntando a la prevención y protecciones durante procedimientos que revisten mayor riesgo, como los denominados generadores de aerosoles (por inhalación de gotas). Por lo tanto, se recomienda extremar las precauciones estándar enfocadas al lavado de manos y protecciones de barrera equipo de protección personal (EPP) siguiendo protocolos de prevención y protección integral del anestesiólogo, del paciente y del quirófano. Dados los rápidos cambios en la evidencia disponible en esta patología emergente, muchas de las recomendaciones aquí presentadas serán sujeto de modificaciones o ajustes futuros

Introducción

En su práctica diaria el anestesiólogo está expuesto a una serie de riesgos profesionales que pueden, en algunos casos, derivar en graves consecuencias sobre su salud y repercuten en los planos personal, familiar, laboral y social, por lo que se le considera de “alto riesgo profesional” dentro de los trabajadores de la salud.1–3Los riesgos biológicos son aquellos causados por organismos vivos, generalmente microscópicos, que pueden ser  virales,  bacterianos  o  por  hongos,  entre  otros. Tradicionalmente, los riesgos biológicos para el anestesiólogo, así como para el personal sanitario los orientábamos al riesgo profesional de adquirir infecciones transmisibles a través de la sangre o de otros fluidos, como el HIV, la hepatitis B y la hepatitis C.4–5 Sin embargo, en los últimos años comenzaron a aparecer epidemias y pandemias causadas por virus de transmisión respiratoria con diseminación global, como la epidemia ocurrida en Singapur, en 2005, causada por el virus de la gripe aviar conocida  como  síndrome  respiratorio  agudo  severo (SARS),6 y en 2009, la pandemia del virus H1N1-gripe A que surgió en México.7 Debido a estas epidemias y pandemias, los anestesiólogos empezaron a tener una exposición ocupacional más frecuente, por lo que se establecieron recomendaciones de prevención y protección específicas para la atención a pacientes portadores de estas infeccionesrespiratorias.6 Hoy ha tomado enorme relevancia dentro de los virus de trasmisión respiratoria el nuevo virus denominado SARS-CoV-2 causante de la COVID-19 (del inglés coronavirus disease 2019)8 a partir de su brote en Wuhan,  China,  en  diciembre  de  2019,9 que  se  ha expandido a escala mundial con una transmisión muy eficiente y una tasa de letalidad mayor a la de la gripe estacional. El 30 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaro esta situación como una emergencia de salud pública de importancia internacional(ESPII), (PHEIC, por las iniciales del inglés public health emergencies of international concern) y el 11 de marzo la declaro como pandemia.10 En este artículo se presenta, discute y comenta un resumen actual y fácil de interiorizar para llevar a cabo la prevención y protección de los anestesiólogos en su ejercicio profesional, sobre todo, entre los procedimientos que revisten mayor riesgo, como son los vinculados con el manejo de la vía aérea.

Gustavo Calabrese

Comisión de Riesgos Profesionales de la Confederación Latinoamericana de Sociedades de Anestesiología (CLASA)

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