Caso clínico de derrame pericárdico crónico severo idiopático

Resumen

Objetivos: 

Determinar  la  importancia  de  la  semántica  semiológica  como  método  diagnóstico  sobre los estudios complementarios, así como también la presentación y evaluación clínica del paciente con Derrame Pericárdico Crónico Severo Idiopático.

El Derrame Pericárdico Crónico Severo Idiopático es un tema poco conocido, con escasos estudios realizados, así como causas etiológicas variables, los pacientes que presentan DPCSI (Derrame Pericárdico Crónico severo Idiopático) por lo regular pueden pasar asintomáticos por un periodo prolongado de tiempo, sin embargo, en algún momento pueden desarrollar síntomas y en casos excepcionales complicaciones tales como el Taponamiento Cardíaco. El caso clínico expuesto, se trata de un paciente masculino de 74 años de edad, que ingreso derivado por guardia, por presunto ACV en curso, acude sin familiares, por lo que se desconocía antecedentes patológicos previos, se encontraba en mal estado general, hemodinámicamente inestable, con deterioro del sensorio, que luego de una exhaustiva valoración por parte del servicio de cardiología se lo asume como un Taponamiento Cardíaco, descartándose de esta manera ACV, motivo por el cual se realizó una Pericardiocentesis de emergencia, decisión que fue tomada basándose en la priorización esquemática semiológica sobre los estudios complementarios que fueron realizados, la evolución del paciente fue favorable, se determinó que la causa que lo conllevo a mencionado evento fue DPCSI, paciente fue dado de alta en buenas condiciones.

INTRODUCCIÓN

El Pericardio es un doble saco membranoso, fibroso y seroso que  envuelve  al  corazón  y  al  origen  de  los  grandes  vasos.  Está  compuesta  por  una  capa  interna  o  visceral  serosa  y  una  capa  externa o parietal fibrosa. El espacio pericárdico está localizado entre la capa parietal y visceral. Normalmente contiene entre 10 a 50 ml de fluido claro que actúa como lubricante, permitiendo el movimiento libre del corazón dentro del saco pericárdico, y se distribuye mayormente en los surcos aurículo-ventricular e inter-ventricular1,2,3.El espectro de los derrames pericárdicos van desde la presencia de derrames leves asintomáticos hasta el cuadro de taponamiento cardíaco, podemos clasificarlo según el tipo de comienzo en agudo,  subagudo,  crónico  (mayor  a  tres  meses);  por  su  distribución  en  circunferencial  o  loculado;  por  el    impacto  hemodinámico  sin  complicación, taponamiento cardiaco y efusivo-constrictivo; por el tamaño en leve > 10 mm, moderado 10-20 mm, grave < 20 mm por método ecocardiográfico, siendo el más utilizado el modo M con criterios de Weitzman; y por su composición exudado, trasudado, hemorrágico,  quilopericardio  (contenido  linfático),  piopericardio,  presencia de aire o gas1,3. El primer desafío frente a un Derrame Pericárdico es determinar  su  etiología,  entre  las  que  se  incluyen  la  Infectológica  (Bacteriana,  Viral,  Tuberculosis,  Hongos);  la  repercusión  hemodinámica  como  la  Insuficiencia  Cardíaca,  Hipertensión  Pulmonar, Derrame  Post-infarto  Agudo  de  Miocardio;  causas  metabólicas  tales  como  hipoalbuminemia,  hipotiroidismo,  Insuficiencia  Re-nal3,4,5,6.                                                                                                                                     

Un  estudio  realizado  en  Argentina  entre  1992  y  el  2005,  en  el  cual se evaluaron a 152 pacientes, reveló que la primera causa de Derrame Pericárdico Crónico Severo fue la Idiopática, seguida de la neoplasia7. Una complicación del Derrame Pericárdico es el Taponamiento Cardiaco,  que  lo  podemos  determinar  por  diversas  herramientas  diagnósticas, siendo la principal la semiología, pudiendo encontrar taquicardia, hipotensión, pulso paradójico, aumento de la presión venosa  yugular,  ruidos  cardiacos  atenuados,  reducción  del  voltaje electrocardiográfico con alternancia eléctrica, así como estudios por imágenes tales como radiografía de tórax, tomografía computarizada  o  RMN  (clase  IIa  con  nivel  de  evidencia  B),  y  ecocardiograma (clase I nivel de evidencia B).    Si  el  paciente  presenta  descompensación  hemodinámica,  así  como evidencia de muerte eminente, se deber tomar la decisión de pericardiocentesis1,2.

Boris Loja Zavala

Sanatorio UME (Unidad Médica Educativa). Chaco, Argentina

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