Alergia alimentaria, puntos clave para la práctica clínica

Resumen

La alergia alimentaria es una reacción inmunológica que se presenta de forma frecuente en la edad pediátrica; su prevalencia es mayor en los países industrializados y en promedio afecta a 8 % de la población. Los alimentos más frecuentemente involucrados son leche, huevo, soya, cacahuate, pescado, trigo, mariscos y frutos secos. La alergia alimentaria se puede dividir en tres grupos: alergia alimentaria mediada por inmunoglobulina E, no mediada por inmunoglobulina E y mixta. Los síntomas dependerán de los mecanismos inmunológicos y se pueden dividir en inmediatos o tardíos; los inmediatos se presentan en las primeras dos horas de la ingesta y los tardíos posterior a la segunda hora y hasta 72 horas. Para el diagnóstico se debe obtener la historia clínica, realizar exploración física y exámenes de laboratorio; un diagnóstico erróneo puede llevar a dietas de eliminación innecesarias. El estándar de oro es el reto oral doble ciego controlado con placebo. El tratamiento principal es la restricción del alimento, en la cual se debe tener en cuenta las implicaciones nutricionales y psicológicas que conlleva. Otro tratamiento es la inmunoterapia oral, que se recomienda en quienes no pueden llevar a cabo dieta de eliminación por la importante afectación de la calidad de vida.

Introducción

El primer reporte de un paciente con alergia alimentaria fue hecho en China hace más de 4000 años.1 En los escritos de Hipócrates se refería a “humores hostiles” en algunos hombres que sufrían al consumir queso. Tito Lucrecio Caro (98-55 a. C.) escribió en uno de sus poemas: “Para lo que algunos es comida, para otros es veneno”, sugiriendo fuertemente que desde hace más de 2000 años ya se conocían las reacciones adversas de los alimentos.1

La alergia alimentaria es frecuente que se presente en pacientes con atopia; esta última definida como una predisposición genética a desarrollar una respuesta inmune mediadas por inmunoglobulina (Ig) E.2 La marcha atópica se refiere a la historia natural de la progresión de las enfermedades alérgicas que usualmente inician en etapas tempranas de la vida, estas incluyen la rinitis alérgica, dermatitis atópica, asma y la alergia alimentaria; estas pueden ocurrir de forma aislada o en una progresión característica, empezando con dermatitis atópica como primera manifestación de atopia, alergia alimentaria, posteriormente asma y finalizando con rinitis alérgica.2,3

Actualmente se ha introducido un nuevo concepto, el de danza atópica, esto debido a que las enfermedades alérgicas se ven influenciadas por factores genéticos y ambientales, lo que crea numerosas interacciones dejando de lado una progresión lineal de estas enfermedades.2

Joaquín A. Pimentel-Hayashi

Blanca E. Del Río-Navarro

Omar Josué Saucedo-Ramírez

Secretaría de Salud, Hospital Infantil de México Federico Gómez, Departamento de Alergia e Inmunología Pediátrica, Ciudad de México, México., México

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