Día mundial del linfoma: 15 de Septiembre 2018
- netmd
- 14 de septiembre de 2018
- Oncología Médica
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Linfoma: la tercera causa de fallecimiento por cáncer en niños y con mayor incidencia en jóvenes
Junto con la leucemia y el mieloma, el linfoma representa la quinta causa de muerte por cáncer en el mundo: 200 mil muertes al año. En Argentina se aprobó una nueva droga para el linfoma folicular
El linfoma es un tipo de cáncer de la sangre que afecta a más de un millón de personas en todo el mundo y en busca de generar conciencia y llegar cada vez más a un diagnóstico temprano, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció su día mundial mañana, 15 de septiembre.
Este grupo de enfermedades de cáncer en sangre es uno de los cánceres menos conocidos por las personas, ya que cerca del 75% de los diagnosticados nunca escuchó de él, pero sin embargo se diagnostican 360 mil nuevos casos por año.
Se trata del linfoma, un grupo de enfermedades de cáncer en sangre con más de 60 tipos identificados, ya sea Hodgkin o no Hodgkin (el subtipo más común), que junto con la leucemia y el mieloma son las tres enfermedades ejes de la oncohematología. Y constituye la tercera causa de muerte por cáncer en los niños, la quinta en los adultos y el primer cáncer de incidencia en jóvenes.
“Concretamente son tumores malignos del tejido linfático del cuerpo humano. Este tejido está ubicado en varios órganos, fundamentalmente en los linfáticos, que forman parte del sistema inmunológico de una persona”, explicó a Infobae la doctora Silvana Cugliari, jefa de servicio de Hematología en el Hospital Roffo.
“Existen dos grandes grupos: los linfomas de Hodgkin (LH), que suponen el 10% de todos los casos y se curan en la mayoría de los pacientes, y los linfomas no Hodgkin (LNH), que son el 90% restante y conforman un desafío grande respecto a su comportamiento y final tratamiento, en función del tipo de células inmunes afectadas y los biomarcadores implicados”, afirmó Cugliari, miembro de la Sociedad Argentina de Hematología (SAH).
Respecto a esta neoplasia hematológica que se manifiesta en órganos del sistema linfático y se produce por la proliferación maligna de linfocitos (células defensivas del sistema inmunitario), es el tipo de cáncer con más incidencia en jóvenes y la tercera causa de fallecimiento por cáncer en niños. Cada 90 segundos una persona recibe el diagnóstico.
Junto con la leucemia y el mieloma, el linfoma representa la quinta causa de muerte por cáncer en el mundo: 200 mil muertes al año.
El LNH comienza en los glóbulos blancos, conocidos como linfocitos, que son un componente clave del sistema inmunológico. Hay más de 60 tipos diferentes de linfoma no Hodgkin, que también pueden ser clasificados como indolente (de crecimiento lento) o agresivo (de crecimiento rápido), dependiendo de la rapidez con la que se desarrolla.
Causas desconocidas
Ciertamente, no se conocen las causas de esta enfermedad, aunque sí se sabe que las infecciones víricas y bacterianas contribuyen a su aparición, e incluso juegan un papel fundamental en algunos subtipos.
“El origen de un linfoma es multifactorial. Es importante el diagnóstico precoz, ya que es muy diferente la evolución de un paciente con un pronóstico precoz que con un estadio avanzado. Los chequeos clínicos periódicos, detección de nódulos en cuello, axilas e ingle son importantes a fin de un tratamiento exitoso”, agregó la especialista.
Aproximadamente, la curación de los linfomas de Hodgkin pueden estar alrededor del 80%-90% mientras que el de los linfomas no Hodgkin entre el 10%-20%. Siempre se debe tener en cuenta el estadio de la enfermedad. Cuando la enfermedad es asistida en los estadios tempranos, estos porcentajes pueden cambiar.
Los síntomas más comunes son:
– Hinchazón indolora en los ganglios linfáticos de la parte superior del cuerpo, que se puede sentir en el cuello, la zona de la clavícula, axilas o ingle.
– Fiebre, especialmente por la noche.
– Sudores, escalofríos o cambios de temperatura.
– Pérdida de peso inexplicable.
– Pérdida de apetito.
– Fatiga y cansancio inusuales.
– Tos persistente.
– Disnea (falta de aire).
– Picazón persistente en todo el cuerpo sin causa aparente o sarpullido.
– Inflamación en las amígdalas.
– Dolor de cabeza.
Linfoma Folicular
El linfoma folicular es el linfoma indolente más común, representando casi el 20% de los casos de linfoma no Hodgkin recién diagnosticados. En todo el mundo esto equivale a 85.000 personas que son diagnosticadas con este subtipo cada año.
“Esta enfermedad se diagnostica habitualmente en adultos mayores entre los 60 y 70 años de edad. Tenemos que tener en consideración que este grupo de pacientes hoy tiene una perspectiva de vida de 15 o 20 años más, es decir, hay mucho por hacer por ellos para que lleguen a la vida que tienen prevista desde el punto de vista individual. Es por esto que controlar la enfermedad es un hecho trascendental para su calidad de vida y supervivencia que van a tener”, explicó el doctor Jorge Milone, jefe de Servicio de Hematología del Hospital Italiano de La Plata.
Los síntomas del linfoma folicular a menudo aparecen gradualmente y, por lo tanto, pasan desapercibidos por los pacientes y casi el 80% de los casos se diagnostican en etapas avanzadas de la enfermedad. Aunque la mayoría de los pacientes responden al tratamiento inicial, el linfoma folicular suele reaparecer y se vuelve más difícil de tratar después de cada recaída. La recaída puede ocurrir en cualquier momento, incluso después de años de remisión.
“Tradicionalmente se ha dicho que el linfoma folicular es una enfermedad sin cura. Sin embargo, los datos más recientes con medianas de supervivencia libre de progresión que se aproximan a los 10 años cuestionan que realmente se trate una enfermedad incurable, puesto que si un paciente permanece en remisión por más de 10 años, ¿por qué no podemos pensar que esté ya curado de su enfermedad?”, reflexionó el doctor Miguel Canales Albendea, jefe de Sección Hematología del Hospital Universitario La Paz, en Madrid.
Nueva droga aprobada en Argentina
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó recientemente una nueva terapia para el tratamiento del linfoma folicular, un subtipo de cáncer de sangre que hasta el momento no tiene cura.
Este nuevo tratamiento que demostró un aumento de 5 años en la sobrevida libre de progresión y una reducción en el porcentaje de pacientes que podría sufrir una recaída, por sobre los resultados de las terapias actualmente disponibles.
Se trata de obinutuzumab, que se indica en combinación con quimioterapia, seguido de un mantenimiento con el mismo fármaco (no superior a los 2 años), para el tratamiento de pacientes con linfoma folicular no tratados previamente.
“Hasta el momento, esta combinación estaba indicada en pacientes que sufrían recaídas, es decir, a quienes la enfermedad les volvía luego de largos plazos de remisión. A partir de ahora, esta combinación de obinutuzumab con quimioterapia se aprobó para su utilización en primera línea terapéutica, es decir, para tratar a los pacientes de reciente diagnóstico en estadio avanzado de la enfermedad, para poder conseguir respuestas profundas para poder conseguir una mejor sobrevida libre de tumor”, expresó el doctor Milone.
La autorización de este nuevo tratamiento se ha basado en el estudio GALLIUM, del cual participaron cerca de 1.200 pacientes con esta enfermedad en necesidad de un tratamiento. Los resultados con esta nueva terapia superarían en 5 años a las terapias previas, basadas en rituximab.
Los resultados han demostrado que esta nueva terapia reduce el riesgo de progresión de la enfermedad o muerte (SLP), en un 34%. Además, se corroboró una reducción de cerca del 50% en el riesgo de reaparición de la enfermedad durante los primeros 2 años, lo cual representa un avance fundamental en el control de esta enfermedad.
“La sobrevida libre de enfermedad tiene una relación directa con la calidad de vida del paciente, ya que un paciente en remisión completa, sin ningún síntoma de linfoma folicular, tendrá una mejor calidad de vida y una gran posibilidad de desarrollar una vida normal” concluyó Milone.
Por Víctor Ingrassia