Diagnóstico y tratamiento de la fístula uretero ilíaca
RESUMEN
La fístula ureteroilíaca es una causa poco común de hematuria, con una mortalidad proporcional al retraso diagnóstico. Dada la falta de sensibilidad de la exploración física y de las pruebas complementarias, el diagnóstico depende de la sospecha clínica. El tratamiento es multidisciplinario y depende el estado del paciente, las características de la fístula y del cirujano. Se presenta un caso clínico y se realiza una revisión bibliográfica.
INTRODUCCIÓN
La fístula ureteroilíaca (FUI) es un diagnóstico poco común, con una alta mortalidad, proporcional al retraso diagnóstico. El principal signo es la hematuria, que puede presentarse desde una microhematuria persistente a una hematuria macroscópica que cause un shock hemorrágico. En este artículo se presenta un caso clínico y se realiza una revisión bibliográfica.
CASO CLÍNICO
Mujer de 81 años con los antecedentes personales de diabetes mellitus, tumor primario de ovario intervenido mediante laparotomía media infraumbilical, adyuvancia con quimioterapia y radioterapia hace 18 años; posterior eventración de laparotomía media, con intento infructuoso de corrección con malla. Acude a Urgencias en shock séptico secundario a litiasis radiotransparente de 13x7mm en tercio medio del uréter izquierdo. Se realiza derivación urinaria colocando un doble J sin incidencias. La evolución en la unidad de cuidados intensivos y en planta es satisfactoria, siendo dada de alta a los 15 días. Tres meses tras la derivación se objetiva en TC la disolución de la litiasis, retirándose el catéter doble J de forma ambulatoria sin incidencias. Tres días tras la retirada del catéter la paciente acude a Urgencias por hematuria macroscópica y shock hemorrágico, con un descenso de 5 mg/dl de hemoglobina respecto a las analíticas previas. Tras la estabilización hemodinámica se realiza un angio-TC descartando sangrado renal activo, y visualizado coágulos en el sistema excretor izquierdo y la vejiga. El uréter izquierdo muestra realce mucoso difuso junto con trabeculación de la grasa subyacente. La paciente es sondada e ingresa en planta para observación y estudio.
La hematuria cede en 24 horas y se realiza al séptimo día un angio-TC de control, sin objetivar punto de sangrado activo. El día del alta, la paciente se incorpora de la cama evidenciando un segundo cuadro de hematuria explosiva de minutos y un shock hemorrágico que precisa la intervención de medicina intensivista. Se realiza una arteriografía selectiva de la arteria renal izquierda sin objetivar punto de sangrado activo. Se realiza otro angio-TC de control 48 horas después, objetivándose un pequeño hematoma retroperitoneal a nivel de la bifurcación de la arteria ilíaca común izquierda (Figura 1) y un pseudoaneurisma milimétrico en la bifurcación de la arteria ilíaca común-externa, sospechando una fístula ureteroilíaca (Figura 2).
En la arteriografía del eje iliaco femoral izquierdo se objetiva una estenosis en el inicio de la arteria iliaca externa y un pseudonaeurisma en su cara anterior, sin embargo, y dado que la paciente no presentaba hematuria, no se demuestra la fístula. Se decide colocar una endoprótesis balón expandible de 10×57 mm que dilata la estenosis y cubre el pseudoaneurisma sin complicaciones.
Se realiza un control mediante angio-TC una semana tras el procedimiento, visualizando la colocación del stent a entre la arteria ilíaca común y la externa, sin la visualización del pseudoaneurisma (Figura 3). Tras el resultado se le permite la deambulación y es dada de alta con una dosis antibiótica profiláctica durante 1 mes. Seis meses tras el alta, la paciente no ha presentado hematuria
- Javier Fabuel¹, Laura Martínez¹, Pedro Fernández¹ Mónica de Cabo¹.
- Servicio de Urología, Santiago, Chile. 2. Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital General Virgen de la Luz, Cuenca. España.
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