Deconstruyendo la artritis reumatoide: el impacto del sistema inmune en tus articulaciones

02/01/2024

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune crónica que se caracteriza por la inflamación de las articulaciones. En ocasiones se confunde con la artrosis pero son enfermedades inflamatorias diferentes.

Afecta en mayor medida a la mujer, posiblemente por la influencia de los estrógenos en la generación de inflamación, además existe una mayor susceptibilidad de la mujer para padecer enfermedades autoinmunes por la metilación del cromosoma X. También hay cierta herencia en lo que respecta a enfermedades del tejido conectivo, por lo que tener una madre con antecedentes de enfermedad es un factor de riesgo.(1)

Las causas exactas de esta enfermedad aún no se comprenden completamente, si bien se ha demostrado que el sistema inmunitario juega un papel fundamental en su desarrollo y progresión. Una combinación de factores genéticos y ambientales desencadena una respuesta inmunitaria anormal que resulta en la producción de autoanticuerpos y la activación crónica del sistema inmune. Veamos qué pasa con el sistema inmunitario…

La Respuesta Inmune Adaptativa en la Artritis

La respuesta adaptativa desempeña un papel crucial en esta enfermedad articular. Tanto las células B como las células T, linfocitos especializados, están alteradas y son clave en el desarrollo de la patología.

Concretamente, se ha observado un aumento de células T CD4+ y una disminución de los linfocitos T Reguladores, responsables de mantener la tolerancia y evitar la reactividad inmunitaria a estructuras y tejidos propios, en las articulaciones afectadas. Las células T CD4 + producen citoquinas proinflamatorias como interleucina 6, el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α) y el interferón gamma. Todas contribuyen a la inflamación crónica y a la destrucción articular.

También las células B juegan un papel importante. Se han encontrado complejos inmunitarios formados por autoanticuerpos y antígenos en las articulaciones de las personas con esta enfermedad. Especialmente las células B productoras de anticuerpos anti-peptídicos citrulinados (ACPA), están estrechamente asociadas con la gravedad de la enfermedad y la destrucción articular en la AR.

Además las células B pueden activar a las células T y dar lugar a un círculo vicioso que perpetúa la respuesta inflamatoria.(2)

Ambiente proinflamatorio y citoquinas en la artritis

La inflamación crónica es un síntoma distintivo de la artritis reumatoide. Se ha demostrado que la inflamación sinovial típica de la artritis está mediada por la producción excesiva de citoquinas proinflamatorias. Estas citoquinas incluyen IL-1β, IL-6, TNF-α y IL-17, entre otras. Promueven la migración de células inflamatorias a las articulaciones y estimulan la producción de enzimas que degradan el cartílago y el hueso. El TNF-α es una de las citoquinas más estudiadas en esta enfermedad y ha sido identificado como un objetivo terapéutico importante de cara a reducir la inflamación y la progresión de la enfermedad en estos pacientes(3).

Solucionando el Rompecabezas Inmunológico

La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune compleja que involucra una respuesta inmune adaptativa disfuncional y una inflamación crónica de las articulaciones. Debe ser tratada por especialistas para evitar que progrese a otras localizaciones y mantener la funcionalidad de las articulaciones.

Muchos de los tratamientos disponibles ayudan habitualmente a aliviar los síntomas, aunque no siempre tratan la raíz del problema. En este sentido, conviene también contemplar enfoques que permitan modular los mediadores implicados simultáneamente, intentando reconducir la respuesta inmunitaria tanto a nivel local como sistémico, para que funcione de manera óptima, según la situación de cada persona. Los tratamientos inmunomoduladores son en este caso una opción a considerar, ya que pueden ofrecer un apoyo complementario al alivio sintomático, que ayude a reequilibrar la señalización inflamatoria.

Precisamente ese es el objetivo de la microinmunoterapia. Los médicos que la utilizan en pacientes con la artritis reumatoide buscan contrarrestar la desregulación que existe en la respuesta inflamatoria y su persistencia, para limitar el deterioro del tejido afectado. Hay que saber que la microinmunoterapia se basa en la utilización del mismo tipo de moléculas y mediadores inmunológicos que usa la inmunidad, en bajas y muy bajas dosis, para trabajar desde un punto de vista fisiológico, acercándose lo más posible al funcionamiento natural del cuerpo. Por ejemplo, puede dirigirse a regular a la baja la acción de citoquinas como la IL-1 o la IL-6, implicadas en la reacción inflamatoria.

Al final, tanto en la artritis reumatoide como en otras patologías autoinmunes, no se trata únicamente de frenar la inmunidad, sino de reconducirla hacia su estado de equilibrio.

http://biotech-spain.com/es/articles/deconstruyendo-la-artritis-reumatoide-el-impacto-del-sistema-inmune-en-tus-articulaciones/