Anafilaxia por dipirona en gestante con analgesia epidural de parto

Resumen

La anafilaxia es una grave reacción sistémica de hipersensibilidad de inicio súbito e impredecible, presenta un cuadro clínico que compromete gravemente los sistemas cutáneo, respiratorio y cardiovascular. En gestantes el diagnóstico y tratamiento pueden ser difíciles por los cambios fisiológicos del embarazo y el riesgo del bienestar fetal. Se reporta el caso de una gestante en trabajo de parto que presenta anafilaxia luego de la administración de dipirona y analgesia epidural de parto. Se evidenció buena respuesta al tratamiento con adrenalina, con adecuada recuperación luego del evento. La paciente no tenía antecedentes de hipersensibilidad a la dipirona u otros fármacos, para identificar el agente causal se realizó una prueba de activación de basófilos a la dipirona resultando negativa y posteriormente se realizaron pruebas cutáneas: Prick Test y prueba intradérmica con todos los fármacos sospechosos dando ambas pruebas positivas a dipirona.

Introducción

Descripción del caso

La anafilaxia es una grave reacción sistémica de hipersen- sibilidad de aparición súbita e impredecible[1],[2], en gestantes su incidencia es de 1,6 a 2,7 casos por 100.000 nacimientos[2],[3],[4], se presenta generalmente en el parto[5], con una mortalidad entre 3,5% a 5%[3],[5]. El colapso materno cardiovascular y respiratorio puede causar morbimortalidad fetal y neonatal por hipoperfusión útero-placentaria[6], se ha reportado 14,3% de incidencia de encefalopatía hipóxica neonatal en casos de anafilaxia en gestantes[5].

La primera causa de anafilaxia en gestantes son los antibióticos especialmente penicilinas[2],[4], siguen los antiinflamatorios no esteroideos (AINES), misoprostol, ácido tranexámico, er- gometrina, hierro endovenoso, coloides, clorhexidina y látex[7]; es muy rara la alergia a anestésicos locales y opioides.

La dipirona (metamizol) derivada de la pirazolona, se utiliza como analgésico y antipirético, reportándose graves reacciones adversas como síndrome de Stevens-Johnson, agranulocitosis y anafilaxia[8], con una incidencia de reacciones alérgicas de 1/5.000 administraciones parenterales[8]. Está prohibida y restringida en varios países, en Latinoamérica es muy utilizada por ser un fármaco económico y fácil de administrar.

Eddisson Quispe Pilco1, Jhoscy Quispe Pilco2, Marjorie Calderón Lozano2, Jessica León Castillo3, Jorge Solsol Figueroa3, Magaly Cavalcanti Castillo4

1 Médico Anestesiólogo, Magíster en Docencia e Investigación en Salud. Departamento de Anestesiología, Instituto Nacional Materno Perinatal. Lima, Perú.

2 Médico Anestesiólogo, Departamento de Anestesiología, Instituto Nacional Materno Perinatal. Lima, Perú

3 Médico Residente Anestesiología, Instituto Nacional Materno Perinatal. Lima, Perú.

4 Médico especialista Inmunología y Alergia, Departamento de Medicina Interna, Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen. Lima, Perú.

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https://revistachilenadeanestesia.cl/revchilanestv52n6-13/