Descubren que virus del herpes podría jugar papel en el desarrollo del Alzheimer
- netmd
- 28 de junio de 2018
- Neurología
- 0 Comments
22 de junio de 2018
Los virus podrían desempeñar un papel clave en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, sugiere un nuevo estudio.
Los investigadores descubrieron que los cerebros plagados de la enfermedad de Alzheimer contienen altos niveles de dos cepas del virus del herpes humano, 6 y 7, las cuales se encontraron en cerebros afectados por la enfermedad en niveles hasta dos veces más altos que en aquellos sin la condición, informaron los científicos.
Un análisis genético detallado encontró que los virus del herpes parecen interactuar con los genes humanos previamente relacionados con el Alzheimer, dijo Joel Dudley, autor principal del trabajo.
“Parecía que el virus estaba actuando en las redes o vías biológicas con muchos genes conocidos del Alzheimer“, indicó Dudley, director del Instituto para la Atención Médica de Próxima Generación en la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, en Nueva York.
“Sugiere que la actividad viral estaba activando o suprimiendo genes que están en estrecho contacto con genes conocidos del Alzheimer“, agregó.
Estos resultados podrían proporcionar una nueva vía de investigación destinada a prevenir y tratar el Alzheimer, señaló Keith Fargo, director de programas científicos y de alcance de la Asociación de Alzheimer.
“La enfermedad de Alzheimer no es contagiosa“, aclaró Fargo. “Sin embargo, si se confirma que los virus u otras infecciones tienen un papel en el Alzheimer, puede permitir a los investigadores encontrar nuevas terapias antivirales o inmunológicas para tratar o prevenir la enfermedad“.
Los virus del herpes 6 y 7 están ampliamente presentes en los humanos, pero no se conocen bien. Infectan a casi todos los humanos, generalmente durante la infancia, y se han relacionado estrechamente con la erupción infantil llamada roseola, según la Fundación HHV-6.
Al igual que otros virus del herpes (herpes simple, varicela y virus de Epstein Barr), las cepas 6A y 7 permanecen inactivas en el cuerpo y pueden reactivarse en etapas posteriores de la vida. Estas cepas se han relacionado con encefalitis y otras afecciones crónicas.
“Se sabe que es particularmente virulento en las neuronas y se ha asociado con otras afecciones neurológicas“, dijo Dudley. “Todos están expuestos al virus, pero es bastante enigmático en términos de cómo podría estar contribuyendo a la salud“.
Dudley y sus colegas tropezaron con este posible vínculo viral con el Alzheimer durante un análisis destinado a encontrar maneras de reutilizar medicamentos usados en el tratamiento de otras patologías para combatir la temida enfermedad neurodegenerativa.
El equipo de investigación había estado mapeando y comparando las redes biológicas que subyacen a la enfermedad de Alzheimer, basándose en análisis genéticos detallados de más de 600 muestras de tejido cerebral.
Los científicos descubrieron que el proceso de la enfermedad de Alzheimer probablemente se vea afectado por una compleja serie de interacciones entre la genética viral y la humana.
“Pudimos construir una red social del virus y los genes del huésped, para ver quién es amigo de quién“, apuntó Dudley.
Estos modelos ayudaron a explicar cómo los genes virales están operando en el contexto de los genes del huésped. “Cuando construimos esos modelos de red, descubrimos que la interacción virus / huésped contenía muchos genes conocidos de Alzheimer“, mencionó.
Para probar lo que encontraron, los expertos realizaron análisis genéticos adicionales en otras 800 muestras de cerebro obtenidas por la Clínica Mayo y el Centro Rush para la Enfermedad de Alzheimer. En estas muestras, los científicos observaron un aumento persistente en los virus del herpes humano 6A y 7 en los cerebros de los pacientes con Alzheimer.
“Esto abre la puerta para buscar nuevas terapias que apunten al sistema inmune en el Alzheimer“, destacó Dudley.
Sin embargo, antes de que eso suceda, “necesitamos encontrar mejores herramientas para identificar a las personas con Alzheimer que tienen genética de alto riesgo que también tienen exposición al virus en el cerebro“, añadió.
“Queremos ser capaces de identificar a las personas que se beneficiarían más de un ensayo que involucre medicamentos antirretrovirales, y todavía no tenemos esas herramientas“, lamentó.
Fargo aseguró que el nuevo estudio “aumenta la credibilidad” de las teorías anteriores que han vinculado las enfermedades infecciosas y el Alzheimer.
“Las posibles funciones de los microbios y virus en la enfermedad de Alzheimer se han sugerido y estudiado durante décadas, pero la investigación previa no ha explicado cómo se pueden conectar [..] Este es el primer estudio que proporciona evidencia basada en conjuntos de datos múltiples y grandes que respaldan esta idea“, refirió.
Pero Fargo enfatizó que se necesita mucho trabajo de seguimiento para comprender mejor la asociación descubierta por esta nueva investigación.
“Como ilustración, simplemente no sabemos en este momento si los cambios cerebrales relacionados con la enfermedad de Alzheimer crean una mayor susceptibilidad a estos virus, o si la infección por estos virus crea un riesgo adicional de enfermedad de Alzheimer. ¿O hay factores adicionales involucrados? Ese es el desafío para los investigadores“, concluyó Fargo.
Los hallazgos fueron publicados recientemente en la revista Neuron.
