Biomarcadores plasmáticos en el diagnóstico y caracterización del cáncer de próstata
- netmd
- 25 de mayo de 2022
- Oncología Médica
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Resumen.-
El PSA es el biomarcador diagnóstico y pronóstico más ampliamente utilizado en cáncer de prostata (CaP). Sin embargo, su falta de especificidad ha generado la necesidad de buscar nuevos marcadores complementarios. En este escenario, el plasma sanguíneo constituye una de las fuentes de búsqueda de nuevos marcadores, los cuales han tratado de combinarse con el PSA y otras variables clínicas con el objeto de desarrollar tests que aumentaran su especificidad diagnóstica. En esta revisión narrativa de la literatura se proporciona una descripción general de los biomarcadores plasmáticos y tests disponibles comercialmente para ser utilizados en diferentes contextos clínicos del CaP. Los test más estudiados para ayudar a seleccionar los pacientes adecuados para la biopsia inicial y / o repetida han sido: PHI, 4K, STHLM3. Estos test se han orientado hacia el diagnóstico del denominado CaP clínicamente significativo, intentando validar y calibrar sus algoritmos en diferentes poblaciones. Dado el desarrollo y evolución en el diagnóstico de CaP, aún existe una falta de evidencia del impacto de la resonancia magnética (RM) al ser empleada en combinación con estos nuevos marcadores, así como su posible papel en el screening de la enfermedad y no solo en el proceso de diagnóstico precoz. Además, solo se dispone de una pequeña cantidad de estudios que hayan comparado directamente estos test entre ellos y con el PSA, de modo que no existe evidencia suficiente para saber qué test tiene mejores propiedades en cada escenario clínico. En el escenario actual, para poder aclarar el verdadero papel diagnóstico de estos nuevos biomarcadores, son absolutamente necesarios nuevos estudios prospectivos, comparativos y en diferentes poblaciones, que evalúen su utilidad clínica en combinación con la RM y la biopsia fusión.
INTRODUCCIÓN
El cáncer de próstata (CP), es el tumor más frecuente en varones de países desarrollados (1). No existe hasta el momento un programa de screening o un diagnóstico precoz basado en marcadores y/o pruebas de imagen claramente establecido o recomendado (2). Históricamente, desde su introducción en los años 80, el PSA (o kalikreina 3; glicoproteína principalmente expresada en la glándula prostática y secretada al líquido seminal) (3) es el marcador más ampliamente utilizado para el diagnóstico precoz, seguimiento y monitorización tras tratamiento. Sin embargo, aun siendo órgano específico, no es tal su especificidad para tumor, conllevando la posibilidad de numerosas biopsias innecesarias y un sobrediagnóstico y sobretratamiento no despreciables (4). Esto ha llevado a que, a pesar de su gran impacto inicial en el diagnóstico de la enfermedad (5), la recomendación del screening y diagnóstico precoz hayan evolucionado con el tiempo hasta presentar en la actualidad un grado de recomendación C por la USTPFF (2). Además, desde distintas sociedades científicas europeas, se ha promocionado la investigación y utilización de herramientas complementarias al PSA para mejorar la selección de pacientes a quienes continuar y profundizar en el estudio (6). Una de estas herramientas complementarias es el uso de nuevos biomarcadores, campo considerado de principal importancia en recientes consensos (6). La búsqueda de biomarcadores proviene de tres fuentes principalmente; plasma, orina y líquido seminal. Los dos más utilizados son el plasma y la orina, siendo el plasma considerado algo más invasivo, distante del foco tumoral y complejo; si bien existe más variabilidad en cuanto al tipo de muestra, obtención y procesamiento de las muestras de orina (7). La evaluación de estos biomarcadores en la mayoría de los casos se ha realizado en pacientes con unos determinados valores de PSA conocidos y con el objetivo de seleccionar mejor y aumentar su especificidad para así evitar biopsias y sobrediagnóstico de CP considerado no relevante (Gleason score < 7) (8). Si bien, a la hora de explorar su utilidad clínica, se deben de evaluar en diferentes escenarios como complemento o alternativa al PSA en un posible screening, o dentro de la selección de pacientes antes de biopsia prostática, pero en el contexto del uso de nomogramas de riesgo y de la resonancia magnética nuclear (RM) (Figura 1) (9). El objetivo de esta revisión no sistemática consiste en sintetizar la evidencia de los biomarcadores plasmáticos disponibles en la actualidad en el contexto del diagnóstico de CP.
EnriqueGómez Gómez1, Ignacio Puche Sanz2, J. Valero Rosa 1, JuliaCarrasco Valiente1, Juan Pablo Campos Hernandez 1 y Francisco José Anglada Curado1.
1Hospital Universitario Reina Sofía (HURS). Departamento de Urología. (IMIBIC). Universidad de Córdoba. Córdoba. España.
2Hospital Universitario Virgen de las Nieves (HUVN). Departamento de Urología. Instituto de Investigación Biosanitaria ibs. Granada. España.
Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:
https://www.aeurologia.com/EN/volumn/volumn_5.shtml