Cabestrillos uretrales en el manejo de la incontinencia urinaria de esfuerzo en mujeres
Resumen
La incontinencia urinaria es considerada un problema higiénico y social; la OMS estima que unos 200 millones de personas sufren de incontinencia urinaria. La primera línea de manejo es el tratamiento médico; sin embargo, cuando no hay mejoría o cuando la incontinencia es severa, el Gold Standard es el tratamiento quirúrgico mediante la implantación de cabestrillos uretrales. Los cabestrillos disponibles en la actualidad son los minicabestrillos y los cabestrillos mediouretrales estándar que incluyen las técnicas retropúbicas y transobturadoras. Por tal motivo, se realizó una revisión con el objetivo de brindar información sobre las tasas de curación, los tipos de técnicas de implantación, complicaciones e impacto en la calidad de vida de los cabestrillos uretrales como tratamiento para la incontinencia urinaria de esfuerzo no complicada en mujeres.
Introducción
La incontinencia urinaria se define como una condición médica caracterizada por cualquier pérdida involuntaria de orina que supone un problema higiénico y social1. Se clasifica en permanente, si la pérdida de orina es constante, de urgencia cuando el paciente tiene pérdidas involuntarias asociadas a un deseo miccional súbito, claro e intenso, con miedo al escape y difícil de mejorar; y de esfuerzo cuando la pérdida coincide con aumento en la presión intra-abdominal y en ausencia de contracciones no inhibidas del músculo detrusor de la vejiga2.
La Organización Mundial de la Salud estima que unos 200 millones de personas sufren de incontinencia urinaria, independientemente de la edad y del sexo3; sin embargo, la Organización Panamericana de la Salud en su guía de diagnóstico y manejo de la incontinencia urinaria reporta una prevalencia de la enfermedad mayor en mujeres que en hombres en edades entre los 50 y 75 años, sin encontrarse diferencias según el sexo en edades avanzadas, siendo la prevalencia en esta población entre 15% y 30%4.
Debido a que el sexo femenino es el que más cursa con esta patología, se estima que al menos 50% de las mujeres que realizan con regularidad ejercicios físicos presentan o presentarán algún grado de Incontinencia Urinaria de Esfuerzo (IUE)5. Así mismo, la práctica de ciertos deportes, como el atletismo, o los ejercicios aeróbicos, somete el suelo pélvico a fuerzas equivalentes a tres o cuatro veces el peso de la mujer lo que contribuye con el tiempo al debilitamiento de los mecanismos de soporte y posteriormente provocan síntomas de incontinencia y/o prolapso6.
La IUE se clasifica en 3 grados (Ver tabla 1), la IUE tipo I y II se explican por la teoría de Petros y Ulmstein de 1990 en la cual la continencia urinaria depende de las fuerzas opuestas realizadas por el ligamento pubouretral y el músculo elevador del ano. Según esto, el tratamiento de primera línea es el manejo médico, consistente en tratar el estreñimiento, evitar irritantes urinarios como ají, café y cítricos, realizar micciones cada cuatro horas y practicar ejercicios de Keguel tres veces al día con duración de diez minutos por sesión, durante tres semanas. Ante la no mejoría con este manejo se procede a la intervención quirúrgica, la cual es la primera línea en pacientes con IUE tipo III7.
En el tratamiento de la IUE en mujeres, se usaban principalmente dos técnicas para el manejo quirúrgico: la uretropexia de Burch (colposuspensión retropúbica de Burch) o la colocación de cabestrillos uretrales, que buscan lograr la cura de la misma, definida por los estudios como la ausencia de IUE en cualquier circunstancia después del periodo perioperatorio; por otra parte, la mejoría sintomática es definida como disminución en los episodios de IUE en un 50%, esto medido mediante la prueba del parche y el diario de vaciamiento8. Sin embargo, la literatura mostró que los cabestrillos uretrales tenían tasas de continencia y satisfacción a 5 años superiores a las de la uretropexia de Burch, p<0,0001 y p=0,04 respectivamente, sin encontrarse diferencias en cuanto a eventos adversos entre los dos procedimientos9. Así mismo, una revisión realizada en 2013 refiere que la mayoría de ensayos controlados aleatorizados mostraron que los cabestrillos eran igual de efectivos a la colposuspensión de Burch pero se asociaban a menor morbilidad, por tanto, son el nuevo gold standard para el manejo de la IUE no complicada en mujeres10. Teniendo en cuenta lo anterior, se decidió llevar a cabo la siguiente revisión, con el objetivo de brindar información a estudiantes, médicos generales y especialistas sobre los tipos de técnicas de implantación, resultados de curación objetiva y subjetiva e impacto en calidad de vida de los cabestrillos uretrales como tratamiento para la IUE no complicada en mujeres.
Fabio Camilo Suárez-Cadena,
Estudiante de internado de medicina. Escuela de Medicina. Facultad de Salud. Universidad Industrial de Santander. Bucaramanga. Santander. Colombia.
Jenny Carolina García,
Estudiante de internado de medicina. Escuela de Medicina. Facultad de Salud. Universidad Industrial de Santander. Bucaramanga. Santander. Colombia.
Karen Lorena Torres,
Estudiante de internado de medicina. Escuela de Medicina. Facultad de Salud. Universidad Industrial de Santander. Bucaramanga. Santander. Colombia.
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https://revistas.uis.edu.co/index.php/revistamedicasuis/article/view/9231/9054