Alergia grave (anafilaxia) tras picadura de abeja o avispa
- netmd
- 12 de julio de 2017
- Alergología e Inmunología Clínica
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Las picaduras por himenópteros (abejas y avispas) son, tras los alimentos, la causa más frecuente de anafilaxia (reacción alérgica grave y sistémica o generalizada) en los niños. Es más frecuente en los niños ya en edad escolar y adolescentes.
La aparición de los síntomas suele ser muy rápida, más que en los casos de alergia a alimentos, y la muerte se puede producir en los primeros 30 minutos tras la picadura, aunque la mayoría de las muertes por picadura de abeja o avispa ocurren en adultos.
La frecuencia de reacciones alérgicas sistémicas o generalizadas graves tras estas picaduras es de un 1% en los niños, menos frecuente que en los adultos. El riesgo de reacciones sistémicas tras nuevas picaduras en un niño que ya ha sufrido una reacción previa es del 10% y habitualmente estas reacciones son de una gravedad similar o más leve que la primera; solo el 1-3% presentarán síntomas más graves tras esta nueva picadura.
Este tipo de alergia se puede prevenir mediante la inmunoterapia específica (“vacunas” que disminuyen la sensibilización del niño); el alergólogo pediátrico determinará los casos en que esté indicada.
¿Qué se puede hacer para disminuir el riesgo de picadura de avispa o abeja?
Evitar comer y beber al aire libre, el uso de perfumes, no llevar ropa de colores vivos, ni andar descalzo por la hierba.
Llevar ropa y calzado que cubran brazos, piernas y pies y usar sombrero.
No acercarse a árboles con fruta, flores, arbustos y zonas con basura; tampoco a colmenas, panales o nidos de avispas. Tener precaución en zonas de piscinas y estanques. No hacer trabajos de jardinería.
Viajar en coche con las ventanillas cerradas. Si el insecto entra en el coche, detenerse y rociar con insecticida hasta que salga o muera.
Evitar los movimientos bruscos cuando se vea una avispa o abeja.
Se puede utilizar un repelente de insectos, aunque no es muy eficaz.
Finalmente, es muy importante llevar consigo la medicación indicada por su pediatra o alergólogo para el caso de que se presente una reacción alérgica, y aprender a utilizarla por si fuera necesario.
¿Qué hacer si a un niño le pica una abeja o avispa?
Tener calma, la mayoría de las picaduras en los niños no son graves y no necesitan nada más que aplicar frío en la zona.
Es recomendable acudir al centro sanitario más cercano para tratamiento y vigilancia si el niño ha tenido reacciones previas graves o comienza con picor en los ojos, las palmas y las plantas, además de enrojecimiento generalizado del cuerpo, dificultad para respirar, malestar general, palidez y frialdad en la piel, náuseas o vómitos. Lo más importante en estos casos es pincharse adrenalina. La adrenalina se puede repetir varias veces, cada 20 minutos si es necesario.
En el camino, también puede tomar la medicación que le haya recetado su pediatra (por ejemplo, antihistamínicos para los síntomas de la piel, la nariz o los ojos; broncodilatadores si tiene pitos y dificultad respiratoria)