Comparación de los efectos de la intervención para la mejora de la memoria entre dos sujetos de edad avanzada con demencia en su estadio inicial

RESUMEN

La demencia es el término aplicado para designar una pérdida global de las funciones cognitivas superiores que interfiere en las actividades diarias y en el entorno de la persona que lo padece, así como a sus familiares y cuidadores (García-Alberca, 2012). Pese al declive cognitivo propio del envejecimiento y de la enfermedad neurodegenerativa, diversos estudios han mostrado su interés en paliar y mejorar este tipo de deterioros mediante programas basados en entrenamiento cognitivo que establecen su planteamiento en un conjunto de tareas mentales, técnicas y estrategias (Carballo-Gacía, Arroyo-Arroyo, Portero-Díaz y Ruiz-Sánchez, 2012). El objetivo de nuestro estudio se centra en comprobar la efectividad del entrenamiento cognitivo mediante un diseño de casos comparados en sujetos con patología demencial leve en dos momentos de medida. Para ello, a uno de los sujetos le será administrado material de entrenamiento durante 40 sesiones mientras que al otro paciente no se le administrará tratamiento alguno. Se espera observar diferencias significativas entre ambas pacientes atribuidas al entrenamiento. Los instrumentos de evaluación iniciales utilizados fueron: Mini-Mental State Examination (MMSE), Geriatric Depression Scale (GDS), Cuestionario de Fallos de Memoria, Índice de Barthel y Toni-2. Para la evaluación de la eficacia del entrenamiento como prueba pretest y postest se utilizó el Wechsler Memory Scale III (WSM-III) Se ha encontrado tras el entrenamiento una mejora estadísticamente significativa en la comparación intrasujeto del paciente con entrenamiento (en medida pretest y postest) y diferencias significativas entre ambos pacientes en el segundo momento de medida. En cuanto al sujeto sin entrenamiento, no se encontraron diferencias significativas en los dos momentos de medida (pretest-postest). A la vista de los resultados obtenidos, podemos afirmar que el programa de entrenamiento ha resultado beneficioso para la mejora de los procesos mnésicos.

INTRODUCCIÓN

La población superior a 65 años ha sufrido un importante incremento de los diagnósticos de demencia en los últimos años. Actualmente, “50 millones de personas son afectadas por demencia y cada año se registran alrededor de 10 millones de nuevos casos” según la Organización Mundial de la Salud (2017). Siendo la etiología más frecuente la Enfermedad de Alzheimer (Torralba y Fernández, 2017). Según la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), la demencia se define como: … “un síndrome cerebral adquirido que se caracteriza por una disminución con respecto a un nivel previo de funcionamiento cognitivo con deterioro en dos o varios dominios cognitivos (como la memoria, las funciones ejecutivas, la atención, el lenguaje, la cognición social y el juicio, la velocidad psicomotora, las capacidades visuoperceptuales o visuoespaciales). El deterioro cognitivo no es totalmente atribuible al envejecimiento normal e interfiere significativamente con la independencia en el desempeño de la persona de las actividades de la vida diaria. Según la evidencia disponible, el deterioro cognitivo se atribuye o se supone que es atribuible a una afección médica o neurológica que afecta el cerebro, un trauma, una deficiencia nutricional, el consumo crónico de medicamentos o sustancias específicas, o la exposición a metales pesados u otras toxinas”. (OMS, 2018) La demencia suele estar acompañada por una alteración a nivel emocional, comportamental y motivacional, que dificulta el desarrollo de actividades autónomas (López y Agüera, 2015). Enfocándonos más en la cuestión del paradigma del deterioro cognitivo, este provoca alteraciones de las funciones superiores cognitivas, las cuales comprenden: funciones ejecutivas, inteligencia, orientación, atención, praxias, memoria, lenguaje y habla. Todos estos procesos están interconectados (García-Sevilla, 2009). A nivel funcional, este cúmulo de déficits interfiere en la autorregulación de tareas instrumentales y actividades básicas de la vida diaria de las personas de más edad (Da Silva, 2017). Por otro lado, en esta población (personas con diagnóstico de demencia) se ha observado especialmente un daño en memoria que se traduce en una incapacidad para aprender material nuevo [fase de codificación] y recordar la información aprendida [fase de recuperación/evocación] generando así el olvido (…). Este daño mnésico se ha descrito como una “pérdida o disminución adquirida de memoria” en estructuras cerebrales como el hipocampo, entre otras, que participa en la formación de nuevos recuerdos (Tárraga y Boada, 1999). Esta pérdida de memoria afecta a la dimensión temporal de la misma, siendo las más perjudicadas la memoria reciente y la memoria retrógrada (Tárraga y Boada, 1999). Sin embargo, otros autores como García señalan que la memoria de trabajo es la que se encuentra más afectada en esta patología (García, 2018). Este conjunto de repercusiones ha supuesto una alarma social y un auténtico desafío sanitario. Por lo que actualmente equipos terapéuticos trabajan en la rehabilitación y estimulación cognitiva para paliar los efectos del deterioro mnésico y mejorar la capacidad de autogobierno. Entendiendo la rehabilitación neuropsicológica como “un proceso a través del cual los pacientes con daño cerebral trabajan junto con profesionales del servicio de salud para remediar o aliviar los déficits cognitivos que surgen tras una afección neurológica”. (Muñoz, 2009, p.16). Este concepto de rehabilitación comprende cuatro formas de intervención: La rehabilitación cognitiva (que incluye estimulación cognitiva), modificación del comportamiento, reintegración a la ocupación laboral y mediar con el entorno familiar (Muñoz, González, Blázquez y Galparsoro, 2009). Muñoz (2009) precisa lo siguiente: “El término estimulación cognitiva hace referencia a todas aquellas actividades dirigidas a mejorar el rendimiento cognitivo general o alguno de sus procesos y componentes específicos, ya sea en sujetos sanos o en pacientes con algún tipo de lesión en el Sistema Nervioso Central. “(p.13)

Clawdia Feo Falcón

  1. Universidad de Málaga. Grado en Psicología

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