Cómo la tiroides podría estar trabajando contra el corazón
- netmd
- 9 de noviembre de 2017
- Endocrinología y Diabetes
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MARTES, 31 de octubre de 2017 (HealthDay News) — La minúscula glándula de la tiroides podría tener un impacto importante en la salud cardiaca, sugiere una investigación reciente.
Los adultos de mediana edad y mayores con una hormona tiroidea elevada podrían tener un riesgo más alto de enfermedad cardiaca y muerte, encontraron los investigadores.
En el nuevo estudio holandés, unos niveles altos e incluso altos normales de una hormona llamada tiroxina libre (FT4) duplicaron las probabilidades de tener calcificación en las arterias coronarias. Eso puede ser señal de aterosclerosis, comúnmente conocida como endurecimiento de las arterias.
Unos niveles más altos de FT4 también se vincularon con un aumento de un 87 por ciento en el riesgo de tener un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular (ACV), y con el doble de riesgo de fallecer por su causa.
“Una FT4 alta es indicadora de una tiroides hiperactiva”, explicó la investigadora líder, la Dra. Arjola Bano, de la Universidad de Erasmus, en Róterdam.
La FT4 es producida en la glándula tiroides, en la parte frontal del cuello. Ayuda a controlar la tasa de uso de energía del cuerpo, dijo.
La aterosclerosis significa que se tienen unos depósitos de grasa llamados placa que pueden obstruir las arterias. A medida que la placa se acumula, las arterias se estrechan, reduciendo el flujo sanguíneo.
La aterosclerosis puede progresar de un engrosamiento y un endurecimiento de las paredes arteriales a la enfermedad cardiaca, el ACV y la muerte, advirtió Bano.
“Nuestros hallazgos sugieren que medir la FT4 puede ayudar a identificar a las personas con un riesgo más alto de eventos ateroscleróticos”, añadió.
Pero antes de que los médicos comiencen a evaluar los niveles de FT4 en las personas, hay que confirmar los hallazgos en unos grupos más grandes de la población, dijo Bano. Esta investigación se restringió sobre todo a participantes blancos de a partir de 45 años de edad.
Un médico que revisó los hallazgos concurrió en que se necesitan más estudios.
Este estudio muestra una asociación, pero no prueba que la FT4 aumente el riesgo de enfermedad cardiaca, planteó el Dr. Byron Lee, director de los laboratorios de electrofisiología en la Universidad de California de San Francisco.
“La FT4 podría ser la causa o simplemente un marcador”, dijo Lee. “De cualquier forma, esto amerita más exploración, y los pacientes con una FT4 alta deben estar atentos”.
La Dra. Minisha Sood es endocrinóloga en el Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York, y también revisó los hallazgos.
Explicó que “se sabe que la hormona tiroides aumenta la producción de compuestos nocivos y fomenta un ambiente en el cuerpo” que estimula los coágulos sanguíneos.
“En un ambiente de inflamación, que también posiblemente es una contribución de unos niveles altos de la hormona tiroidea”, esto podría ayudar a conducir a la enfermedad cardiaca, dijo Sood.
Pero también ella enfatizó que el estudio aún no podía probar causa y efecto.
En el estudio, Bano y sus colaboradores dieron seguimiento a los datos de más de 9,400 participantes en el Estudio de Róterdam, un proyecto de investigación en curso en los Países Bajos. La edad promedio de los pacientes fue de 65 años.
Los investigadores observaron a dos tipos de hormonas: la hormona estimulante de la tiroides y la FT4.
También buscaron evidencias de aterosclerosis y muerte por enfermedad cardiaca, ACV u otras enfermedades de las arterias.
Además, evaluaron las puntuaciones de calcificación de la arteria coronaria, para determinar si los pacientes tenían aterosclerosis sin síntomas.
El seguimiento promedio fue de nueve años. En ese periodo, 612 pacientes murieron de enfermedad cardiaca, mientras que 934 sufrieron un ataque cardiaco o un ACV, encontraron los investigadores.
El equipo concluyó que unos mecanismos aparte de los factores de riesgo cardiaco tradicionales podrían haber tenido un rol en esos resultados. Quizá unas medidas preventivas que se dirijan a la función tiroidea podrían ayudar a reducir las tasas de ataque cardiaco y ACV, sugirieron.
El informe aparece en la edición en línea del 31 de octubre de la revista Circulation Research.
FUENTES: Arjola Bano, M.D., M.Sc., D.Sc., researcher, internal medicine and epidemiology, Erasmus University, Rotterdam, the Netherlands; Byron Lee, M.D., professor, medicine, and director, electrophysiology laboratories and clinics, University of California, San Francisco; Minisha Sood, M.D., endocrinologist, Lenox Hill Hospital, New York City; Oct. 31, 2017, Circulation Research, online
https://medlineplus.gov/spanish/news/fullstory_169460.html