Consenso de la Asociación Mexicana de Gastroenterología sobre el diagnóstico y tratamiento del reflujo gastroesofágico y enfermedad por reflujo gastroesofágico en lactantes

Resumen

El reflujo gastroesofágico (RGE) es un fenómeno frecuente y normal en niños de cualquier edad, siendo más común en lactantes, donde la mayoría de los episodios son breves y no causan otros síntomas ni complicaciones, lo que lo diferencia de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). El diagnóstico y el manejo del RGE y de la ERGE siguen siendo un desafío para el médico, y es por esto que la Asociación Mexicana de Gastroenterología tuvo como objetivo adaptar los documentos internacionales para facilitar su adopción por parte de los profesionales de atención primaria con la intención de estandarizar la calidad de la atención y reducir el número de pruebas diagnósticas y el uso inapropiado de medicamentos.

La metodología que se siguió fue ADAPTE, y para la aprobación de las recomendaciones se utilizó la estrategia Delphi. El comité ejecutivo realizó la revisión de guías, documentos de posición y revisiones internacionales, que cumplían a priori los criterios de calidad y posible aplicabilidad al contexto local, de los cuales se extrajeron y adecuaron las recomendaciones que posteriormente fueron aprobadas por el grupo de desarrollo. El consenso contiene 25 enunciados, junto con sus consideraciones de sustento, para el diagnóstico y el tratamiento del RGE y de la ERGE en lactantes. El documento de adaptación representa el primer esfuerzo sistemático por adecuar un consenso para su uso en el contexto nacional, y propone un enfoque y un manejo prácticos de RGE y ERGE para los proveedores de atención médica.

Introducción

El reflujo gastroesofágico (RGE) se refiere al movimiento retrógrado e involuntario del contenido gástrico hacia el esófago; cuando el reflujo se hace visible (boca, nariz), se denomina regurgitación. La regurgitación se distingue de los vómitos, que se definen por un reflejo del sistema nervioso central que involucra músculos autónomos y esqueléticos en los que el contenido gástrico se expulsa con fuerza a través de la boca debido a movimientos coordinados del intestino delgado, el estómago, el esófago y el diafragma. La regurgitación también es diferente de la rumiación, en la que los alimentos previamente tragados se devuelven a la faringe y a la boca, se mastican y se tragan nuevamente. Cuando la regurgitación del contenido gástrico causa complicaciones o contribuye al daño o a la inflamación del tejido (p.ej., esofagitis, apnea obstructiva, broncoespasmo, aspiración pulmonar, dificultades para alimentarse y deglutir o detención del crecimiento), se denomina enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)1; el documento de posición de la Sociedad Norteamericana de Gastroenterología Pediátrica, Hepatología y Nutrición (NASPGHAN) y la Sociedad Europea de Gastroenterología Pediátrica, Hepatología y Nutrición (ESPGHAN) añaden «síntomas molestos» como criterio para diferenciar la regurgitación infantil de la ERGE2345. El desafío con esa definición es la falta de métodos cuantitativos para definir «problemático». Los lactantes no pueden comunicarse, por lo que las variaciones en las interpretaciones de los médicos y los padres sobre «problemático» han resultado en la realización de pruebas diagnósticas y tratamiento innecesarios de muchos lactantes con regurgitación que no padecen ERGE1.

Los criterios diagnósticos, propuestos por el grupo de trabajo Roma, para regurgitación infantil, en recién nacidos y lactantes sanos de 3 semanas a 12 meses de edad, debe incluir las dos siguientes características:

  • 1. Regurgitación 2 o más veces al día durante 3 semanas o más.
  • 2. Sin arcadas, hematemesis, aspiración, apnea, retraso del crecimiento, dificultades para alimentarse o tragar, ni posturas anormales.

La regurgitación del contenido del estómago hacia el esófago, la boca y/o la nariz es común en los lactantes y está dentro del rango de comportamiento esperado para lactantes sanos. La regurgitación infantil es el trastorno de la interacción intestino-cerebro (antes denominados trastornos funcionales digestivos) más frecuente en el primer año de vida6, con una prevalencia máxima en los primeros 3 a 4 meses de vida, presentándose en el 41 al 73%789. Una gran proporción de estos regurgita más de 4 veces al día. La prevalencia disminuye al 14% a los 7 meses de edad, y a menos del 5% después de los 12 meses de edad79.

Muchos de los síntomas que se atribuyen al reflujo son inespecíficos y difíciles de distinguir de otras causas, por lo cual distinguir entre regurgitaciones infantiles y ERGE a menudo plantea un serio desafío, especialmente en lactantes2.

La regurgitación excesiva es uno de los síntomas de ERGE, pero los términos regurgitación y ERGE no deben intercambiarse10. Si bien la regurgitación es un síntoma típico de ERGE en los lactantes, es poco frecuente en niños mayores y en adultos.

En el paciente con regurgitaciones siempre debe buscarse la presencia de señales de alarma (tabla 1)2345. Algunas de las características sugestivas de ERGE incluyen detención del crecimiento, irritabilidad, dificultad para alimentarse, dificultad para dormir, episodios de llanto y anemia. La ERGE en los lactantes también puede presentarse con síntomas extraesofágicos, como tos, asfixia, sibilancias y, en raras ocasiones, apnea y/o BRUE (evento breve, resuelto, inexplicable, por sus siglas en inglés), antes llamado ALTE (evento aparente que amenaza la vida, por sus siglas en inglés)11. Sin embargo no se ha podido establecer causalidad o asociación temporal en todos los sujetos12.

D V. Bacarreza-Nogales a, M.A. Ruiz-Castillo b, J.M. Cázares-Méndez c, J.A. Chávez-Barrera d, S.J. Fernández-Ortiz e, A. Guillén-Chávez f, G. Hernández-Vez g, M.V. López-Ugalde h, E. Montijo-Barrios i, E. Toro-Monjaraz i, S. Trauernicht-Mendieta j, J. Garza k, L. Rodríguez l

a Alta Especialidad Pediátrica, Tijuana, Baja California, México

b Servicio de Gastroenterología Pediátrica, Hospital del niño DIF, Pachuca, Hidalgo, México

c Hospital Star Médica Infantil Privado, Ciudad de México, México

d Departamento de Gastroenterología, Centro Médico Nacional La Raza, Instituto Mexicano del Seguro Social, Ciudad de México, México

e Instituto de Pediatría Tecnológico de Monterrey, Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, Monterrey, Nuevo León, México

f Servicio de Neonatología, Hospital de Ginecoobstetricia No 7, Instituto Mexicano del Seguro Social, Tijuana, Baja California, México

g Hospital San Lucas, Oaxaca, Oaxaca, México

h Centro Médico San Cristóbal, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México

i Departamento de Gastroenterología y Nutrición, Instituto Nacional de Pediatría, Ciudad de México, México

j Departamento de Gastroenterología y Nutrición, Hospital Infantil de México Federico Gómez, Instituto Nacional de Salud, Ciudad de México, México

k GI Care for Kids Childreńs Healthcare of Atlanta, Atlanta, Georgia, Estados Unidos

l Centro de Neuro-gastroenterología y Motilidad, Universidad de Yale, New Haven, Connecticut, Estados Unidos

Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:

https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0375090624000314