Edulcorantes Artificiales y Riesgo de Enfermedad Cardiovascular
- netmd
- 15 de septiembre de 2022
- Cardiología
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Los efectos nocivos de los azucares agregados se han determinado para varias de las enfermedades crónicas no transmisibles, lo que ha llevado a las industrias alimentarias a utilizar edulcorantes artificiales como alternativa en una amplia gama de alimentos y bebidas. La seguridad de los edulcorantes artificiales en la actualidad, es materia de debate y los resultados de los estudios continúan siendo divergentes.
Se ha sugerido un efecto negativo de estos aditivos alimentarios en las enfermedades cardiovasculares en estudios experimentales, pero los datos de los estudios en humanos siguen siendo limitados, y los estudios observacionales previos se han centrado únicamente en las bebidas endulzadas artificialmente utilizadas como sustituto.
Charlotte Debras y cols. realizaron un estudio de cohorte prospectivo basado en la población en Francia con el objetivo de evaluar las asociaciones entre los edulcorantes artificiales de todas las fuentes dietéticas (bebidas, edulcorantes de mesa, productos lácteos, etc), en general y por molécula, y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La ingesta dietética y el consumo de edulcorantes artificiales se evaluaron mediante registros dietéticos repetidos de 24 h, incluyendo las marcas de los productos industriales.
El punto final primario fue la asociación entre los edulcorantes y el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Se incluyeron 103.388 participantes de la cohorte NutriNet-Sante, con una edad media de 42.2±14.4 años, con un 79.8% de mujeres.
Un total de 37.1% de los participantes consumían edulcorantes artificiales, siendo el promedio de consumo de 15.76 mg/d entre todos los participantes y 42.46 mg/día entre los consumidores, lo que corresponde aproximadamente a un paquete individual de edulcorante de mesa, o 100 ml de gaseosa de dieta.
Entre los participantes que consumían edulcorantes artificiales, el consumo medio para aquellos dentro de la categoría de bajo consumo era 7.46 mg/dia y 77.62 mg/día para la categoría de alto consumo.
Aspartamo, acesulfamo de potasio y sucralosa contribuyeron el 58%, 29% y 10% del total de los edulcorantes artificiales consumidos.
Los refrescos sin azucares añadidos representaron el 53% del consumo de edulcorantes artificiales, los edulcorantes de mesa el 30% y los productos lácteos aromatizados y edulcorados artificialmente el 8%.
Las contribuciones de los grupos de alimentos variaron para cada edulcorante artificial; por ejemplo, los edulcorantes de mesa contribuyeron al 48% de la ingesta de aspartamo, seguidos por los refrescos sin azúcar añadido (41%), mientras que el acesulfamo de potasio y la sucralosa fueron aportados principalmente por el consumo de refrescos sin azúcar añadido (76% y 78%, respectivamente). Los participantes que consumían edulcorantes artificiales tendían a consumir más de un tipo de los principales edulcorantes artificiales, y el 7,23% del total de participantes consumía los tres tipos principales.
Durante una mediana de seguimiento de 9 años, ocurrieron 1502 eventos cardiovasculares incidentes, 730 fueron coronarios y 777 cerebrovasculares.
La ingesta total de edulcorantes artificiales se asoció con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular (HR 1.09, IC95%: 1.01-1.18, p=0.03)
Los edulcorantes artificiales se asociaron más particularmente con el riesgo de enfermedad cerebrovascular (HR 1.18, IC95%: 1.06-1.31, p=0.002)
La ingesta de aspartamo se asoció con un mayor riesgo de eventos cerebrovasculares (HR 1.17, IC95%: 1.03-1.33, p=0.02) y el acesulfamo potasico y la sucralosa se asociaron con un mayor riesgo de cardiopatia isquémica (acesulfamo potasico HR 1.40, IC95%: 1.06-1.84, p=0.02 y sucralosa: HR 1.31, IC95%: 1-1.71, p=0.05).
¿Qué podemos recordar?
Los resultados de este estudio de cohorte prospectivo a gran escala sugieren una posible asociación directa entre un mayor consumo de edulcorantes artificiales (especialmente aspartamo, acesulfamo de potasio y sucralosa) y un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
En función de estos resultados, es necesario realizar estudios prospectivos a gran escala y bien diseñados para confirmar estos resultados, así como estudios experimentales para aclarar las vías biológicas.
Mientras tanto, los autores remarcan que este estudio proporciona información clave en el contexto de la revisión de los edulcorantes artificiales por las agencias regulatorias.
De esta forma, los edulcorantes artificiales, consumidos diariamente por millones de personas y presentes en miles de alimentos y bebidas, no deben considerarse una opción alternativa segura y saludable al azúcar, alineado esto con la posición actual de varias agencias de salud.
Fuente: MedEcs