Ejercicio y Sueño: de una Discapacidad Funcional a Nuevas Estrategias Terapéuticas

El retiro del CPAP tiene consecuencias negativas en los pacientes con apnea del sueño En un estudio aleatorizado cruzado, el retiro de la presión positiva continua de la vía aérea (CPAP – Continuous Positive Airway Pressure) derivó no sólo en un deterioro de la apnea del sueño, sino también en un incremento en la rigidez arterial [1].

La apnea obstructiva del sueño (AOS) es sumamente fre- cuente y se asocia a un incremento en la rigidez arterial. Los cambios en las propiedades mecánicas de la pared vascular relacionados con la rigidez arterial pueden activar varios me- canismos que también intervienen en el proceso de ateroes- clerosis [2]. De hecho, se ha demostrado que la rigidez arterial está relacionada con la incidencia de eventos cardiovascula- res y la mortalidad por cualquier causa [2]. Se puede medir a través del aumento sistólico de la onda de pulso y se evalúa por medio del índice de aumento (AIx – Augmentation Index) corregido por la frecuencia cardiaca.

El profesor David Kim y sus colegas (Universidad Johns Hop- kins, EUA) evaluaron si el retiro de la CPAP incrementará el índice de aumento y cómo dicho factor de riesgo se ve afec- tado por la gravedad de la apnea del sueño, la edad, el IMC,  el género y la diabetes. Se reclutaron pacientes con apnea  del sueño de moderada a grave aclimatada a la CPAP. Cada paciente se sometió a una polisomnografía mientras  dor- mía con CPAP terapéutica o sin CPAP tras dos días del reti-  ro de la misma. Se evaluó la rigidez arterial matutina con el AIx y se comparó entre sujetos con y sin CPAP. El análisis in- cluyó datos de 69 sujetos (48 hombres y 21 mujeres) con da- tos del AIx completos. Los sujetos tenían 50.3 ± 11.3 años de edad y presentaban un IMC de 36.6 ± 7.5 kg/m2.

El retiro de la CPAP provocó apnea del sueño grave. El índi-  ce de apnea-hipopnea (IAH) del 3% fue de 5.8 ± 0.9 eventos por hora con CPAP y 57.3 ± 3.6 eventos por hora sin CPAP.
 

Asimismo, la rigidez arterial mostró un deterioro con el retiro de la CPAP: el Alx con CPAP y sin CPAP fue del 2.8 ± 1.9% y el
6.8 ± 2.06% (media ± EE), respectivamente (P = 0.0001).

El cambio en la rigidez arterial tras el retiro de la CPAP no se correlacionó con el cambio en el IAH, la edad o el IMC. Si bien las mujeres presentaron un Alx global más elevado en com- paración con los hombres, el cambio en el AIx en respuesta al retiro de la CPAP resultó similar. La diabetes no influyó en el AIx ni en la magnitud del cambio en el mismo en respuesta  al retiro de la CPAP.

Los autores concluyeron que la retirada de la CPAP empeora agudamente la rigidez arterial, con heterogeneidad significa- tiva entre sujetos. Ni la gravedad de la apnea obstructiva del sueño, la edad, el IMC, el género ni la diabetes predicen el Alx o su cambio durante el retiro de la CPAP.

1.    Kim DE. Withdrawal from continuous positive airway pressure (CPAP) worsens morning arterial stiffness. Abstract 808, ATS 2020 Virtual, 5-10 Aug.
2.    Palombo B, Kozakova M. Vascul Pharmacol 2016;77:1-7.

La actividad física mejora el IAH en pacientes con apnea del sueño
El ejercicio debe desempeñar un papel clave en el trata- miento multimodal de los pacientes con síndrome de ap- nea del sueño, dado que puede influir positivamente en el índice de apnea-hipoapnea (IAH) y en factores de riesgo   de enfermedades como la diabetes [1].

La terapéutica de referencia actual para el tratamiento de la apnea del sueño es la presión positiva continua de la vía aé- rea (CPAP) [1]. Conduce a mejoras como la disminución de la somnolencia diurna y el aumento de la calidad de vida, pero tiene repercusiones limitadas en el riesgo cardiovascular (CV) de los pacientes [2]. Por lo tanto, los investigadores se han centrado en el desarrollo de estrategias de modalidades com- binadas para la terapia.
 
El estudio de cohortes EPISONO encontró que la actividad fí- sica no sólo es capaz de abatir el riesgo de desarrollar apnea del sueño, sino que también constituye un factor protector que disminuye el riesgo de diabetes tipo 2 en estos pacien- tes [3]. Un metanálisis que evaluó estudios observacionales que midieron objetivamente la actividad física mostró un nivel promedio de actividad relativamente bajo de 5,388 pasos al día en lugar de los 10,000 recomendados en pacientes con apnea del sueño [4]. “Es por ello que existe una verdadera necesidad de contar con estrategias para fomentar en estos pacientes el incremento de los niveles de actividad física”, ar- gumentó la profesora Monique Mendelson (Universidad de Grenoble, Francia).

El mismo metanálisis encontró que el entrenamiento con ejer- cicio estructurado fue capaz de disminuir el IAH por un 32%, lo cual equivale a -8.9 eventos por hora [4]. En pacientes con apnea del sueño no tratada, el entrenamiento con ejercicio llevó a mejorar la somnolencia y la capacidad de ejercicio, pero no a un cambio en el peso corporal. “Los estudios han demostrado sistemáticamente que el IAH mejora independientemente del IMC, lo cual indica que es poco probable que la pérdida de gra- sa corporal, particularmente alrededor del cuello, constituya el mecanismo principal que explique la mejora de la apnea del sueño con el ejercicio”, explicó la profesora Mendelson.
 
Alternativamente, se ha propuesto el concepto de desplaza- miento de líquidos como la fisiopatología subyacente a la ap- nea del sueño [5]. Dicho concepto señala que el líquido que  se acumula en las piernas durante el día se desplaza en for- ma ascendente hasta el pecho y el cuello durante la noche y ejerce presión sobre las vías respiratorias altas, lo cual deriva en apnea e hipopnea. Un ensayo controlado con asignación aleatoria midió este desplazamiento de líquido utilizando un análisis de impedancia bioeléctrica segmentaria y comparó  el cambio en el IAH de pacientes con apnea del sueño entre un grupo que caminó 30 minutos cinco días a la semana a lo largo de cuatro semanas y un grupo de control [6]. El IAH en el grupo con ejercicio mostró un decremento significativo de aproximadamente un 30%, además de una mejora significa- tiva en el desplazamiento nocturno del líquido de las piernas.

A la luz de estos hallazgos, la profesora Mendelson concluyó que la actividad física debe ser parte de un programa de ma- nejo multimodal e individualizado del síndrome de apnea del sueño.

1.    Mendelson M. Physical activity and exercise training as therapeutic interven- tions for sleep apnoea. Abstract 4198, ERS International Virtual Congress 2020, 7-9 Sept.
2.    McNicholas WT, et al. Lancet Respir Med. 2018;6:170-172.
3.    Mônico-Neto M, et al. Eur Respir J. 2018;52:1701972.
4.    Mendelson M, et al. Front Neurol. 2018;9:73. 5. White L, et al. J Physiol. 2013;591:1179-1193.
6. Mendelson M, et al. Eur Respir J. 2016;48:142-150.

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