Paciente con dispositivo de estimulación eléctrica cardiaca implantable. ¿Qué debe saber el anestesiólogo?

RESUMEN

El paciente portador de un dispositivo de estimulación eléctrica cardiaca implantable se convierte en un reto para el anestesiólogo debido a que implica un conocimiento integral que abarca su funcionamiento, las indicaciones que llevaron a su implante y las implicaciones que se deben abordar en el perioperatorio. Este artículo busca proporcionar al lector información clara y estructurada que le permita al anestesiólogo enfrentarse de forma segura al escenario de un paciente con un dispositivo de estimulación eléctrica cardiaca implantable programado para cirugía emergente. Se realizó una búsqueda de la evidencia científica disponible en bases de datos (Pubmed / Medline, ScienceDirect, OVID, SciELO), para una revisión no sistemática. La incidencia en el uso de dispositivos de estimulación eléctrica cardiaca viene en aumento. Su funcionamiento es cada vez más complejo lo cual implica una actualización permanente del conocimiento en esta área.

INTRODUCCIÓN

Un dispositivo de estimulación eléctrica cardiaca implantable (DEECI) es un sistema electrónico capaz de generar impulsos eléctricos intermitentes que permiten activar el tejido cardiaco y producir una contracción efectiva. Algunos de estos dispositivos, además de la estimulación cardiaca convencional, tienen la capacidad de detectar taquiarritmias ventriculares y tratarlas mediante desfibrilación.

Las tasas de inserción de DEECI aumentan con la edad. Se estima que entre el 70 % y el 80 % de todos los marcapasos se implantan en pacientes de 65 años o más 1. Con el envejecimiento de la población mundial y con el aumento de la esperanza de vida, las estimaciones de las tasas demográficas de los DEECI han aumentado en la mayoría de los países 2. En el 2011 se publicó la undécima encuesta mundial de estimulación cardiaca y desfibriladores automáticos implantables, la cual informó que en el 2009 había 1.002.664 marcapasos. Estados Unidos representó el mayor número de implantes 3. Prácticamente todos los países mostraron aumentos en el número de implantes desde el 2005 al 2009. Desde que la FDA aprobó el uso de dispositivos para terapia de resincronización cardiaca en el 2001, el uso de estos dispositivos ha aumentado cada vez más, ya sea solos o en combinación con desfibrilador. El Informe del Registro Nacional de ICD de Estados Unidos señala 263.284 procedimientos realizados entre 2010 y 20114. Actualmente, el implante de resincronizadores explica hasta el 40 % de los dispositivos implantados en Estados Unidos 5.

En Colombia se tienen 120 servicios de electrofisiología, marcapasos y arritmias habilitados, según el análisis de situación de salud (ASIS) en Colombia del 2016 6. Sin embargo, no hay estadísticas propias que nos permitan conocer con exactitud el número de pacientes con DEECI o cuantos dispositivos se implantan al año. Se pueden obtener algunos datos de revisiones en las que informan el uso de DEECI, como el artículo de Clara I. Saldarriaga et al., en el cual registra que en un periodo de solo 10 meses, en un centro de cardiología en Medellín, de 511 pacientes que ingresaron al programa de falla cardiaca, el 29,3 % eran portadores de cardiodesfibrilador implantable (CDI) 17. La revisión de Fernando Rosso et al., hace un seguimiento de 9 años a la infección relacionada con los dispositivos cardiovasculares en un centro de cardiología en Cali, este reporta 281 implantes de cardiorresincronizador implantable 8.

Por lo anterior, se estima que el número de pacientes con DEECI representa una cantidad significativa que va en aumento, como también la probabilidad de que en algún momento esta población sea sometida a cirugía cardiaca o no cardiaca. Si a esto le sumamos que los DEECI tienen un funcionamiento cada vez más complejo, se hace obligatorio para el especialista conocer las bases de su funcionamiento, las indicaciones para su implante y los aspectos en el intraoperatorio que pueden alterar el funcionamiento del dispositivo. Un adecuado conocimiento de todas estas variables dará como resultado una atención perioperatoria más segura.

Fabio Alejandro Sepúlveda-López a  b  c  d  *

Luz María Jiménez-Muñoz a

Juan Fernando Agudelo-Uribe d

Jorge Alberto Castro-Pérez d

a Programa de anestesia, Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, Colombia.

b IPS Universitaria Clínica León XIII. Medellín, Colombia.

c Hospital San Vicente Fundación. Medellín, Colombia.

d Clínica CardioVid. Medellín, Colombia.

Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:

http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-33472021000400006&lng=en&nrm=iso&tlng=es