Concordancia entre el diagnóstico por imagen y la histología en las malformaciones pulmonares congénitas
RESUMEN
Introducción
El objetivo fue evaluar la concordancia entre las pruebas de imagen, la ecografía prenatal y la TC posnatal empleadas en el diagnóstico de malformaciones pulmonares congénitas (MPC) y el estudio anatomopatológico (AP).
Material y métodos
Estudio retrospectivo de pacientes diagnosticados prenatalmente de MPC en los que se realizó seguimiento posnatal incluyendo una TC y un estudio AP de la lesión. Las variables estudiadas incluyeron: datos demográficos, edad gestacional al diagnóstico, hallazgos ecográficos y existencia de gestación múltiple. Utilizamos el coeficiente estadístico Kappa para establecer la concordancia entre la ecografía y las pruebas postnatales (TC y AP). Se analizaron de forma pareada la presencia de lesiones, la localización, el tipo y el tamaño, y la presencia de vascularización sistémica.
Resultados
Se incluyeron 56 pacientes con 57 lesiones. La edad gestacional media al diagnóstico fue 22,42±3,94 semanas y el 57% fueron varones. El pulmón izquierdo y los lóbulos inferiores fueron los más afectados. La concordancia entre TC y AP en la detección de lesiones quísticas fue moderada (Kappa=0,55) pero más relevante que la detectada entre ecografía y AP (Kappa=0,10), siendo discreta entre ambas pruebas de imagen. La concordancia TC/AP fue sustancial (Kappa=0,66) en la detección de vascularización sistémica de la lesión y superior a la determinada entre ecografía y AP. Ambas pruebas de imagen demostraron una precisión muy buena en la identificación de la localización de las lesiones.
Conclusiones
La TC posnatal ofrece una concordancia sustancial con el estudio histológico, especialmente en la detección de vascularización, y nos aporta datos predecibles sobre la anatomía de la lesión.
Introducción
Las malformaciones pulmonares congénitas (MPC) constituyen un grupo heterogéneo de alteraciones del desarrollo pulmonar, con una incidencia que varía entre 1/2.500 y 1/27.400 recién nacidos vivos1–4. En ellas se incluyen las malformaciones congénitas de la vía aérea pulmonar (MCVAP), el secuestro pulmonar intralobar (SIL) y extralobar (SEL), la hiperinsuflación lobar congénita (HLC), el quiste broncogénico (QB) y la atresia bronquial (AB)1,2,5–8. La anomalía más frecuente es la MCVAP, que supone aproximadamente el 95% de todas las MPC, y su incidencia se estima entre 1-5/10.000 nacimientos9,10. La presentación clínica de las MCVAP es muy variada, desde la presencia de pequeñas lesiones pulmonares que permanecen asintomáticas hasta grandes quistes que pueden provocar un distrés respiratorio grave desde el nacimiento11.
Debido a la implementación generalizada del cribado prenatal mediante ecografía, la incidencia de MPC ha aumentado de forma significativa en las dos últimas décadas, a expensas fundamentalmente de la detección precoz de los casos asintomáticos8. Paralelamente, ha ido surgiendo la controversia acerca del tratamiento más adecuado en los pacientes con malformaciones subclínicas. Por un lado, existe la opción de cirugía electiva (antes de los 2años de vida), sustentada por el mayor riesgo de infecciones respiratorias, neumotórax y eventual malignización en algunos casos, así como una mejor y más rápida recuperación postoperatoria12,13. Por el contrario, también existe cierta evidencia a favor de una actitud conservadora basada en el seguimiento clínico-radiológico a largo plazo y justificada por el grado de desconocimiento actual sobre la evolución natural de estas malformaciones y su posible regresión, documentada hasta en el 15% de los casos14. A esto habría que añadir los riesgos asociados a un procedimiento quirúrgico mayor consistente en una toracotomía o toracoscopia con resección pulmonar11–18. En este contexto, son muy relevantes la precisión y la precocidad en el diagnóstico de las MPC para poder instaurar el tratamiento perinatal más adecuado en estos pacientes y ofrecer a las familias una información detallada y basada en la evidencia disponible8. La ecografía es la técnica diagnóstica principal para la detección prenatal de las MPC por ser una prueba segura, reproducible, ampliamente disponible y de bajo coste. En caso de duda diagnóstica puede recurrirse a la resonancia magnética fetal6,8,10,12,19. Ante un diagnóstico de MPC en período prenatal se recomienda la realización precoz de una tomografía computarizada (TC) torácica durante el primer mes de vida en el caso de lesiones grandes, bilaterales, quistes multifocales o si el recién nacido desarrolló un neumotórax. Generalmente esta prueba se difiere hasta los 6-8meses de vida en pacientes asintomáticos sin las características anteriores2,6,12.
El objetivo de este trabajo es evaluar el grado de concordancia entre las técnicas de imagen empleadas para el diagnóstico de las MPC en periodo prenatal (ecografía) y posnatal (TC torácica), y el estudio anatomopatológico (AP). De esta forma, pretendemos determinar su precisión para la caracterización de las lesiones definitorias de MCP tomando como referencia la histología, considerada el gold standard para el diagnóstico definitivo de las mismas. La hipótesis de trabajo es que los hallazgos obtenidos mediante ecografía prenatal en las MPC se corresponden de forma muy fiable con aquellos mostrados en la TC torácica posnatal, siendo eventualmente innecesaria la realización de este examen en el neonato o en el lactante asintomático.
María López Díaz, Juan L. Antón-Pacheco, Carmen Gallego Herrero, Ana Enguita Vals, Indalecio Cano Novillo, Rocío Morante Valverde, Alberto Galindo Izquierdo
Hospital Universitario 12 d eOctubre, Madrid, España
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