COVID-19 y mirada desde la fibrosis quística

Introducción

Las pandemias son situaciones dinámicas en las cuales las recomendaciones y conductas van modificándose a medida que se detectan nuevos casos. Las recomendaciones deben interpretarse de forma individualizada para cada paciente y debe prevalecer el juicio clínico. Las mismas varían según evolucione nuestro conocimiento acerca de la enfermedad y la situación epidemiológica en Argentina y, por tanto, deben ser actualizadas constantemente. Tienen la finalidad de guiar el manejo de los pacientes que sean casos en investigación, probables o confirmados de COVID-19, una enfermedad nueva que todavía estamos aprendiendo, con un doble objetivo: lograr el mejor tratamiento del paciente que contribuya a su buena evolución clínica; y garantizar los niveles adecuados de prevención y control de la infección para la protección de los trabajadores sanitarios y de la población en su conjunto. El número de pacientes afectados por el COVID-19 está aumentando y, sabemos que está causando una gran preocupación, particularmente dentro de la comunidad de Fibrosis Quística (FQ). Por el momento, no conocemos ninguna información específica de cómo esta infección afectará a las personas con ésta enfermedad subyacente, perteneciente al grupo de riesgo. Los pacientes con fibrosis quística, sobre todo aquellos con una afectación respiratoria importante, son personas que están dentro del grupo de pacientes de especial riesgo, al igual que otros pacientes vulnerables para la infección por SARS – CoV-2 con un riesgo mayor de padecer complicaciones por cualquier infección respiratoria, no sólo por este nuevo virus, por lo que deben extremar las precauciones de la misma forma que hacen con otras infecciones respiratorias como la gripe estacional. Por tanto, creemos que los pacientes con FQ y COVID19 pueden tener una afectación más grave y de instauración más rápida que otros pacientes sin patología de base. Todas las personas con FQ son un individuo único y sus circunstancias variarán. Mantener informados tanto a la población, en este caso, la comunidad de FQ, como al personal de salud es de suma importancia para que cada uno conozca desde su lugar como actuar y como protegerse. Es responsabilidad de cada uno conocer su rol, respetar las indicaciones oficiales, protegerse y proteger a los más vulnerables. Sugerimos consultar siempre a los profesionales siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación, Organización Mundial de la Salud (OMS), Organización Panamericana de la Salud (OPS), Centros para el control y prevención de enfermedades (CDC) y relacionados a Fibrosis Quística: Foundation Cystic Fibrosis (CFF), Royal Brompton, Stanford, Johns Hopkins, NACFC, ECFC, SEFQ, etc.

A. Recomendaciones específicas a los profesionales en la organización del Centro de Fibrosis Quística durante la Pandemia SARS-CoV-2 (COVID-19

  1. Comunicación con los pacientes de forma frecuente para solucionar dudas y aliviar su ansiedad. Es imprescindible que los pacientes dispongan de un teléfono de contacto. Se recomienda también disponer de un correo electrónico para consultas no urgentes.
  1. Turnos: reprogramar visitas de control, organizar consulta por vía telefónica, telemedicina, facilitar recetas, certificados, órdenes médicas, etc., vía e-mail. Si es absolutamente necesaria la consulta, se coordinara con el paciente día y hora, y se dispondrá de un espacio diferenciado de atención. No se deben retrasar las consultas necesarias por el miedo a venir al hospital, en ocasiones es difícil de diferenciar las manifestaciones de una exacerbación de las del COVID-19. Diabetología: control de registros de glucemia y dosis de insulina por este medio. Psicología: tratar de mantener las sesiones vía Skype o videollamada con los pacientes en el contexto del COVID-19
  1. Urgencias: coordinar con el paciente día y hora de la consulta en donde se va a disponer un espacio diferenciado tanto para la atención como para la espera a ser atendido. Siempre priorizando la consulta a modo de consultorio cerrado para evitar la circulación con otros pacientes.
  2. Estudios de Función pulmonar: restricción máxima, solo realizar los que se consideren estrictamente necesarios y sus resultados puedan modificar sustancialmente una conducta clínica.
  3. Internación domiciliaria: asegurarse que el personal de enfermería que concurra al domicilio no esté en contacto con pacientes con COVID-19 en otras instituciones en desarrolle su trabajo asistencial.
  4. Toma de muestra de Esputo: realizar la toma de muestra en el domicilio del paciente en un lugar aislado, con las medidas de higiene necesarias y luego un familiar acercar la muestra al Hospital o Institución que corresponda.
  5. Estudios de control de Rutina: reprogramar estudios de rutina (Rx de Tórax, TAC de Tórax, densitometría ósea, laboratorio, PTGO, etc.) y evaluar realizar los estudios estrictamente necesarios que modifiquen alguna conducta clínica.
  6. Rehabilitación Respiratoria: se suspenderá mientras dure la pandemia, acordar ejercicios con Kinesiología para realizar en domicilio.

Dra. Kahl GN1, Dra. Osken L1 , Dra. Andreozzi P2 , Dra. Smith S2 , Dra. Alais E.1

1 Neumonología Adultos

2 Neumonología Infantil

Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:

covid-19_y_mirada_desde_la_fibrosis_quistica.pdf (ramr.org)