Alopecia areata: una revisión de la patogenia y nuevas dianas terapéuticas

RESUMEN

La Alopecia areata (AA) es una enfermedad inflamatoria que afecta al folículo piloso produciendo pérdida de cabello no cicatrizal. Esta patología impacta negativamente la calidad de vida del paciente porque no existe tratamiento curativo ni eficaz a largo plazo, además que la respuesta a los tratamientos actuales es muy variable de persona a persona. Esto condiciona ciertos niveles de ansiedad y discapacidad en la población afectada. Es así, que en los últimos años se ha demostrado la importancia del rol inmunológico en la patogenia de la enfermedad, para poder crear nuevas dianas terapéuticas como los inhibidores de JAK, inhibidores de citoquinas, terapias que han demostrado ser seguras y eficaces. En esta revisión describimos, con un enfoque inmunológico, la patogenia de la enfermedad; así como el tratamiento convencional existente y los nuevos rumbos que está tomando el tratamiento en AA

INTRODUCCIÓN

La (AA) es una enfermedad poligénica compleja, típicamente recidivante y persistente, mediada por el sistema inmunológico que dirige su actividad hacia el folículo piloso. Se caracteriza por la pérdida de pelo no cicatrizal con una evolución impredecible en cada paciente1 . Durante los últimos años se han planteado numerosas hipótesis que permitan comprender la patogénesis, la relación existente entre la actividad cerebral con los componentes de la piel, además de la explicación de los factores asociados a la inflamación perifolicular2 .Entre los factores implicados, en los genéticos se busca establecer los posibles genes que otorgarían susceptibilidad a desarrollar AA, así como la utilización de la genómica funcional en modelos animales para tratar de restaurar el privilegio inmunitario3 . Es por ello que surge una gran necesidad de terapias efectivas a largo plazo y que no repercutan en la calidad de vida, donde la terapia biológica juega un rol fundamental en el reemplazo de los tratamientos convencionales que son inespecíficos en una era en la que se desarrollan anticuerpos monoclonales dirigidos a las citoquinas implicadas en su inmunopatogénesis1 . En esta revisión explicamos de manera concreta e ilustrativa los factores genéticos, celulares y ambientales en relación a su patogénesis. Asimismo, describimos la evolución de los tratamientos, desde los convencionales hasta la inmunoterapia en la que actualmente se viene generando evidencia en su uso efectivo y seguro.

PATOGENIA

Pérdida del privilegio inmunológico Algunos de los órganos vitales del cuerpo tienen una capacidad regenerativa limitada, y la más mínima inflamación dentro de ellos puede tener resultados devastadores. Una adaptación, llamada privilegio inmunitario, protege dichos órganos del daño potencial del reconocimiento inmunológico al crear un estado anérgico que incluso podría tolerar un injerto extraño dentro del tejido. Entre los sitios inmunes privilegiados más conocidos se encuentran el sistema nervioso central, los testículos, la placenta, los ojos y los folículos pilosos, los cuales tienen la capacidad de tolerar la presencia de antígenos sin desencadenar una respuesta inmune inflamatoria4 . En condiciones fisiológicas normales, en el folículo piloso y alrededor de este se genera un medio de señalización inmunoinhibidora local, que suprime las moléculas de superficie necesarias para presentar autoantígenos a las células natural killer (NK), incluidos los linfocitos T CD83 . Existen varios mecanismos responsables de mantener el privilegio inmunitario. Primero, la ausencia de drenaje linfático y la presencia de la matriz extracelular pueden servir como barreras físicas para las células inmunes invasoras. Las células del folículo piloso también producen factores que suprimen la expresión del complejo mayor de histocompatibilidad (CMH) para proteger sus antígenos. Estos guardianes del privilegio inmunitario incluyen al factor de crecimiento transformante beta (TGF-β), la hormona estimulante de alfa-melanocitos (α-MSH), la indoleamina-2,3-dioxigenasa (IDO), la IL-10, péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP), factor de crecimiento similar a la insulina 1 (IGF-1) y somatostatina (Figura Nº 1). Todas estas características permiten que el folículo piloso en anágeno sea caracterizado como un sitio inmunológico privilegiado4 . Numerosos estudios han logrado demostrar diferentes aspectos de la ruptura del privilegio inmunitario en la AA. La presencia de linfocitos, células dendríticas y células NK en el área peribulbar del folículo piloso, es una prueba sólida del colapso del privilegio inmunitario en AA. Los estudios también han demostrado una mayor expresión de CMH I y II en las lesiones de AA en comparación con los folículos pilosos normales. Se ha visto que los guardianes del privilegio inmunitario son menores en la AA3.4. El péptido intestinal vasoactivo (VIP), liberado por las fibras nerviosas sensoriales perifoliculares, también se cree que es un neuropéptido inmunoinhibidor que podría tener un papel en el privilegio inmunológico4,5.

Kevin Flores-Lovon1, Zayda Y. Calisaya-Incacutipa1, Briang V. Benavides1 , Judith M. Merma-Valero1, Ana I. Companoca-Huirse1, Julio E. Valdivia-Silva2

  1. Grupo de Investigación en Inmunología, Facultad de Medicina, Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, Perú.
  2. Departamento de Bioingeniería, Universidad de Ingeniería y Tecnología – UTEC, Lima, Perú.

Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:

revista_Cdgj_03_Inmunodermato_hoy_30-3.pdf (dermatologiaperuana.pe)