Actualización de la bronquiolitis aguda
- netmd
- 4 de octubre de 2021
- Neumonología
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Resumen
La bronquiolitis aguda es una condición respiratoria frecuente en los niños menores de 2 años. Representa la principal causa de hospitalización infantil y se caracteriza por la presencia de sibilancias asociada a signos de una infección respiratoria alta. El agente etiológico más común es el virus respiratorio sincicial. Existe una falta de consenso con respecto a su definición clínica; y por ello, su tratamiento varía en todo el mundo. El diagnóstico es clínico, sin necesidad de emplear laboratorio o imágenes en forma rutinaria. Diversas revisiones han demostrado que los broncodilatadores, adrenalina, corticoides y antibióticos, entre otros, carecen de eficacia por lo que no se sugiere su empleo. El tratamiento sigue siendo de soporte, mediante la administración de oxígeno y manteniendo una adecuada hidratación. Cuando no se logra disminuir el trabajo respiratorio o corregir la hipoxemia se puede utilizar la presión positiva en la vía aérea para prevenir y controlar la insuficiencia respiratoria. Este artículo desarrolla una breve revisión de las principales características clínicas, epidemiológicas, radiológicas, así como algunos de los diferentes tratamientos publicados en las últimas dos décadas.
INTRODUCCIÓN
Existen pocas condiciones respiratorias tan controvertidas como la bronquiolitis aguda (BA). No sólo ha despertado la pasión y confusión de muchos clínicos, sino que lo más consistente es la inconsistencia publicada en torno a ella. La BA es la infección del tracto respiratorio inferior más común en los niños menores de 2 años. En los Estados Unidos, es responsable de más de 100,000 hospitalizaciones/año en menores de 12 meses, siendo el virus respiratorio sincicial (VRS) el más frecuentemente identificado (1,2). La BA tiene un importante impacto económico y sanitario, así un estudio reportó un costo promedio de $8.530 paciente/admisión, lo que representó $1.7 billones a nivel país (1). Una proporción sustancial de niños experimentará al menos un episodio de BA y hasta el 2-3% de todos los niños serán hospitalizados por BA antes de su primer cumpleaños (3).A pesar de su elevada prevalencia, su diagnóstico carece de una definición internacional única. La Academia Americana de Pediatría (AAP) definió la BA como la presencia de “rinitis, taquipnea, sibilancias, tos, crepitaciones, uso de músculos accesorios y/o aleteo nasal en niños”, sin hacer alusión al concepto primer episodio (4). Resulta interesante las diversas nomenclaturas erróneas empleadas como sinónimos: Hiperreactividad bronquial, bronquitis viral, neumonía atípica, debut de asma, entre otros (5). Independiente de ello, se reconoce que su diagnóstico es clínico, existiendo numerosos tratamientos ensayados con resultados muy diferentes debido a la inconsistencia en su definición (edad diagnóstica, presencia del VRS, puntajes clínicos, etc).
ETIOLOGÍA
Además del VRS hay otras causas virales: rinovirus (14-30%), bocavirus humano (14-15%), metapneumovirus (3-12%), enterovirus, adenovirus, coronavirus e influenza (1-8%) (6), no existiendo diferencias clínicas relevantes entre ellos. La coinfección ocurre en el 20-30% de los niños, pareciendo no estar asociada a una mayor gravedad (7,8); sin embargo, algunos autores han sugerido que la coinfección de VRS con rinovirus o metapneumovirus se asocia a mayor morbilidad (9,10). Existe una marcada estacionalidad, siendo más prevalente durante los meses de invierno (3,4). La infección por el VRS no otorga inmunidad permanente, siendo frecuente la reinfección a lo largo de toda la vida (3). Con el uso de las pruebas de amplificación del ácido nucleico ha mejorado la capacidad para detectar diferentes virus; detectándose en el 30% de los menores de 6 años asintomáticos, lo cual puede ser debido a una colonización asintomática, incubación antes de la infección clínica o la diseminación prolongada después de una infección (11,12).
FISIOPATOLOGÍA
La BA se caracteriza por la inflamación extensa y aumento en la producción de moco asociado a necrosis de las células epiteliales de los bronquiolos (13). El VRS infecta las células epiteliales nasofaríngeas donde se replica y luego de 2-3 días se disemina a la vía aérea inferior. Esta inflamación se caracteriza por una infiltración mononuclear peribronquial y edema de la submucosa, pudiendo el daño tisular ocurrir por una lesión viral directa o indirectamente por la activación de la respuesta inmune (6). El daño y la necrosis tisular pueden causar obstrucción parcial o total del flujo de aire con atrapamiento de aire distal, atelectasias y alteración de la relación ventilación-perfusión, responsable final de la hipoxemia y aumento del trabajo respiratorio (4,6). El broncoespamo parece desempeñar un papel menor en la fisiopatología de la BA a diferencia del asma (3,6).
Dr. Luis Enrique Vega-Briceño Pediatra Broncopulmonar Clínica Alemana. Profesor Asociado de Pediatría UDD. Asesor Médico GSK.
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