Consideraciones anestésicas en el paciente con enfermedad por virus dengue
- netmd
- 21 de mayo de 2018
- Anestesiología
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Resumen
El dengue continúa siendo un problema de salud pública en América. Suele presentarse como una enfermedad febril leve, sin embargo, los pacientes con enfermedad grave pueden presentar síndromes hemorrágicos y choque por dengue. Diferentes circunstancias pueden surgir en el curso evolutivo de los pacientes con dengue impactando en la posibilidad de que sea necesario realizar en ellos una intervención quirúrgica, ante lo cual es necesario plantear las consideraciones anestésicas que deben ser tenidas en cuenta para el correcto abordaje. El presente texto tiene como objetivo establecer consideraciones clínicas útiles para el manejo anestésico en el paciente con enfermedad por dengue para reducir el riesgo de complicaciones peri-operatorias y muerte.
Introducción
El dengue es una enfermedad febril aguda transmitida por vector del género Aedes (mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus)[1], transcurre en la gran mayoría de los casos como una enfermedad leve caracterizada por fiebre, mialgias, artralgias y cefalea retro ocular, que mejora sin intervención ni complicación alguna, sin embargo, se pueden desarrollar formas graves por extravasación de plasma, shock, hemorragias importantes y compromiso multisistémico que pueden llevar rápidamente al enfermo a la muerte, por lo que se hace importante detectar, clasificar y tratar al enfermo con dengue, sobretodo en el ámbito hospitalario en un paciente con posible intervención quirúrgica.
Esta infección viral cobra importancia a nivel mundial ya que ha sido la enfermedad tropical con mayor crecimiento en las ultimas 3 décadas, siendo vigilado y monitorizado por la OMS, quien calcula una incidencia anual aproximada de 50 millones de casos por dengue, con una tasa de mortalidad para las américas que ronda el 1,2%[1], teniendo Colombia la mayor cantidad de casos y mortalidades de los países andinos, con un 75% de los casos, presentándose con menos frecuencia hacia los países del cono sur, donde el mayor afectado es Brasil con el 65% de los casos[2].
La enfermedad es producida por uno de los cuatro serotipos del virus dengue (DENV1 a DENV4), cuya estructura está compuesta básicamente por una envoltura, un genoma de ARN, un precursor de membrana, 3 proteínas estructurales y 7 proteínas no estructurales (NS)[3]. Una vez el virus es inoculado por el vector en los capilares sanguíneos, ocurre un periodo de incubación de 5 a 7 días en promedio. Este ingresa a las células dendríticas de la piel por medio de endocitosis mediada por receptores, las cuales migran a los ganglios linfáticos, y órganos hematopoyéticos, donde se da la replicación viral con viremia, activándose la respuesta inmune a través de células B, T CD4 y CD8, citosinas inflamatorias como el IFN y respuesta humoral a través de la formación de anticuerpos de tipo IgM e IgG específicos contra la proteína no estructural NS-1. El recuento plaquetario puede descender progresivamente desde la etapa febril, pero este descenso se hace más intenso en la etapa crítica, la trombocitopenia no es debida a un déficit de producción sino a la destrucción masiva periférica, por un mecanismo inmunomediado (anticuerpos antivirales con reacción cruzada contra las plaquetas). El incremento de la permeabilidad vascular se debe a la inflamación endotelial producida principalmente por una proteína del dengue llamada NS – 1 desencadenando una liberación exagerada de citocinas pro inflamatorias que aumentan la permeabilidad vascular. Además, la infección endotelial por el dengue induce apoptosis y aumento en la producción de matriz metaloproteinasa que incrementa aún más la permeabilidad vascular [7],[8].
Es importante reconocer que la mayoría de las infecciones por DENV (80%), suelen ser asintomáticas. Cuando se presentan síntomas existe un amplio espectro de presentaciones clínicas que varían desde síndromes febriles indiferenciados hasta casos graves que requieren manejo en UCI. Debido a la variedad en la presentación la OMS y con el fin de dar manejo acorde al grado de compromiso de los pacientes, se clasifica la enfermedad en dos grandes grupos; Dengue y Dengue grave, a su vez el Dengue se clasifica en base a los síntomas presentados en; Dengue sin signos de alarma o Dengue con signos de alarma (Tabla 1). Los signos de alarma son hallazgos clínicos predictores de un peor desenlace clínico y evolución a dengue grave, sin llegar a ser criterios de gravedad[ 2 ] ( Tabla 2).
Jesús H. Tovar MD. 1 , Miguel A. Pinzón MD. 1 , Diego F. Rincón MD. 1 , Carlos E. Jiménez-Canizalez MD. 2 , Álvaro Mondragón-Cardona MD. 2 , Martín E. Arrieta-Mendoza MD. 3
1 Departamento de anestesiología y reanimación. Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo, Universidad Surcolombiana. Neiva, Huila, Colombia.
2 Departamento de Medicina Interna. Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo, Universidad Surcolombiana. Neiva, Huila, Colombia.
3 Universidad de Sucre, Sincelejo, Sucre, Colombia.
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