Apósitos con antibióticos, último avance argentino para personas con diabetes

19/1/18, 09:40 BUENOS AIRES, enero 19: Un grupo de científicos nacionales desarrollaron una técnica para curar heridas en personas con esta enfermedad, que suelen sufrir infecciones que llegan a gangrenas e incluso amputaciones.

Se estima que en el país uno de cada 10 personas sufre diabetes. Como sucede en el mundo, el avance de la enfermedad va de la mano de algunas tendencias como el sedentarismo, y genera gastos millonarios en los sistemas de salud. En los últimos tiempos, la ciencia busca no sólo una cura para el mal, sino además paliativos a sus principales consecuencias. Una de ellas está vinculada a las infecciones que se generan en la piel, producto de los problemas de circulación. En el país, un grupo de científicos se centró en este problema, y desarrollo una técnica para crear apósitos con antibióticos, que se adaptan a las heridas y evitan posibles infecciones. Para eso, se escanea la zona y se crea un molde, con materiales macro-moleculares producidos por los seres vivos, como algas o microorganismos. 

Los investigadores del Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales (CINDEFI) del CONICET, que depende de la Universidad Nacional de La Plata, buscaron una forma de hacer más efectivos la forma de curra heridas en personas con diabetes, para evitar infecciones, que son frecuentes en este mal. Así, crearon una técnica que se basa en el escaneo de la herida, a parir del cual se crea un molde por computadora que se imprime utilizando un biopolímero, como se llaman los materiales producidos por los seres vivos, como algas o microorganismos. “Buscamos imprimir estructuras diseñadas a medida del paciente para depositar sobre el tejido y evitar infecciones, que suelen derivar en gangrenas o amputaciones”, contó el químico Guillermo Castro, investigador principal del Conicet y director del Laboratorio de Nanobiomateriales. 

El equipo de Castro comenzó el proyecto hace tres años. “Ahora presentamos el prototipo de bioimpresora, que es la primera de su tipo en el país. Lo que necesitamos es financiamiento para desarrollarla, pero si todo sale bien podría estar disponible pronto”, afirmó. “Como investigamos con materiales biológicos, nos interesa obtener piezas con volumen que sean compatibles con la vida, por lo que las impresoras 3D convencionales que utilizan plásticos no nos sirven”, precisó. Castro comentó que “la idea es desarrollar tecnología propia, ya que en el mercado existen parches genéricos que se importan de Alemania o Estados Unidos y son muy caros”. “Planteamos hacer parches de diseño personalizado, es decir a partir del diagnóstico de cada paciente”, con una “tecnología multipropósito” que está pensada “en principio para personas diabéticas” pero que “servirá también para otros tipos de lesiones de la piel, como quemaduras o heridas”. 

“Trabajamos con las heridas de los diabéticos dado que un informe de la Organización Mundial de la Salud advierte que a nivel global hay 422 millones de enfermos, y un gran porcentaje de ellos padece heridas crónicas”, graficó Castro. La diabetes es una enfermedad que afecta al sistema nervioso y a la vascularización periférica, por lo que el paciente pierde sensibilidad ante una lastimadura y la cauterización de la herida demora mucho. Por eso se forman las llamadas “escaras” o “úlceras por presión”, con tejido muerto que favorece la aparición de microorganismos y suele generar infecciones que pueden esparcirse.

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