Detección de Clostridioides difficile toxigénico a partir de muestras diarreicas por reacción en cadena de la polimerasa, en pacientes hospitalizados en Paraguay. Periodo 2016-2018

RESUMEN

La infección por Clostridioides difficile (ICD) se considera la principal enfermedad diarreica asociada a pacientes internados en instituciones de salud, generalmente mayores de 61 años y al uso de antimicrobianos de espectro extendido. Es un bacilo grampositivo anaerobio estricto, esporulado. La alteración de la microbiota colónica por el tratamiento antimicrobiano permite la colonización e infección por este microorganismo, cuya manifestación clínica, se basa en la presentación de cuadro diarreico. El objetivo de este estudio fue detectar C. difficile toxigénico a partir de muestras diarreicas por reacción en cadena de la polimerasa en pacientes hospitalizados. Estudio descriptivo de corte transverso, prospectivo que utilizó como un instrumento de medición una ficha epidemiológica conteniendo las variables de estudio y consentimiento informado. En 901 muestras diarreicas, se detectaron las toxinas tcdA, tcdB, ctdA, ctdB y tcdC y del gen de especie. La prevalencia de C. difficile toxigénico fue de 19,7% (n=178) de las muestras que dieron positivas para una o ambas toxinas (toxinas A y B); el 98% presentó ambas toxinas. Se observó mayor presentación de ICD en pacientes con una mediana de 68 años, y en el sexo masculino en un 52%. Se evaluó el tratamiento antimicrobiano y el uso de los antimicrobianos, donde, el uso de clindamicina, cefalosporinas, fluoroquinolonas y vancomicina, presentó valores estadísticamente significativos. Los resultados obtenidos permitieron caracterizar epidemiológicamente la infección por este patógeno. Es de gran importancia realizar en forma temprana el diagnóstico y diseñar e implementar estrategias para evitar la emergencia de este patógeno.

INTRODUCCIÓN

El Clostridioides difficile es un bacilo grampositivo anaerobio estricto, formador de esporas. En su ciclo biológico, existen 2 estados: vegetativo, responsable de las manifestaciones clínicas y caracterizado por la capacidad de producir toxinas, que pueden ser eliminadas por algunos antibióticos; y latente, en forma de esporas, las cuales no produce toxinas y resisten a las condiciones de temperatura, humedad y al efecto de los antibióticos1.

El contacto con esporas de una cepa de C. difficile junto con la alteración de la microbiota colónica frecuentemente por la exposición a tratamiento antimicrobiano permiten la colonización y posterior infección por este microorganismo, cuya manifestación clínica, generalmente, se basa en la presentación de cuadro diarreico (2.

Además, la hospitalización prolongada, ingreso a la unidad de cuidados intensivos, edad avanzada, inmunosupresión, la proximidad física con infectados son factores de riesgo de la infección por Clostridioides difficile (ICD)3.

La detección de C. difficile por métodos moleculares permite el aumento de la especificidad en comparación con métodos convencionales como inmunocromatográficos o ELISA que generalmente se utilizan en las instituciones de salud. Esta metodología permite dar respuestas rápidas al plantel médico para la toma de decisiones, teniendo en cuenta la patogenicidad de esta bacteria y la rápida propagación por medio de fómites y por sus esporas, esta última, dota a la bacteria de mayor resistencia en cuanto a la viabilidad3,4.

El diagnóstico laboratorial de la ICD se realiza mediante la detección de las toxinas en las heces4. Las cepas toxigénicas poseen un locus de patogenicidad (PaLoc) con los genes de las toxinas A y B (tcdA y tcdB), exotoxinas que principalmente causan la sintomatología de la infección4,5. Además, algunas cepas producen la denominada toxina binaria, cuyo papel en la patogénesis no está todavía muy claro y estas se encuentran codificadas por los genes ctdA y ctdB6. La sensibilidad de la mayoría de los métodos moleculares suele ser superior al 90% tanto para los métodos que utilizan PCR a tiempo real como los que realizan amplificación iso-térmica, mientras que la especificidad suele alcanzar el 94-99% lo que permite un diagnóstico de laboratorio rápido y certero tanto al clínico como al centro de control de infecciones7,8.

El cultivo es un método engorroso y tedioso, debido a la técnica de enriquecimiento, la atmósfera y el tiempo de crecimiento, que hace difícil la recuperación de cepas puras de este patógeno8.

En EEUU los datos del CDC muestran que los pacientes con diagnóstico al alta de ICD han aumentado de forma significativa, pasando de 31/100.000 casos en 1996 a 61/100.000 en el año 20039 y la incidencia media por hospitales ha aumentado desde el 2005 hasta 5,5/10.000 días paciente (rango 0-36,3/10.000; y por países 0-19,1)10.

En Latinoamérica, específicamente en Costa Rica, también se ha descrito a C. difficile como el principal agente causal de diarrea nosocomial, con una tasa de infección cercana al 30% de los casos de diarrea, mientras que la cepa hipervirulenta fue encontrada, por primera vez, en otro centro hospitalario de este país con una prevalencia del 54% del total de los aislamientos1113. El conocimiento de la epidemiología y de la biología de la ICD es escaso en el hemisferio sur de América. En Chile, Gardilcic et al. (2000) evaluaron 27 pacientes hospitalizados con 31 episodios de diarrea asociada a C. difficile durante 4 meses, de los cuales solo murió 1 (4%) paciente por megacolon tóxico14. García et al. (2007), reportaron que de 156 pacientes con diarrea nosocomial, 55 (35,2%) fueron diagnosticados de ICD15. Estudios realizados en Brasil por Souza Dias et al. (2010) muestran una incidencia de 3,3/1.000 pacientes hospitalizados y una prevalencia del 27%16. En Argentina, Legaria et al. (2003), describieron que de 87 pacientes con sospecha de ICD, el 40% eran toxigénico17.

C. difficile tiene un papel muy importante en las infecciones intrahospitalarias, en Paraguay se conoce poco acerca de la prevalencia de esta infección. El desconocimiento de la epidemiología local, su incidencia y los factores de riesgo relacionados con la ICD dificultan la generación de políticas hospitalarias para la contención o minimización del impacto de estas infecciones, por lo que el objetivo de este trabajo es determinar la prevalencia de C. difficilea partir de muestras diarreicas en pacientes hospitalizados, por el método molecular de reacción en cadena de la polimerasa (PCR).

María Orrego1  , Natalie Weiler1  , Mario Martínez1 

1Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, Laboratorio Central de Salud Pública, Departamento de Bacteriología y Micología, Sección Enteropatógenos. Paraguay

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http://scielo.iics.una.py/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1812-95282020000100055&lng

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