Disfagia, ¿qué altera mi deglución?

 

El mecanismo por qué se produce disfagia es muy complejo y muy variado. La disfagia realmente es un síntoma que afecta a pacientes con muchas enfermedades. Pacientes con problemas neurológicos, los más frecuentes son los infartos cerebrales o patología cerebrovascular, complicaciones de enfermedades neurodegenerativas, Parkinson, esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica o enfermedades neuromusculares, como puede ser por ejemplo la miastenia gravis o ciertas miopatías, o también se produce en caso de enfermedades o patología directa de la vía digestiva superior. Por ejemplo, como consecuencia de tumores de vía digestiva superior o como consecuencia de los tratamientos de estos tumores, sea mediante cirugía o mediante quimio o radioterapia. La quimio o radioterapia produce muchos trastornos deducción, igual que la cirugía también tiende a producir trastornos de deglución en este tipo de pacientes. Cada vez usamos técnicas quirúrgicas menos agresivas para la fisiología y conseguimos mejores resultados funcionales en caso de estos pacientes.

En cuanto a la forma de tratar la disfagia depende mucho de la causa. Como he dicho antes la disfagia es un síntoma, síntoma que puede ser consecuencia de muchos trastornos. Un trastorno mecanismo de cierre de la laringe, un trastorno en la apertura del esófago, pueden causar que el paciente no pueda tragar. El tratamiento de cada uno debe ser individualizado. La disfagia no tiene un único tratamiento, tiene diferentes posibles tratamientos que se combinan atendiendo a la fisiología y fisiopatología de cada caso y de cada enfermo.

 

¿Cómo se puede prevenir la disfagia?

Cuando tenemos un paciente con disfagia en primer lugar hay que averiguar y determinar cuál es la causa de la disfagia. La enfermedad que lo produce, si conseguimos averiguar cuál es. A veces es directamente la enfermedad que nos trae al paciente consulta. Tenemos que indagar sobre cuál es el mecanismo que produce la disfagia en ese paciente y con todos estos datos plantear cómo lo tratamos.

El tratamiento puede ser de varias formas y muchas veces se combinan estas formas. Una de ellas la rehabilitación. La rehabilitación realizada por logopedas lo que permite es buscar métodos que suplan el problema que tiene ese paciente a la hora de tragar. Maniobras que potencien ciertos músculos, ejercicios que potencien ciertos músculos, maniobras que produzcan una mejor seguridad y evitar que el alimento se vaya a ciertas posiciones. Por ejemplo, pacientes que tienen una parálisis de la cuerda vocal, con movimiento de giro de la cabeza hacia esa cuerda paralizada, consigue tragar mejor, al desviar el bolo alimenticio hacia el lado sano. En otras ocasiones no es solamente la rehabilitación sino cambiar el tipo de dieta. La textura de los alimentos es muy importante. Los alimentos más líquidos en los pacientes neurológicos tienden a causar más trastornos de seguridad y más riesgo de neumonías. En esos casos usan espesantes o aguas gelificadas, que lo que van a hacer es potenciar el mecanismo de defensa que tiene el paciente con mayores texturas. A veces en pacientes con disfagias más orgánicas y que tienen más trastorno con los sólidos, buscaríamos hacer un alimento más líquido que permita que ese bolo se degluta mejor.

 

En resumen, es buscar qué tipo de alimento, con las maniobras de exploración que podemos realizar, va a permitir deglutir y trabajar de una forma más eficaz y más segura. En pocas ocasiones, pero algunas ocasiones, puede haber ciertos procedimientos quirúrgicos que podrían ayudar a aliviar los trastornos de deglución.

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