Aumento de la incidencia de tumores sólidos en menores de 50 años.
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- 18 de septiembre de 2023
- Oncología Médica
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Aumento de la incidencia de tumores sólidos en menores de 50 años. Adrian Hunis MD Editor Jefe de Oncología NetMD Miembro Emérito de ASCO Miembro Emérito de ESMO Resumen El cáncer sigue siendo un importante desafío para la salud global, con una variedad de factores de riesgo que contribuyen a su desarrollo. Este artículo de revisión integral examina el incremento de casos en menores de 50 años y evalúa el papel multifacético de los factores epidemiológicos en la etiología del cáncer y explora diversas estrategias para su prevención. La revisión sintetiza hallazgos actuales de investigación sobre el impacto de las elecciones de estilo de vida, las exposiciones ambientales y las predisposiciones genéticas en el riesgo de cáncer. También se aborda la importancia de la detección temprana y se resaltan vías prometedoras para la prevención del cáncer mediante vacunación, intervenciones dietéticas y modificaciones en el estilo de vida. Al analizar el cuerpo existente de evidencia, este artículo proporciona valiosas perspectivas sobre la compleja interacción de factores que contribuyen a la incidencia del cáncer y ofrece orientación para intervenciones de salud pública destinadas a reducir la carga global de esta enfermedad. Introducción Entre los años, 1990 a 2019, se ha observado un sorprendente aumento del 80% en los nuevos casos de cáncer en individuos menores de 50 años en todo el mundo, según una investigación publicada en la revista especializada British Medical Journal Oncology. (Anticancer chemotherapy in teenagers and young adults: managing long term side effects) BMJ 2016; 354 doi: https://doi.org/10.1136/bmj.i4567 (Published 07 September 2019) Cite this as: BMJ 2019):354:i4567 Desarrollo El aumento en la incidencia de tumores sólidos en adultos (Fig. 1) menores de 50 años puede estar relacionado con varios factores, como cambios en el estilo de vida, factores genéticos y ambientales. Algunas posibles razones para este aumento incluyen: Estilo de vida poco saludable: La dieta deficiente, la falta de ejercicio, el consumo de tabaco y el consumo excesivo de alcohol pueden aumentar el riesgo de desarrollar tumores sólidos. Obesidad: La obesidad está relacionada con un mayor riesgo de varios tipos de cáncer, como el cáncer de colon, de mama y de riñón. Exposición a carcinógenos ambientales: La exposición a sustancias químicas y carcinógenos en el ambiente laboral o en el entorno cotidiano puede contribuir al desarrollo de tumores. Cambios en la detección y diagnóstico: Los avances en la detección temprana y las mejoras en las técnicas de diagnóstico pueden llevar a un aumento en el diagnóstico de tumores en personas más jóvenes. 5. Factores genéticos: Algunos cánceres tienen un componente genético, y las personas con antecedentes familiares de cáncer pueden estar en mayor riesgo. Fig.1 Incidencia de tumores sólidos más frecuentes. Estilo de vida poco saludable Un estilo de vida poco saludable se caracteriza por una serie de comportamientos y hábitos que pueden tener un impacto negativo en la salud física y mental de una persona. Algunos ejemplos de un estilo de vida poco saludable incluyen: Dieta deficiente: Consumir regularmente alimentos altos en grasas saturadas, azúcares añadidos y alimentos procesados puede aumentar el riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud. Falta de ejercicio: La inactividad física y el sedentarismo pueden contribuir a la obesidad, debilitar los músculos y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2. Consumo de tabaco: Fumar tabaco es una de las principales causas de enfermedades pulmonares y cáncer, además de tener efectos negativos en la salud cardiovascular. Consumo excesivo de alcohol: El abuso de alcohol puede causar una serie de problemas de salud, como enfermedades del hígado, trastornos mentales y aumentar el riesgo de accidentes. Falta de sueño: No dormir lo suficiente puede tener un impacto negativo en la salud mental y física, aumentando el riesgo de problemas como la obesidad, la depresión y la fatiga crónica. Estrés crónico: El estrés constante puede tener efectos perjudiciales en el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con el estrés. No gestionar el estrés: La falta de técnicas adecuadas de manejo del estrés, como la meditación o la actividad física, puede contribuir a problemas de salud mental. Falta de atención médica preventiva: No someterse a chequeos médicos regulares y no buscar atención médica cuando sea necesario puede llevar a la detección tardía de problemas de salud. Adoptar un estilo de vida más saludable implica tomar decisiones conscientes para mejorar la dieta, aumentar la actividad física, evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol, gestionar el estrés y buscar atención médica preventiva. Estos cambios pueden tener un impacto positivo en la salud a largo plazo y ayudar a prevenir enfermedades crónicas. Obesidad La obesidad es una condición médica caracterizada por un exceso de grasa corporal que puede tener efectos adversos significativos en la salud. Se suele medir a través del índice de masa corporal (IMC), que relaciona el peso y la altura de una persona. Un IMC igual o superior a 30 se considera obesidad. Algunos factores que contribuyen a la obesidad incluyen: Dieta poco saludable: Consumir regularmente alimentos ricos en calorías vacías, azúcares añadidos y grasas saturadas puede llevar al aumento de peso. Falta de actividad física: El sedentarismo y la falta de ejercicio contribuyen al desequilibrio entre la ingesta de calorías y el gasto de energía, lo que favorece el aumento de peso. Genética: La predisposición genética puede influir en la probabilidad de desarrollar obesidad, aunque el entorno y los hábitos de vida también desempeñan un papel importante. Factores emocionales y psicológicos: El estrés, la depresión y otros factores emocionales pueden llevar a la ingesta excesiva de alimentos como una forma de afrontar emociones negativas. Medicamentos y condiciones médicas: Algunos medicamentos y condiciones médicas pueden contribuir al aumento de peso. La obesidad se asocia con una serie de problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, hipertensión, apnea del sueño, enfermedades del hígado, trastornos musculoesqueléticos y ciertos tipos de cáncer. También puede tener un impacto negativo en la calidad de vida y la salud mental. Exposición a carcinógenos ambientales La exposición a carcinógenos ambientales se refiere a la presencia y contacto con sustancias químicas o agentes en el entorno que tienen el potencial de causar cáncer. Estos carcinógenos pueden estar presentes en el aire que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos que consumimos y en varios aspectos de nuestro entorno cotidiano. Algunos ejemplos de carcinógenos ambientales incluyen: Humo de tabaco: Fumar tabaco es una de las principales causas de cáncer en todo el mundo. Los químicos tóxicos presentes en el humo del tabaco pueden dañar el ADN y aumentar el riesgo de cáncer de pulmón, boca, garganta, esófago y otros órganos. Contaminantes del aire: La exposición a contaminantes del aire como el humo de escape de vehículos, las emisiones industriales y los compuestos orgánicos volátiles puede aumentar el riesgo de cánceres respiratorios y otros tipos de cáncer. Productos químicos en el lugar de trabajo: Algunos trabajadores pueden estar expuestos a sustancias químicas carcinógenas en sus entornos laborales, como asbestos, formaldehído, benceno y arsénico. Radiación ultravioleta (UV) del sol: La exposición excesiva a la radiación UV del sol puede dañar el ADN en la piel y aumentar el riesgo de cáncer de piel, incluyendo el melanoma. Contaminantes del agua: La presencia de contaminantes químicos en el agua potable, como el arsénico y los subproductos de la desinfección, puede aumentar el riesgo de cáncer si se consume a largo plazo. Productos químicos en alimentos: Algunos aditivos alimentarios, pesticidas y productos químicos utilizados en la agricultura pueden contaminar los alimentos y, cuando se consumen en exceso, aumentar el riesgo de cáncer. La exposición a carcinógenos ambientales puede aumentar el riesgo de cáncer debido a que estos agentes pueden dañar el ADN de las células y desencadenar mutaciones que llevan al crecimiento descontrolado de células cancerosas. La prevención de la exposición a carcinógenos ambientales implica medidas como evitar fumar, reducir la exposición al sol sin protección, seguir regulaciones de seguridad en el lugar de trabajo y mantener una dieta equilibrada con alimentos seguros. Además, las agencias gubernamentales y organizaciones de salud trabajan para regular y reducir la exposición a carcinógenos ambientales a través de políticas y regulaciones. Cambios en la detección y el diagnóstico Los cambios en la detección y el diagnóstico de enfermedades, incluyendo el cáncer, han experimentado avances significativos en las últimas décadas gracias a la investigación médica y el desarrollo de nuevas tecnologías. Algunos de estos cambios incluyen: Mejoras en las técnicas de imagen: Las técnicas de imagen, como la tomografía computarizada (TC), la resonancia magnética (RM) y la mamografía, han mejorado en términos de resolución y precisión. Esto permite detectar tumores más pequeños y evaluar con mayor precisión su extensión. Screening y exámenes de detección: Se han establecido programas de screening y exámenes de detección para diversas enfermedades. Por ejemplo, la mamografía y las pruebas de Papanicolaou se utilizan para detectar cáncer de mama y cervical respectivamente en etapas tempranas. Avances en biopsias: Las biopsias se han vuelto menos invasivas y más precisas gracias a técnicas como la biopsia líquida, que permite detectar marcadores tumorales en muestras de sangre o fluidos corporales. Marcadores tumorales: Se han identificado marcadores específicos en la sangre u otros fluidos corporales que pueden indicar la presencia de un tumor, lo que facilita la detección temprana y el seguimiento del cáncer. Secuenciación genómica: La secuenciación del ADN ha permitido identificar mutaciones genéticas asociadas con el cáncer, lo que puede guiar el tratamiento y la toma de decisiones clínicas más precisas. Telemedicina y salud digital: La telemedicina y las aplicaciones de salud digital permiten a los pacientes acceder a servicios médicos y hacer un seguimiento de su salud de manera más conveniente, lo que puede facilitar la detección y el diagnóstico temprano. Inteligencia artificial: La inteligencia artificial se utiliza en la interpretación de imágenes médicas y análisis de datos clínicos, lo que puede mejorar la precisión y velocidad del diagnóstico. Factores genéticos Los factores genéticos desempeñan un papel importante en la susceptibilidad a diversas enfermedades, incluyendo el cáncer. Aquí hay algunas consideraciones clave relacionadas con los factores genéticos en el cáncer: Predisposición genética: Algunas personas tienen una predisposición genética heredada que las hace más propensas a desarrollar ciertos tipos de cáncer. Esto se debe a mutaciones genéticas que aumentan el riesgo. Ejemplos notables incluyen las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, que aumentan significativamente el riesgo de cáncer de mama y ovario. Mutaciones adquiridas: Además de las mutaciones genéticas heredadas, las mutaciones genéticas adquiridas a lo largo de la vida también pueden contribuir al cáncer. Estas mutaciones pueden deberse a factores ambientales, como la exposición a carcinógenos, o pueden ocurrir aleatoriamente durante la división celular. Historia familiar: Tener familiares de primer grado (como padres o hermanos) con antecedentes de cáncer puede aumentar el riesgo debido a la compartición de predisposición genética y, a veces, a factores ambientales compartidos. Pruebas genéticas: Las pruebas genéticas están disponibles para identificar mutaciones heredadas asociadas con el cáncer. Estas pruebas pueden ayudar a las personas con antecedentes familiares a comprender su riesgo y tomar decisiones informadas sobre la prevención y el seguimiento. Terapia dirigida: En algunos casos, la información genética de un paciente se utiliza para guiar el tratamiento del cáncer. Esto se conoce como terapia dirigida y puede aumentar la efectividad de los tratamientos al enfocarse en las mutaciones genéticas específicas que impulsan el crecimiento del tumor. Asesoramiento genético: Las personas con antecedentes familiares de cáncer o que han realizado pruebas genéticas a menudo se benefician del asesoramiento genético. Los asesores genéticos pueden ayudar a interpretar los resultados y brindar orientación sobre las opciones de prevención y tratamiento. Tumores que han aumentado su incidencia (Fig. 2) La incidencia de los tumores puede variar con el tiempo y entre regiones geográficas debido a diversos factores, incluyendo cambios en los hábitos de vida, la exposición a carcinógenos, avances en la detección y el diagnóstico, así como factores genéticos. Aunque no puedo proporcionar un informe extenso y actualizado debido a que mi conocimiento se encuentra actualizado solo hasta septiembre de 2021, puedo ofrecerte información general sobre algunos tipos de tumores que han mostrado tendencias de aumento en la incidencia en el pasado. Es importante tener en cuenta que estas tendencias pueden haber cambiado desde entonces y pueden variar según la ubicación geográfica. Cáncer de pulmón: El cáncer de pulmón ha sido una de las principales causas de cáncer en todo el mundo, y su incidencia ha estado relacionada principalmente con el tabaquismo. Sin embargo, en algunas regiones, la incidencia ha aumentado entre las personas que nunca han fumado debido a la exposición al humo de segunda mano y otros factores ambientales. Cáncer de mama: El cáncer de mama es uno de los tipos de cáncer más comunes en mujeres. Se han observado aumentos en su incidencia en parte debido a una mayor detección temprana a través de la mamografía y también a cambios en los estilos de vida, como la obesidad. Cáncer colorrectal: El cáncer colorrectal ha experimentado un aumento en la incidencia en adultos jóvenes, incluso antes de los 50 años. Aunque no se comprenden completamente las razones detrás de este aumento, factores dietéticos, de estilo de vida y posiblemente genéticos pueden desempeñar un papel. Cáncer de tiroides: La incidencia de cáncer de tiroides ha aumentado en las últimas décadas, en parte debido a una mayor detección de tumores pequeños y poco agresivos. La exposición a la radiación ionizante también puede contribuir a este aumento. Cáncer de piel (melanoma): El melanoma, un tipo de cáncer de piel, ha visto un aumento en su incidencia, posiblemente debido a la exposición al sol sin protección y a la falta de conciencia sobre la importancia de la protección solar. Cáncer de páncreas: La incidencia del cáncer de páncreas ha mostrado un aumento gradual. Aunque las razones exactas no están claras, la obesidad, el tabaquismo y otros factores pueden contribuir. Fig. 2. Datos de la SEOM, 2023 Edad como factor de riesgo La edad es un factor importante en el riesgo de desarrollar cáncer. En general, el riesgo de cáncer aumenta con la edad. Esto se debe en parte a que las mutaciones genéticas y otros cambios en las células que pueden llevar al cáncer tienden a acumularse con el tiempo. Algunos tipos de cáncer son más comunes en personas de edad avanzada. Por ejemplo, el cáncer de próstata es más común en hombres mayores, y el cáncer de mama es más común en mujeres mayores. Sin embargo, esto no significa que el cáncer sea exclusivo de personas mayores, ya que también puede afectar a personas más jóvenes.(Fig. 3) Epidemiologia y prevención Desde un punto de vista epidemiológico y preventivo, existen varias estrategias clave para abordar y reducir la incidencia de enfermedades, incluyendo el cáncer. Estas estrategias se centran en la identificación y mitigación de factores de riesgo, la promoción de la detección temprana y la adopción de estilos de vida saludables. Aquí hay algunas medidas importantes: Identificación de factores de riesgo: Realizar investigaciones epidemiológicas para identificar factores de riesgo específicos asociados con el cáncer en una población particular. Esto puede incluir estudios para comprender la relación entre el cáncer y factores genéticos, ambientales, comportamentales y ocupacionales. Educación y concienciación: Llevar a cabo campañas de concienciación pública para informar a la población sobre los riesgos del cáncer y las medidas preventivas, como dejar de fumar, llevar una dieta equilibrada, protegerse del sol y someterse a exámenes de detección. Promoción de estilos de vida saludables: Fomentar la adopción de estilos de vida saludables, como una alimentación equilibrada, la actividad física regular, la abstención del tabaco y la moderación en el consumo de alcohol, ya que estos factores pueden reducir el riesgo de cáncer. Programas de prevención: Establecer programas de prevención del cáncer, como vacunaciones contra el virus del papiloma humano (VPH) para prevenir el cáncer cervical o la vacuna contra el virus de la hepatitis B para prevenir el cáncer de hígado. Detección temprana: Implementar programas de detección temprana, como mamografías, colonoscopias y pruebas de Papanicolaou, para identificar el cáncer en sus etapas iniciales cuando es más tratable. Asesoramiento genético: Ofrecer asesoramiento genético a individuos con antecedentes familiares de cáncer o que presentan un riesgo genético aumentado para ayudarles a comprender su riesgo y tomar decisiones informadas sobre la prevención y el seguimiento. Regulación de carcinógenos ambientales: Imponer regulaciones para limitar la exposición a carcinógenos ambientales, como controlar la contaminación del aire y del agua, y promover la seguridad en el lugar de trabajo. Investigación continua: Fomentar la investigación en epidemiología y cáncer para comprender mejor los factores de riesgo, desarrollar terapias más efectivas y mejorar las estrategias de prevención y detección. Acceso a atención médica: Garantizar que todas las personas tengan acceso a atención médica asequible y de calidad, incluyendo exámenes de detección y tratamiento para el cáncer. Monitoreo y evaluación: Evaluar regularmente la efectividad de las estrategias de prevención y detección temprana mediante la recopilación de datos epidemiológicos y ajustar las políticas en consecuencia. Rol de los estudios moleculares y genéticos Los estudios moleculares y genéticos desempeñan un papel crucial en la comprensión, prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer, y tienen varios roles importantes: Detección temprana y diagnóstico: Los análisis moleculares y genéticos pueden identificar mutaciones genéticas específicas y marcadores moleculares que están asociados con ciertos tipos de cáncer. Esto permite un diagnóstico más preciso y temprano, lo que a menudo mejora las opciones de tratamiento y las tasas de supervivencia. Pronóstico: Los estudios genéticos pueden proporcionar información sobre la agresividad de un tumor y el riesgo de recurrencia. Esto ayuda a los médicos a planificar un enfoque de tratamiento más personalizado. Selección de tratamientos: La identificación de mutaciones genéticas en un tumor puede guiar la elección de terapias dirigidas específicas que se dirigen a las vías moleculares implicadas en el crecimiento del cáncer. Esto puede aumentar la eficacia de los tratamientos y reducir los efectos secundarios. Terapias dirigidas: Los estudios moleculares y genéticos también son esenciales en el desarrollo de terapias dirigidas contra el cáncer. Estas terapias están diseñadas para atacar directamente las mutaciones genéticas o las proteínas anómalas presentes en las células cancerosas, lo que puede ser altamente efectivo en algunos casos. Medicina de precisión: La medicina de precisión se basa en la información genética y molecular para personalizar el tratamiento del cáncer para cada paciente. Esto significa que los tratamientos se adaptan a las características específicas del tumor de un individuo, lo que puede aumentar la eficacia y reducir los efectos secundarios. Evaluación de riesgo: Los estudios genéticos pueden ayudar a identificar a las personas con un mayor riesgo heredado de desarrollar ciertos tipos de cáncer, lo que permite la toma de decisiones informadas sobre la prevención y el seguimiento. Investigación: La investigación en genómica del cáncer y biología molecular es esencial para avanzar en la comprensión de la enfermedad y el desarrollo de nuevas terapias y estrategias de prevención. Conclusiones En conclusión, el cáncer es una enfermedad compleja que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se ha observado un aumento en la incidencia de diversos tipos de cáncer, y varios factores contribuyen a este fenómeno, incluyendo cambios en el estilo de vida, la exposición a carcinógenos ambientales, factores genéticos y avances en la detección y el diagnóstico. Para abordar el cáncer desde una perspectiva epidemiológica y preventiva, es fundamental llevar a cabo investigaciones, educación y concienciación pública sobre los factores de riesgo y las estrategias de prevención. La promoción de estilos de vida saludables, la detección temprana a través de estudios moleculares y genéticos, y la medicina de precisión desempeñan un papel crucial en la reducción de la carga del cáncer en la sociedad. La investigación continúa siendo esencial para avanzar en la comprensión del cáncer y desarrollar terapias más efectivas. La colaboración entre profesionales de la salud, epidemiólogos, investigadores y la comunidad es fundamental para lograr avances en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer. Siempre es importante recordar que la información y las estrategias de prevención del cáncer están en constante evolución, por lo que es esencial mantenerse informado y consultar con profesionales de la salud para abordar de manera efectiva esta enfermedad. Referencias bibliográficas Bray, F., Ferlay, J., Soerjomataram, I., Siegel, R. L., Torre, L. A., & Jemal, A. 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