Actualización de la bronquiolitis aguda

Resumen

La bronquiolitis aguda es una condición respiratoria frecuente en los niños menores de 2 años. Representa la principal causa de hospitalización infantil y se caracteriza por la presencia de sibilancias asociada a signos de una infección respiratoria alta. El agente etiológico más común es el virus respiratorio sincicial. Existe una falta de consenso con respecto a su definición clínica; y por ello, su tratamiento varía en todo el mundo. El diagnóstico es clínico, sin necesidad de emplear laboratorio o imágenes en forma rutinaria. Diversas revisiones han demostrado que los broncodilatadores, adrenalina, corticoides y antibióticos, entre otros, carecen de eficacia por lo que no se sugiere su empleo. El tratamiento sigue siendo de soporte, mediante la administración de oxígeno y manteniendo una adecuada hidratación. Cuando no se logra disminuir el trabajo respiratorio o corregir la hipoxemia se puede utilizar la presión positiva en la vía aérea para prevenir y controlar la insuficiencia respiratoria. Este artículo desarrolla una breve revisión de las principales características clínicas, epidemiológicas, radiológicas, así como algunos de los diferentes tratamientos publicados en las últimas dos décadas.

INTRODUCCIÓN

Existen  pocas  condiciones  respiratorias  tan  controvertidas  como  la  bronquiolitis  aguda  (BA). No sólo ha despertado la pasión y confusión  de  muchos  clínicos,  sino  que  lo  más  consistente es la inconsistencia publicada en torno a ella. La BA es la infección del tracto respiratorio inferior más común en los niños menores de 2  años.  En  los  Estados  Unidos,  es  responsable  de  más  de  100,000  hospitalizaciones/año  en  menores  de  12  meses,  siendo  el  virus  respiratorio  sincicial  (VRS)  el  más  frecuentemente  identificado   (1,2).   La   BA   tiene   un   importante   impacto   económico   y   sanitario,   así   un   estudio   reportó  un  costo  promedio  de  $8.530  paciente/admisión,  lo  que  representó  $1.7  billones  a  nivel  país (1). Una proporción sustancial de niños experimentará  al  menos  un  episodio  de  BA  y  hasta  el  2-3% de todos los niños serán hospitalizados por BA antes de su primer cumpleaños (3).A   pesar   de   su   elevada   prevalencia,   su   diagnóstico  carece  de  una  definición  internacional  única.  La  Academia  Americana  de  Pediatría  (AAP)  definió  la  BA  como  la  presencia  de  “rinitis,  taquipnea,  sibilancias,  tos,  crepitaciones, uso de músculos accesorios y/o aleteo nasal  en  niños”,  sin  hacer  alusión  al  concepto  primer   episodio   (4).   Resulta   interesante   las   diversas  nomenclaturas  erróneas  empleadas  como   sinónimos:   Hiperreactividad   bronquial,   bronquitis   viral,   neumonía   atípica,   debut   de   asma,  entre  otros  (5).  Independiente  de  ello,  se   reconoce   que   su   diagnóstico   es   clínico,   existiendo   numerosos   tratamientos   ensayados  con  resultados  muy  diferentes  debido  a  la  inconsistencia  en  su  definición  (edad  diagnóstica, presencia del VRS, puntajes clínicos, etc).

ETIOLOGÍA

Además  del  VRS  hay  otras  causas  virales: rinovirus (14-30%), bocavirus humano (14-15%),  metapneumovirus  (3-12%),  enterovirus,  adenovirus,  coronavirus  e  influenza  (1-8%)  (6),  no   existiendo   diferencias   clínicas   relevantes   entre ellos. La coinfección ocurre en el 20-30% de  los  niños,  pareciendo  no  estar  asociada  a  una  mayor  gravedad  (7,8);  sin  embargo,  algunos  autores  han  sugerido  que  la  coinfección  de  VRS  con  rinovirus  o  metapneumovirus  se  asocia  a  mayor  morbilidad  (9,10).  Existe  una  marcada estacionalidad, siendo más prevalente durante los meses de invierno (3,4). La infección  por  el  VRS  no  otorga  inmunidad  permanente, siendo frecuente la reinfección a lo largo de  toda  la  vida  (3).  Con  el  uso  de  las  pruebas  de  amplificación  del  ácido  nucleico  ha  mejorado  la  capacidad  para  detectar  diferentes  virus;  detectándose  en  el  30%  de  los  menores  de  6  años  asintomáticos,  lo  cual  puede  ser  debido  a   una   colonización   asintomática,   incubación   antes  de  la  infección  clínica  o  la  diseminación  prolongada después de una infección (11,12).

FISIOPATOLOGÍA

La  BA  se  caracteriza  por  la  inflamación  extensa  y  aumento  en  la  producción  de  moco  asociado  a  necrosis  de  las  células  epiteliales  de los bronquiolos (13). El VRS infecta las células  epiteliales  nasofaríngeas  donde  se  replica  y  luego  de  2-3  días  se  disemina  a  la  vía  aérea  inferior. Esta inflamación se caracteriza por una infiltración  mononuclear  peribronquial  y  edema  de  la  submucosa,  pudiendo  el  daño  tisular  ocurrir  por  una  lesión  viral  directa  o  indirectamente por la activación de la respuesta inmune (6). El daño y la necrosis tisular pueden causar obstrucción  parcial  o  total  del  flujo  de  aire  con  atrapamiento  de  aire  distal,  atelectasias  y  alteración   de   la   relación   ventilación-perfusión,   responsable  final  de  la  hipoxemia  y  aumento  del  trabajo  respiratorio  (4,6).  El  broncoespamo  parece desempeñar un papel menor en la fisiopatología de la BA a diferencia del asma (3,6).

Dr. Luis Enrique Vega-Briceño Pediatra Broncopulmonar Clínica Alemana. Profesor Asociado de Pediatría UDD. Asesor Médico GSK.

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https://www.neumologia-pediatrica.cl/index.php/NP/article/view/326/296