ATC guiada por iFR ¿es igual en la descendente anterior que en el resto de los vasos?
- netmd
- 6 de diciembre de 2023
- Cardiología
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El índice de iFR ha sido validado como una herramienta útil para el análisis de las lesiones intermedias, con la ventaja de no requerir el uso de drogas. Sin embargo, su aplicación para evaluar los resultados de las angioplastias aún no ha sido completamente analizada, aunque existen datos alentadores.
ATC guiada por iFR ¿es igual en la descendente anterior que en el resto de los vasos?
En el Estudio DEFINE PCI, el 24% de los casos presentaron un iFR ≤0.89 con una angiografía exitosa. Aquellos que alcanzaron un iFR ≥0.95 después de un año de seguimiento mostraron una menor incidencia de mortalidad cardiovascular, infarto y revascularización guiada por isquemia.
Un análisis del Estudio DEFINE PCI incluyó la evaluación de 506 vasos, de los cuales el 61.5% correspondía a la arteria coronaria derecha (DA) y 38.5% a otras arterias (99 en la arteria coronaria izquierda y 96 en la arteria circunfleja). Se excluyeron aquellos con dos vasos, que incluían el tronco coronario izquierdo (TCI).
El punto final primario a los 12 meses fue TVF, definido como el compuesto de muerte cardiovascular, infarto y TVR guiado por isquemia.
No se observaron diferencias significativas en la presencia de bifurcaciones (4%), longitud (21.2 mm), diámetro del stent utilizado (3.0 mm) ni en la máxima presión de los balones (18 ATM).
En la DA, las lesiones calcificadas fueron más frecuentes (43.4% vs. 29.7%, p=0.002), el diámetro del vaso de referencia fue menor (2.73 mm vs 2.84 mm, p<0.0001) y se requirió una mayor post-dilatación (63.8% vs. 51.5%, p=0.007).
Antes de la angioplastia coronaria (ATC), el iFR de las lesiones en la DA fue mayor (0.82 [0.63, 0.86] vs. 0.72 [0.49, 0.84]; p<0.0001). Después de la ATC, no hubo diferencias angiográficas en la lesión residual, que fue del 19%.
La presencia de un iFR subóptimo (<0.95) fue mayor en la DA (77.8% vs 22.6%, p<0.0001). La presencia de lesiones residuales focales intrastent fue mayor en la DA (53.7% vs 27.3%, p=0.0009). No se observaron diferencias en el punto final primario a los 12 meses entre los grupos.
En ambos grupos, la mejora del iFR después de la ATC se asoció significativamente con una disminución de la angina y una mejora en la calidad de vida.
Los predictores independientes de un iFR bajo después de la ATC en la DA fueron la edad, una superficie corporal grande y vasos pequeños; mientras que en las lesiones que no involucraron la DA, fueron las calcificaciones y el diámetro del vaso de referencia.
Conclusión
En conclusión, tras una ATC con angiografía exitosa, el iFR posterior fue menor en las lesiones de la DA en comparación con las lesiones que no involucraron la DA, lo que resultó en una alta prevalencia de un iFR subóptimo en la DA. Esta disparidad se atribuye en parte a una mayor frecuencia de un gradiente residual focal dentro del segmento del stent, que podría beneficiarse de una ATC más agresiva.
Dr. Carlos Fava.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.