Documento de puesta al día de la Asociación Española de Neurogastroenterología y Motilidad (ASENEM) y la Sociedad Española Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) sobre el manejo de la dispepsia funcional.
- ComiteNetMD
- 7 de marzo de 2025
- Gastroenterologia, Medicina General e Interna
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Resumen
La dispepsia funcional (DF) es un trastorno del eje intestino-cerebro caracterizado por plenitud posprandial, saciedad precoz, distensión abdominal y/o dolor epigástrico, que sospechamos son originados en el tracto gastroduodenal. Si bien las recomendaciones internacionales del consenso de Roma IV requieren un estudio endoscópico para descartar patología orgánica antes de establecer el diagnóstico de DF, las guías internacionales recomiendan que en atención primaria, en ausencia de factores de riesgo, el manejo de estos pacientes se inicie con determinación (y en su caso erradicación), de posible infección por Helicobacter pylori seguido de tratamiento empírico con inhibidores de la bomba de protones y/o procinéticos, reservando el estudio endoscópico para los pacientes refractarios al tratamiento. El tratamiento de segunda línea incluye a fármacos neuromoduladores, entre los que destacan los antidepresivos tricíclicos y antipsicóticos atípicos como la levosulpirida. Este último tiene una acción predominantemente procinética por lo que también puede utilizarse como fármaco de primera línea en pacientes con predominio de saciedad precoz y pesadez posprandial. Otras alternativas terapéuticas incluyen tratamientos fitoterápicos, como el STW5 o el aceite de menta y alcaravea, que han mostrado ser superiores a placebo en estudios controlados. En paralelo, el consejo dietético y de estilos de vida, y, en función de su disponibilidad, las intervenciones psicológicas como la terapia cognitivo conductual, pueden ser una alternativa terapéutica a considerar en algunos pacientes.
INTRODUCCIÓN
La dispepsia funcional (DF) es un trastorno del eje intestino-cerebro caracterizado por un conjunto de síntomas digestivos localizados en el hemiabdomen superior y frecuentemente asociados a la ingesta de alimentos, en ausencia de una causa orgánica identificable utilizando las técnicas diagnósticas clínicas habituales (1). Los síntomas habituales de la DF incluyen plenitud posprandial, saciedad precoz, distensión abdominal y/o dolor epigástrico, que sospechamos son originados en el tracto gastroduodenal. Ocasionalmente los pacientes refieren náuseas, vómitos y/o pérdida de peso (2). Para considerarse DF estos síntomas deben de producirse de forma crónica y recidivante, con debut al menos 6 meses antes del diagnóstico (3). Dada su elevada prevalencia y su difícil manejo, la DF constituye un reto importante tanto para el médico de familia como para el especialista en digestivo. En este artículo colaborativo entre la Asociación Española de Neurogastroenterología y Motilidad (ASENEM) y la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) se hace una puesta al día y se dan unas recomendaciones de manejo, tanto desde la perspectiva de la medicina familiar y comunitaria como de los especialistas en aparato digestivo.
Jordi Serra1,2, Luis Alcalá-González1, Juan Mendive3, Cecilio Santander2,4, Blanca Serrano Falcón5
1Unidad de Motilidad Digestiva. Hospital Universitari Vall d’Hebron. Barcelona.
2Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd).
3Centro de Atención Primaria (CAP) La Mina. Sant Adrià de Besòs, Barcelona. Grupo de Enfermedades Digestivas de semFYC.
4Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Universitario de La Princesa. Madrid.
5Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Granada
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