Preeclampsia y enfermedad cardiovascular: un enfoque integral para detectar las fases subclínicas de complicaciones obstétricas y cardiovasculares.

RESUMEN

Desde 1995 hasta la fecha la asociación entre patologías derivadas los embarazos hipertensivos y las enfermedades cardiovasculares ha generado un gran volumen de potentes evidencias epidemiológicas y clínicas. Los propósitos de esta revisión son varios. Mostrar la consistencia y magnitud de la evidencia científica. Integrar los riesgos/enfermedades cardiovasculares y los problemas obstétricos a través de la disfunción endotelial. Preconizar el seguimiento postparto de la hipertensa embarazada, como una ventana de oportunidad para beneficiar la salud de las mujeres y sus hijos. Incluir la historia obstétrica como factor de riesgo de enfermedad coronaria. Proponer cuestionarios adaptables a las prácticas locales para facilitar la pronta incorporación de los índices de riesgo obstétrico y cardiovascular en dos etapas de la vida de una mujer. Ha llegado el momento para que los equipos obstétricos, cardiológicos y las pacientes jueguen un rol en la prevención de los riesgos y enfermedades cardiovasculares.

INTRODUCCIÓN

La mortalidad materna en Chile entre 1990 y el 2000 descendió desde 52.1 a 23.6 por 100 000 nacidos vivos1. Al prolongar este período hasta el 2004 se observó un decremento leve a 18.5 por 100 000 nacidos vivos, que permanece relativamente estable en el 20151,2. Como se aprecia en la Tabla 1 la mortalidad materna en nuestro país es de las más bajas en América del Sur1. Este resultado, producto de la prioridad de los programas materno-infantiles, nos obliga a seguir progresando, especialmente cuando enfrentamos una transición epidemiológica que obliga a resolver simultáneamente patologías sintomáticas y a incorporar medidas preventivas que las reduzcan en el mediano y largo plazo.

Tabla 1 Mortalidad materna y neonatal en 2015 en países seleccionados1,2,46  

País

Mortalidad materna

Mortalidad neonatal

x 100 000 nv

x 1000 nv

Islandia

0.8

0.9

Noruega

3.8

1.3

Singapur

5.0

1.0

Australia

5.5

2.0

España

5.6

1.6

Israel

5.8

1.8

Japón

6.4

1.1

Francia

7.8

1.3

Inglaterra

8.8

2.6

Alemania

9.0

1.8

China

17.7

6.1

Rusia

18.7

4.4

Tailandia

20.0

3.3

Chile

20.5

3.9

Uruguay

21.3

4.9

Estados Unidos

26.4

3.3

México

48.2

8.3

Brasil

65.4

9.4

Paraguay

100.6

10.0

Sudafrica

159.7

18.2

India

247.6

29.1

Pakistan

348.6

37.9

Chad

549.9

36.1

Guinea

604.9

35.2

Mortalidad Global

196.0

18.7

En relación a las complicaciones obstétricas es indispensable considerar el campo abierto hace más de dos décadas por la asociación entre las enfermedades cardiovasculares con distintas formas de síndromes hipertensivos del embarazo (SHE)3: a) hipertensión crónica, b) hipertensión gestacional, sin proteinuria ni anormalidades de laboratorio c) preeclampsia (PE) aislada o sobreagregada a una hipertensión crónica, y d) hipertensión crónica enmascarada por presiones mayores fuera de la consulta4. Con respecto a la hipertensión crónica, la vasodilatación de la gestación temprana puede enmascarar una hipertensión no detectada. Apoya esta posibilidad el 62.5 y 46.8% de hipertensos de ambos sexos – entre 15-24 y 25-44 años respectivamente – que desconocían su diagnóstico en la Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2009-20105.

Gloria Valdés S.1

1Departamento de Nefrología. Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile

Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:

https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75262020000200185&lng=es&nrm=iso&tlng=es