Asociación entre el Sangrado y la Detección de un Nuevo Cáncer y su Pronóstico en Pacientes con Infarto Agudo de Miocardio
- netmd
- 13 de diciembre de 2022
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23 de noviembre de 2022
El sangrado clínicamente significativo luego de una angioplastia coronaria (ATC) ocurre en el 1-8% de los pacientes por año, dependiendo de las características de los pacientes y de la definición de sangrado que se utilice. El sangrado post-ATC puede resultar no solo en la discontinuación prematura de los agentes antiagregantes plaquetarios, sino que puede revelar, durante la evaluación del origen del sangrado, un tumor maligno no diagnosticado previamente.
Youngcheol Ahn y cols. utilizando la base de datos del Registro COREA-AMI evaluaron la incidencia y el impacto pronóstico del cáncer detectado en el contexto de un sangrado en pacientes con infarto agudo de miocardio (IAM) sometidos a ATC.
Incluyeron para el análisis 10.364 pacientes con IAM sometidos a ATC sin historia previa de cáncer entre enero de 2004 y agosto de 2014.
Durante una mediana de 4.9 años, 1080 pacientes presentaron sangrado BARC 2, 3 o 5 de los cuales 88 (8.1%) presentaron diagnóstico de un nuevo cáncer.
Los pacientes que presentaron sangrado BARC 2, 3 o 5, comparados con los que no tuvieron sangrado, tenían mayor edad, menor índice de masa corporal y presentaban más frecuentemente antecedentes de ACV, sangrado, anemia, trombocitopenia y se encontraban tomando anticoagulantes orales o analgésicos.
Al momento del sangrado, solo el 20% de los pacientes se encontraban bajo tratamiento con doble antiagregación plaquetaria y 3% tratados con anticoagulantes orales. Ninguno de los pacientes se encontraban con triple esquema.
El cáncer gastrointestinal fue el más frecuentemente diagnosticado seguido por el cáncer de pulmón y genitourinario. Dentro de los gastrointestinales, el más frecuente fue el de estómago (53.8%) y de los genitourinarios el cancer de próstata (37.5%).
La ocurrencia de sangrado BARC 2,3 o 5 se asoció con un aumento en el riesgo de diagnóstico de un nuevo cáncer (HR 3.29, IC95%: 2.50-4.32).
En particular, hubo asociaciones robustas entre el sangrado gastrointestinal y el diagnóstico de nuevo cáncer gastrointestinal (HR 19.96, IC95%: 11.30-29.94) y entre el sangrado genitourinario y el diagnóstico de un nuevo cáncer genitourinario (HRs 28.95, IC95%: 14.69-57.07).
La mayoría de los cáncer gastrointestinales y genitourinarios fueron diagnosticados dentro del 1 año del sangrado.
Los pacientes con diagnóstico de un nuevo cáncer presentaron una mayor mortalidad no cardiovascular pero similar mortalidad cardiovascular comparados con aquellos que no tuvieron cáncer en el seguimiento.
Los pacientes que presentaron sangrado BARC 2, 3 o 5 presentaron un riesgo significativamente mayor de mortalidad cardiovascular y no cardiovascular, comparados con los que no tuvieron sangrados.
El sangrado BARC 2, 3 o 5 previo al diagnóstico de un nuevo cáncer se asoció con un aumento en el riesgo de mortalidad por todas las causas, mortalidad cardiovascular y no cardiovascular comparados con los pacientes que tuvieron un diagnóstico de cáncer sin sangrado previo.
El sangrado previo al diagnóstico de un nuevo cáncer no se asoció con una mejor sobrevida, independientemente del momento del diagnóstico del cáncer.
¿Qué podemos recordar?
El sangrado clínicamente significativo, especialmente gastrointestinal y genitourinario en pacientes con IAM se asoció con un aumento en el riesgo de diagnóstico de un nuevo cáncer. Sin embargo, el sangrado precedente a la detección de un nuevo cáncer no se asoció con una mejor sobrevida.
Alfonsina Candiello
FUENTE: MedEcs