Covid-19 y el Pulmón
- netmd
- 18 de enero de 2021
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Infecciones COVID-19: la broncoscopia proporciona certeza diagnóstica adicional
Los hallazgos de un análisis retrospectivo de resultados de broncoscopia sugieren que una broncoscopia puede agregar valor diagnóstico en pacientes con diagnóstico incierto de COVID-19 [1].
“Pruebas confiables con un alto valor predictivo negativo pue- den ayudar a referir a los pacientes no COVID a pabellones normales sin aislamiento y preservar las salas de aislamiento para pacientes COVID-19”, señaló el Dr. Thomas Malfait (Hos- pital Universitario de Gante, Bélgica). Por lo tanto, los médicos requieren de resultados diagnósticos rápidos y confiables. El método de referencia actual para la confirmación de un caso sospechoso de infección COVID-19 es la reacción en cade- na de la polimerasa con transcriptasa inversa en tiempo real (rRT-PCR – Real-Time Reverse Transcriptase-Polymerase Chain Reaction), y las muestras obtenidas mediante lavado broncoalveolar (LBA) muestran la tasa más elevada de positi- vidad en la rRT-PCR [2,3]. Sin embargo, las recomendaciones se han inclinado hacia posponer la broncoscopia a fin de pro- teger a los trabajadores sanitarios. En razón de dicho consejo, aún se desconoce el valor diagnóstico de la broncoscopia en este entorno. En consecuencia, el Dr. Malfait y sus colegas in- vestigadores evaluaron retrospectivamente los resultados de broncoscopias efectuadas y grabadas en video entre el 19 de marzo y el 5 de mayo de 2020.
La certeza diagnóstica agregada se clasificó como: diagnós- tico microbiológico alternativo en líquido de LBA o positivi- dad o negatividad a SARS-CoV-2 por PCR en líquido de LBA. La indicación para realizar broncoscopias videograbadas se basó en la existencia de incertidumbre diagnóstica en pacien- tes que presentaban exudados repetidamente negativos en la PCR, pero altos indicadores clínicos de COVID-19 y una tomo- grafía torácica positiva (n = 31), o pacientes con positividad a COVID-19 (n = 7) y sospecha de patologías alternativas, como una sobreinfección.
Los resultados del primer grupo mostraron positividad en la rRT-PCR en siete casos, en tanto que nueve pacientes pre- sentaron verdadera negatividad (rRT-PCR negativa) y se re- gistraron 15 diagnósticos microbiológicos alternativos. En el
grupo de pacientes con positividad a COVID-19, se detectó un diagnóstico microbiológico adicional en cinco de siete ca- sos. En conjunto, el 95% de las 38 broncoscopias derivaron en una certeza diagnóstica adicional. Todas las broncosco- pias videograbadas se efectuaron en pacientes hemodinámi- camente estables o ventilados, utilizando equipo de protec- ción personal, preferiblemente como procedimiento a pie de cama. No se presentaron eventos adversos relacionados con la broncoscopia ni infecciones por COVID-19 en el personal involucrado.
“En casos sospechosos de COVID-19 con incertidumbre diag- nóstica, la broncoscopia presenta un valor diagnóstico adicio- nal con consecuencias terapéuticas, siempre que se garan- ticen las normas de seguridad. Existe un alto rendimiento en los diagnósticos alternativos y el valor predictivo negativo en cuanto a contagiosidad parece ser alto”, concluyó el Dr. Malfait.
1. Malfait T, et al. The role of bronchoscopy in COVID-19 patients during the SARS- CoV-2 pandemic. LBA 4146, ERS International Virtual Congress 2020, 7-9 Sept.
2. European Centre for Disease Prevention and Control. June 2020. Retrieved from: https://www.ecdc.europa.eu/en/covid-19/latest-evidence/diagnostic-testing [Accessed on 30 Sept 2020].
3. Wang W, et al. JAMA. 2020;323:1843-1844.
Fibrosis pulmonar secundaria: un posible efecto a largo plazo de la COVID-19 grave Algunos pacientes con COVID-19 pueden desarrollar anomalías fibróticas. Los pacientes con enfermedad aguda grave se encuentran particularmente en riesgo [1].
En la actualidad, las consecuencias pulmonares a largo plazo de la COVID-19 siguen siendo de naturaleza especulativa [2]. “Sin embargo, sabemos que la gravedad de la COVID-19 está relacionada con los síntomas al momento del alta”, afirmó el profesor Francesco Blasi (Universidad de Milán, Italia). En par- ticular, los pacientes con COVID-19 grave que requieren in- gresar a una unidad de cuidados intensivos parecen estar en riesgo. En la primera serie a gran escala de pacientes con CO- VID-19 hospitalizados en Wuhan (China), la tomografía com- putarizada (CT) de tórax mostró opacidades en vidrio esmeri- lado bilaterales con o sin consolidación y con predilección por el lóbulo inferior en todos los pacientes [2,3]. Si bien el virus es erradicado en aquellos pacientes que se han recuperado de COVID-19, esto no impide, por sí mismo, el desarrollo de enfermedad pulmonar intersticial progresiva y fibrosa irre- versible.
El profesor Blasi examinó uno de los primeros análisis de pa- cientes con COVID-19 dados de alta (reclutados entre el 5 de febrero y el 17 de marzo de 2020); el 47% de los pacientes mostró deterioro de la capacidad difusora de monóxido de carbono de los pulmones (DLCO) y el 25% presentó una dis- minución de la capacidad pulmonar total (CPT). Se encon- tró insuficiencia de la capacidad difusora en el 30.4% de los pacientes con enfermedad leve, en el 42.4% de aquellos con neumonía y en el 84.2% de los individuos con neumonía grave. “No sólo se advierte un deterioro en la capacidad de difusión, sino también cambios en la TC. Particularmente en aquellos pacientes con enfermedad grave”, apuntó el profesor Blasi [1,4].
La correlación entre la neumonía grave durante la infección con COVID-19 y la fibrosis secundaria puede explicarse por una inflamación aguda o crónica que condiciona un daño del epitelio alveolar. En dicho estado, se liberan citocinas proinfla- matorias, como TGFβ, TNFα e IL-6. Estas activan los fibroblas- tos y miofibroblastos, lo cual condiciona un depósito excesivo de colágeno y otros componentes de la matriz extracelular, así como la destrucción de la arquitectura pulmonar normal. La similitud de los perfiles de las citocinas en la fibrosis pulmonar idiopática y la COVID-19 sugieren un mecanismo patológico análogo de la fibrosis pulmonar en dichas enfermedades (ver Figura) [5]. Las infecciones virales pueden actuar como des- encadenantes del inicio de la fibrosis pulmonar o promover exacerbaciones de la fibrosis pulmonar existente. En especial, los pacientes ancianos masculinos son propensos a la fibro- sis inducida por virus debido a la presencia de inmunosenes- cencia.
Con respecto al tratamiento de la fibrosis pulmonar asocia- da al SARS-CoV-2, se han considerado posibilidades que van desde la medicina tradicional china hasta el uso de esteroi- des y antifibróticos. “Los esteroides parecen actuar conforme a nuestra experiencia: mejoran y disminuyen el compromiso pulmonar y también mejoran la tolerancia al ejercicio. Pero creo que los antifibróticos podrían constituir otra estrategia interesante”, concluyó el profesor Blasi.
1. Blasi S. Long-term impact the lung and beyond. COV3651, ERS International Virtual Congress 2020, 7-9 Sept.
2. Spagnolo P et al. Lancet Respir Med 2020;8:750-72. 3. Wang D, et al. JAMA 2020;323:1061-1069.
4. Hu Q, et al. Eur J Radiol 2020; 128:109017.
5. Lechowicz K, et a.l J. Clin. Med. 2020;9:1917.
Vacunas COVID-19: una carrera en curso
En todo el mundo, varios cientos de candidatas a vacunas COVID-19 están actualmente en proceso de investiga- ción; algunas de ellas ya se encuentran en ensayos fase
3. Se espera que, una vez aprobadas, a partir de 2021 las vacunas podrán ayudar a combatir la pandemia de COVID-19 [1].
El desarrollo de vacunas difiere un poco del desarrollo de me- dicamentos: los participantes en los estudios son voluntarios sanos y el número de participantes puede llegar a ser hasta de 60,000 en las pruebas fase 3. Los criterios principales de valoración son la seguridad, la tolerabilidad y, especialmente en ensayos fase 3, la inmunogenicidad. Los diferentes tipos de vacuna que se están desarrollando actualmente incluyen tecnologías basadas en ADN o ARNm, virus atenuados o in- activados, partículas pseudovirales, así como vectores virales replicantes y no replicantes que expresan proteínas del SARS- CoV-2.
Tabla: Vacunas COVID-19 en estudios fase 3 [1]
Tipo de
Desarrollador/fabricante Plataforma vacuna Número Momento de Vía de Etapa clínica
vacuna COVID-19 de la vacuna candidata dedosis las dosis administración Fase 1 Fase 1/2 Fase 2 Fase 3
University of Oxford / AstraZeneca Vector viral no replicante ChAdOx1-S 1 IM NCT04324606
Reporte preliminar 2020-001228-32 ISRCTN89951424 NCT04516746
CanSino Biological Inc.
/Instituto de Biotecnología de Beijing Vector viral no replicante Vector adenovirus tipo 5 1 IM ChiCTR2000030906
Reporte de Estudio ChiCTR2000031781 NCT04526990
Instituto de Investigación Gamaleya Vector viral no replicante Basada en adenovirus (rAd26-S+rAd5-S) 2 0, 21 días IM NCT04436471 NCT04437875 NCT04530396
Sinovac Inactivada Inactivada 2 0, 14 días IM NCT04383574 NCT04352608 NCT04456595
Instituto de Productos Biológicos de Wuhan/ Sinopharm Inactivada Inactivada 2 0, 14 o
1, 21 días IM ChiCTR2000031809 ChiCTR2000034780
Instituto de Productos Biológicos de Beijing/ Sinopharm Inactivada Inactivada 2 0, 14 o
1, 21 días IM ChiCTR2000032459 ChiCTR2000034780
Moderna/ NIAID ARN ARNm encapsulado en NPL 2 0, 28 días IM NCT04283461
Reporte de Estudio NCT04405076 NCT04470427
BioNTech/ Fosun Pharma /
Pfizer ARN 3 NPL de ARNm 2 0, 28 días IM 2020-001038-36 NCT04368728
“Tanto el número de proyectos como de procedimientos para el desarrollo de una vacuna efectiva para COVID-19 no tie- nen precedentes,” afirmó el profesor George Karakiulakis (Universidad Aristóteles de Tesalónica, Grecia). Una revisión reciente de septiembre de 2020 contabilizó 321 vacunas can- didatas en diversas etapas de desarrollo a nivel mundial [2]. Unas 143 están en etapas preclínicas y 33 en etapas clínicas de desarrollo. De las vacunas candidatas en ensayos clínicos, 10 están actualmente en fase 1, 15 en fase 1/2 o 2, y ocho ya se encuentran en evaluaciones clínicas fase 3 [1].
La mayoría de las vacunas candidatas en fase 1 presentan un régimen de administración de dos dosis con tres a cuatro se- manas de separación y se administran por vía intramuscular. Entre aquellas en fase 2, una se administrará por vía intradér- mica. “Nuestra esperanza está puesta en las ocho vacunas que se encuentran en fase 3”, señaló el profesor Karakiulakis (ver Tabla) [1]. Algunos de dichos ensayos recibieron permisos adelantados para pasar a la fase 3 a raíz de la presentación de resultados preliminares favorables y antes del final previsto de las fases previas. Los marcos temporales para la conclu- sión de los estudios fase 3 conforme a los diferentes protoco- los van desde mayo de 2021 hasta octubre de 2022. También se han producido tres anuncios de vacunaciones tempranas que han despertado inquietudes. Uno de ellos, del Instituto de Investigación Gamaleya (Rusia), sólo ha publicado resulta- dos de fase 1, pero no de las fases 2 o 3. No obstante, Rusia se ha estado preparando para una campaña de vacunación masiva que dará inicio en octubre de 2020. De la misma ma- nera, China anunció la inoculación de vacunas candidatas a militares y personal médico a partir de julio 2020 con base en un estudio fase 3 cuyos resultados no han sido publicados.
Normalmente, la Agencia Reguladora de Alimentos y Medi- camentos (FDA – Food and Drug Administration) de los EUA cuenta con reglas estrictas en materia de vacunas, las cuales establecen que una vacuna debe abatir la tasa de enfermedad sintomática un 50% y que se debe contar con datos de segu- ridad de ≥ 1 año en ≥ 3,000 pacientes. Sin embargo, actual- mente existe presión sobre la FDA para aprobar una vacuna para el 1º de noviembre de 2020. “Los expertos piensan que la FDA puede conceder más bien una autorización para uso de emergencia en vez de una aprobación plena”, señaló el profe- sor Karakiulakis. De conformidad con el Dr. Anthony S. Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades In- fecciosas (NIAID – National Institute of Allergy and Infectious Diseases) y experto en enfermedades infecciosas del gobier- no de los EUA, es probable que no se disponga de una vacuna para uso generalizado antes de marzo a septiembre de 2021.
1. Karakiulakis G. Vaccines – Early clinical trials. COV3620, ERS International Virtual Congress 2020, 7-9 Sept.
2. Le TT, et al. Nat Rev Drug Discov. 2020;19:667-668.
COVID-19: ¿Cuál es el riesgo de reinfección?
Algunos estudios han evaluado los cambios inmunitarios durante y después de la infección con COVID-19. Algunos resultados han sugerido que los anticuerpos neutralizantes poseen propiedades protectoras. En el Congreso de la Socie- dad Respiratoria Europea (ERS) de 2020, el Prof. Peter Opens- haw (Imperial College of London, Reino Unido) revisó algunas consideraciones sobre aspectos inmunitarios surgidas de es- tudios recientes de COVID-19 [1].
“Lo que sabemos acerca este virus simplemente está cam- biando de una hora a otra”, apuntó el profesor Openshaw. Al- gunos de los estudios iniciales de China han mostrado una respuesta de los anticuerpos neutralizantes al SARS-CoV-2 en una cohorte de pacientes recuperados de COVID-19 [2]. Los resultados sugieren que existe un incremento en la produc- ción de anticuerpos en los pacientes con enfermedad grave. Desafortunadamente, los individuos asintomáticos presentan una respuesta inmunitaria más débil a la infección por SARS- CoV-2, como lo muestra un estudio chino en 37 individuos asintomáticos [3]. Dicho estudio evaluó las características clínicas y las respuestas inmunitarias de pacientes asintomá- ticos con infección por SARS-CoV-2 y encontró que el 81.1% de los 37 participantes asintomáticos mostró una declinación de los niveles de anticuerpos neutralizantes en la fase con- valeciente, en comparación con el 62.2% de los participantes sintomáticos. El 40% de los individuos asintomáticos se vol- vieron seronegativos en comparación con el 12.9% del grupo sintomático. Cabe observar que la duración de la propagación viral fue más prolongada en los individuos asintomáticos en comparación con aquellos con síntomas. Asimismo, los indi- viduos asintomáticos exhibieron un nivel inferior de 18 citoci- nas proinflamatorias y antiinflamatorias.
En el Reino Unido, la cohorte ISARIC-4C (Consorcio para la Caracterización Clínica del Coronavirus) recopiló datos de pa- cientes con COVID-19. Hasta julio de 2020, se recolectaron datos demográficos, resultados y comorbilidades de 64,323 pacientes (Nivel 0). Se recolectaron muestras biológicas indi- viduales de plasma/suero, exudados nasales, orina y heces de 644 pacientes. Se cuenta con conjuntos de muestras biológi- cas seriadas de otros 1,625 pacientes. Uno de los primeros estudios provenientes de esta cohorte evaluó la respuesta de los linfocitos T durante la infección con COVID-19 en 28 pa- cientes con enfermedad leve y en 14 con enfermedad grave [4]. Dicho estudio mostró que las respuestas de los linfocitos T de memoria resultaron superiores en los casos graves.
En una cohorte norteamericana, un estudio sobre la respuesta inmunitaria humoral al SARS-CoV-2 mostró que las respues- tas de los anticuerpos IgG, IgA e IgM resultaron precisas en la identificación de individuos recientemente infectados, con una especificidad del 100% y una sensibilidad del 97%, el 91% y el 81%, respectivamente [5]. Los anticuerpos IgA e IgM fueron de presencia efímera. Los anticuerpos IgG presentaron una duración más prolongada y persistieron a lo largo de 75 días tras la desaparición de los síntomas. Los autores concluyeron que los anticuerpos IgG están correlacionados con los anti- cuerpos neutralizantes y que posiblemente son un correlato de la inmunidad protectora. Un estudio sobre el brote de SARS- CoV-2 en una embarcación pesquera demostró ulteriormente que la presencia de anticuerpos con altos niveles de actividad neutralizante estuvo relacionada con efectos protectores (P = 0.002) [6]. “Este hallazgo es importante porque nos indica que la presencia de anticuerpos tiene un efecto protector”, señaló el profesor Openshaw.
Tomados en su conjunto, estos resultados muestran que la infección con COVID-19 sensibilizan la inmunidad de los lin- focitos B y T. “Es incierto si la protección por la infección viral permanece por más de unos cuantos meses, pero las vacu- nas posiblemente podrán inducir una mejor inmunidad que la infección natural,” concluyó el profesor Openshaw.
1. Openshaw P. Immunology underpinning vaccine strategy: what is the risk of reinfection? COV3619, ERS International Virtual Congress 2020, 7-9 Sept.
2. Wu F, et al. Preprint at medRxiv.Doi:10.1101/2020.03.30.20047365. 3. Long QX, et al. Nat Med 2020 Aug;26(8):1200-1204.
4. Peng Y, et al. Nat Immunol. DOI:10.1038/s41590-020-0782-6.
5. Iyer AS, et al. Preprint at medRxiv. Doi:10.1101/2020.07.18.20155374.
6. Addetia A, et al. J Clin Microbiol 2020.Doi:10.1128/JCM.02107-20.
Aplicación Covid-19: la experiencia neerlandesa
El Centro Médico de la Universidad de Leiden desarrolló una aplicación para ayudar a rastrear la propagación de la COVID-19 en los Países Bajos. La aplicación es am- pliamente utilizada y parece ser una herramienta útil para monitorear los brotes locales, así como los cambios de comportamiento [1].
“En los Países Bajos se puso mucho énfasis en la respon- sabilidad personal en cuanto a la forma de hacer frente a la pandemia de COVID”, afirmó el profesor Niels Chavannes (Universidad de Leiden, Países Bajos). “Nos vimos realmente sorprendidos por las 200,000 descargas. Esto es realmente mucho para una nación pequeña como los Países Bajos”. La aplicación COVID Radar fue lanzada en abril de 2020 con el objetivo de evaluar la carga sintomática y aspectos de com- portamiento a nivel grupal. Todo mundo pudo registrarse y la aplicación se descargó principalmente en Ámsterdam y Róterdam, las dos ciudades donde se identificó la mayo- ría de los casos de COVID-19. Además de los síntomas y las conductas de distanciamiento social, la aplicación también monitoreó el efecto de relajar las restricciones.
En la aplicación se pidió a las personas que reportaran sus síntomas, incluidos los menos frecuentes como los proble- mas estomacales. La aplicación contó con un buen grado de flexibilidad y pudieron incluirse fácilmente nuevos cono- cimientos como, por ejemplo, síntomas como las alteraciones olfativas o del gusto. Un total de entre 20,000 y 40,000 usua- rios respondieron diariamente a las preguntas. A pesar de un confinamiento flexible en los Países Bajos, se observó que la carga sintomática decreció con el paso del tiempo. Asimismo, se registraron diferencias clínicamente pertinentes entre re- giones de los Países Bajos en lo individual.
La aplicación también arrojó luz sobre los cambios con- ductuales de la población. En comparación con la situación anterior al llamado confinamiento “inteligente”, se registró un notorio decremento en los contactos sociales y una dismi- nución en el número de viajes. “Al inicio de la pandemia, los ancianos presentaban una cantidad promedio de contactos cercanos. Más tarde, sus contactos disminuyeron debido a que este grupo etario fue más cuidadoso. Para nosotros fue interesante ver cómo la gente adopta nuevos comportamien- tos a nivel poblacional en respuesta a los fallecimientos por COVID”, señaló el profesor Chavannes.
Tras el levantamiento del confinamiento “inteligente”, se re- portaron más síntomas, pero no entre la población geriátrica. “Se propagó mucho menos de lo que temíamos, probable- mente porque los ancianos realmente guardaron la distancia, lo cual es reconfortante”, concluyó el profesor Chavannes. En términos generales, la aplicación demostró ser una herra- mienta útil para identificar posibles brotes a nivel geográfico y poblacional.
1. Chavannes NH. Surveillance of COVID-19 with a radar app. Abstract 4954, ERS International Virtual Congress 2020, 7-9 Sept.
Los supervivientes de COVID-19 se benefician de un seguimiento estructurado
Los resultados preliminares del estudio CovILD muestran que muchos pacientes con COVID-19 experimentan in- suficiencia pulmonar a largo plazo que no se detecta por la función pulmonar, pero el deterioro parece mejorar con el tiempo [1].
El estudio CovILD evaluó la frecuencia y los patrones de ano- malías pulmonares en pacientes con COVID-19 de moderada a crítica tras su recuperación. Todos los participantes vivían en una zona de “puntos calientes” en la región tirolesa de Aus- tria. Fueron hospitalizados en la Clínica Universitaria de Medi- cina Interna en Innsbruck, en el Hospital St. Vincent de Zams o en el centro de rehabilitación cardiopulmonar de Münster, Austria. En la reunión virtual de la ERS, la Dra. Sabina Sahanic (Universidad Médica de Innsbruck, Austria) presentó datos de los primeros 86 pacientes inscritos entre el 29 de abril y el 9 de junio de 2020.
La edad promedio de los 86 pacientes fue de 61 años y el 35% eran mujeres. Casi la mitad de los participantes eran fumado- res activos o exfumadores y el 65% presentaba sobrepeso u obesidad. La duración promedio de la estancia hospitalaria de los 86 participantes fue de 13 días; el 21% de los participan- tes fue ingresado a la UCI y en el 19% se requirió ventilación mecánica invasiva. Se programaron visitas de seguimiento a 6, 12 y 24 semanas del alta hospitalaria. En dichas visitas se efectuaron exploraciones clínicas, pruebas de laboratorio, pruebas funcionales pulmonares, estudios por tomografía computarizada (TC) y ecocardiogramas.
En la visita de seguimiento a seis semanas, 56 pacientes (65%) mostraron síntomas persistentes; el síntoma más fre- cuente fue disnea en 40 pacientes (47%), seguido por tos en 13 (15%). En la visita a 12 semanas, la falta de aliento había mejorado, pero aún era evidente en 31 pacientes (39%); sin embargo, no se registró ningún cambio en el porcentaje de pacientes con tos.
Los parámetros de la función pulmonar (es decir, el volumen espiratorio forzado en un segundo [VEF1], la capacidad vital forzada [CVF] y la capacidad de difusión de monóxido de car- bono [DLCO]) mejoraron entre las visitas a seis y a 12 sema- nas. A seis semanas, 20 pacientes (23%) mostraron un VEF1
< 80% del pronosticado normal. A 12 semanas, esta propor- ción mejoró a 18 pacientes (21%). A seis semanas, 24 pacien- tes (28%) mostraron una CVF < 80% del valor pronosticado normal, lo cual mejoró a 16 pacientes (19%) a 12 semanas, en tanto que 28 pacientes (33%) mostraron una DLCO < 80% del valor pronosticado frente a 19 pacientes (22%) a 12 semanas.
En 74 pacientes (88%) se registraron hallazgos patológicos en la TC a seis semanas, así como en 48 pacientes (56%) a las 12 semanas. Los hallazgos patológicos graves en la TC fueron más frecuentes en los pacientes ingresados a la UCI. Los prin- cipales patrones de daño en el seguimiento fueron las opaci- dades en vidrio esmerilado y la reticulación. “Afortunadamen- te, no pudimos encontrar ningún signo de fibrosis pulmonar progresiva en nuestra población”, señaló la Dra. Sahanic.
Al cabo de seis semanas, más de la mitad de los pacientes presentaron al menos un síntoma persistente, predominante- mente disnea y tos, y los estudios por TC siguieron mostraron daño pulmonar en el 88% de los pacientes. Sin embargo, al momento de su siguiente visita a 12 semanas tras el alta, los síntomas habían mejorado y el daño pulmonar disminuyó a un 56%. Al momento de la presentación de la Dra. Sahanic, los resultados a 24 semanas aún estaban siendo evaluados.
“Los hallazgos de este estudio muestran la importancia de implementar una atención de seguimiento estructurada para aquellos pacientes con infección grave por COVID-19”, concluyó la doctora Sahanic. “Es importante señalar que la TC reveló daño pulmonar en este grupo de pacientes que no se identificó en las pruebas funcionales pulmonares. Saber cómo los pacientes se han visto afectados a largo plazo por el coronavirus podría permitir que los síntomas y el daño pulmo- nar se trataran con mucha mayor anticipación y podrían tener repercusiones significativas en la ampliación de las recomen- daciones e indicaciones médicas.”
1. Sahanic S et al. Persisting pulmonary impairment following severe SARS-CoV-2 infection, preliminary results from the CovILD study. LBA 4143, ERS International Virtual Congress 2020, 7-9 Sept.
La rehabilitación pulmonar temprana posterior a la COVID-19 ayuda a la recuperación
Los resultados de un pequeño estudio sugieren que cuanto más pronto los pacientes con COVID-19 inicien un programa de rehabilitación pulmonar tras el retiro de los ventiladores, mejor será la recuperación de las capa- cidades de marcha y respiración, así como la ganancia muscular. A pesar de mejoras significativas, el promedio de tres semanas de rehabilitación no resultó suficiente para una recuperación plena [1].
Los pacientes con COVID-19 grave a veces permanecen se- manas en cuidados intensivos con ventilación mecánica. Como resultado, pueden experimentar múltiples limitaciones físicas (pulmonares y extrapulmonares), emocionales y socia- les, las cuales requieren de un programa integral e interdiscipli- nario de rehabilitación pulmonar. La estudiante de doctorado Yara Al Chikhanie (Universidad de los Alpes de Grenoble, Fran- cia) estudió las repercusiones de la COVID-19 y el efecto de la rehabilitación pulmonar. En el estudio se incluyó a 19 pa- cientes con una media de edad de 71 años. Cada paciente presentaba al menos una comorbilidad. Los pacientes perma- necieron un promedio de 26 días en cuidados intensivos y 13 días en la sala pulmonar antes de ser transferidos a un centro de rehabilitación francés.
Se utilizó una prueba de caminata de seis minutos (6MWT – 6-Minute Walk Test) a fin de evaluar el progreso semanal de estos pacientes. La mayoría aún era incapaz de deambular al llegar al centro de rehabilitación. Al final de la rehabilitación (21 ± 8 días), la 6MWT mostró un incremento de 120 ± 141 m a 337 ± 145 m. Se trató de una ganancia significativa, pero aún correspondió a un deterioro grave, puesto que los pacientes alcanzaron sólo el 43 ± 24% de la distancia normal prevista. La medición de la saturación de oxígeno durante la 6MWT reveló que la mayoría de los pacientes aún presentaba una baja sa- turación de oxígeno (SpO2: 85 ± 6%), si bien los pacientes no presentaban disnea perceptible.
El hallazgo más importante del estudio estribó en que los pa- cientes que ingresaron a rehabilitación pulmonar poco des- pués de su egreso de cuidados intensivos progresaron más rápidamente que aquellos que permanecieron un periodo más prolongado en la sala pulmonar. Cuanto más pronto comenzó la rehabilitación y más tiempo duró, más rápida y mejor fue la recuperación de las capacidades de marcha y respiración de los pacientes, así como la ganancia muscular. Los pacientes que iniciaron la rehabilitación en la semana posterior al retiro del respirador progresaron más aceleradamente que aquellos que fueron ingresados a rehabilitación tras dos semanas. A pesar de la mejora significativa, el periodo promedio de tres semanas en rehabilitación no fue suficiente para una recupe- ración plena. La capacidad de marcha mejoró hasta el final de la rehabilitación. Los participantes también presentaron una recuperación significativa de los volúmenes y capacidades pulmonares, así como de la fuerza de piernas y manos, pero el trastorno por estrés postraumático no se resolvió en los pa- cientes afectados.
“Estos hallazgos sugieren que los médicos deben iniciar la rehabilitación a la brevedad posible y que los pacientes de- ben tratar de permanecer inactivos el menor tiempo posible”, concluyó la Srta. Al Chikhanie. El Presidente de la ERS, Pro- fesor Thierry Troosters (KU Lovaina, Bélgica), comentó que los resultados de este estudio están en perfecta consonancia con una declaración reciente de la ERS en la que se recomien- da una rehabilitación personalizada para los pacientes con COVID-19 tras la fase intrahospitalaria [2].
1. Al Chikhanie Y, et al. New insights into determinants of patient-reported outco- mes in chronic respiratory diseases. LBA PA938, ERS International Virtual Con- gress 2020, 7-9 Sept.
2. Spruit MA, et al. Eur Resp J 2020. DOI: 10.1183/13993003.02197-2020.