La dieta de una mujer podría ayudarla a evitar el cáncer de mama

LUNES, 7 de junio de 2021 (HealthDay News) — Las mujeres cuyas dietas tienden a fomentar la inflamación quizá tengan un riesgo más elevado de cáncer de mama, sugiere un estudio preliminar.

El estudio, de más de 350,000 mujeres, encontró que mientras más alimentos “proinflamatorios” las mujeres consumían, mayor era su riesgo de cáncer de mama.

El término se refiere a alimentos que contribuyen a una inflamación de bajo grado por todo el cuerpo, un estado que está implicado en varios procesos de enfermedad.

Los hallazgos no prueban causalidad, señalaron los investigadores. Pero sí amplían las evidencias de que la dieta puede afectar las probabilidades de desarrollar cáncer de mama.

No resultó sorprendente que una dieta proinflamatoria estuviera llena de los sospechosos habituales.

Es rica en carnes rojas y procesadas, azúcar y grasas saturadas, apuntó Carlota Castro Espín, la investigadora principal del estudio.

Este tipo de dieta, dijo, podría contribuir al cáncer de mama porque fomenta la inflamación, y también porque carece de alimentos que combatan a la inflamación.

Estos alimentos tampoco resultan sorprendentes. Incluyen a las verduras, las frutas, los frijoles, los granos ricos en fibra y las grasas insaturadas “buenas”.

Los hallazgos concuerdan con los consejos generales sobre una alimentación saludable, según Castro Espín, estudiante doctoral del Instituto Catalán de Oncología en Barcelona, España.

Castro Espín presentará los resultados esta semana en la reunión anual de la Sociedad Americana de Nutrición (American Society for Nutrition). Los estudios presentados en reuniones por lo general se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.

Los hábitos dietéticos se han vinculado con el riesgo de numerosos tipos de cáncer, entre ellos con el cáncer de mama.

Marjorie McCullough es directora científica sénior de investigación en epidemiología de la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society). Señaló que “hay ciertas evidencias de que los patrones dietéticos ricos en alimentos vegetales y más pobres en productos de origen animal y carbohidratos refinados se asocian con un riesgo más bajo de cáncer de mama postmenopáusico”.

McCullough añadió que un ensayo clínico (el tipo de estudio que se considera que ofrece las evidencias más firmes) encontró beneficios en la dieta mediterránea tradicional. Las mujeres asignadas a la dieta (y a quienes se proveyó aceite de oliva) tuvieron un riesgo más bajo de desarrollar un cáncer de mama que las que recibieron la indicación de eliminar las grasas de la dieta.

La dieta mediterránea tiene muchas de las características de una dieta antiinflamatoria: es rica en pescado, verduras, granos enteros y grasas buenas, y baja en carne roja y alimentos procesados.

La sociedad oncológica no respalda ninguna dieta específica para reducir el riesgo de cáncer. Más bien, aconseja seguir un “patrón alimenticio saludable”, que incluya bastantes alimentos vegetales y que limite el azúcar, los granos refinados y la carne roja.

McCullough, que no participó en el estudio, aseguró que refuerza este consejo.

La dieta, por supuesto, afecta al peso corporal, y se cree que la obesidad aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer. Pero McCullough apuntó que los estudios sugieren que los hábitos alimenticios afectan al riesgo de cáncer más allá de su impacto en el peso.

La inflamación podría ser una vía, planteó Castro Espín.

En el estudio, ella y sus colaboradores utilizaron los datos de un longevo proyecto de investigación sobre la dieta y el riesgo de cáncer en adultos europeos. Se enfocaron en más de 318,000 mujeres que estaban libres de cáncer de mama al inicio.

Los investigadores asignaron a cada mujer una puntuación que calificaba el “potencial inflamatorio” de su dieta, basándose en los nutrientes y otros compuestos en los alimentos que reportaron que comían.

A lo largo de unos 15 años, más de 13,200 de las mujeres fueron diagnosticadas con un cáncer de mama. Este riesgo fue un 12 por ciento más alto en la quinta parte de las mujeres con las dietas más inflamatorias, frente a la quinta parte que comían la menor cantidad de alimentos proinflamatorios.

El vínculo fue más firme en las mujeres que desarrollaron el cáncer antes de la menopausia, en lugar de después, apuntó Castro Espín.

Se tomaron en cuenta otros factores, anotó, como el peso corporal, los hábitos de consumo de alcohol y el ejercicio. Y la conexión entre las dietas inflamatorias y el riesgo de cáncer de mama se sostuvo.

Castro Espín se mostró de acuerdo en que todo esto respalda a los consejos actuales sobre la dieta.

Junto con su orientación sobre las opciones alimenticias, dijo McCullough, la sociedad oncológica aconseja limitar el alcohol. El consumo de alcohol se vincula con varios tipos de cáncer, entre ellos los tumores del seno.

El grupo también anima a las personas a mantener un peso saludable, y a hacer ejercicio de forma regular, al menos de 150 a 300 minutos de actividad moderada, como caminar a buen paso, cada semana.

https://consumer.healthday.com/6-7-how-a-womans-diet-might-help-her-avoid-breast-cancer-2653269559.html