Eficacia de los ejercicios pasivos en el anciano institucionalizado

Nuestro trabajo diario realizado en un centro residencial para ancianos nos pone de manifiesto que la actividad diaria es esencial para mantener nuestro cuerpo funcional, por ello observamos con alarma el rápido deterioro que el cuerpo de los pacientes encamados sufren, a nivel de tono muscular, fuerza muscular, movilidad articular, amplitud de movimiento articular.

Por ello este estudio tiene como objeto, analizar como el ejercicio pasivo en pacientes encamados favorece que no haya un deterioro agravado a nivel muscular y articular, pues manteniendo el tono muscular a través de los ejercicios pasivos, es posible conservarlo.

RESUMEN

En nuestra zona básica existen diversos centros de institucionalización para personas dependientes y que por diferentes motivos están encamados, y otros muchos con actividad cama-sillón. Poco a poco vemos que su movilidad articular se deteriora rápidamente si no se movilizan.

Los objetivos de este estudio fueron:

– mantener la movilidad articular

– mantener en la medida de lo posible el tono muscular

– mejorar la amplitud articular

– evitar el efecto de la atrofia muscular

– valorar los efectos de los ejercicios pasivos.

INTRODUCCIÓN:

En nuestra Zona Básica de Salud (ZBS) existen muchos ancianos institucionalizados, que por diferentes motivos están encamados, y otros muchos con actividad cama-sillón. Poco a poco vemos que su movilidad articular se deteriora rápidamente si no se movilizan.

El reposo prolongado provoca una serie de efectos secundarios a corto y a largo plazo, estos efectos van mermando el estado físico del paciente. Los efectos más comunes son atrofia muscular, las tan temidas úlceras por presión, con los problemas que ello conlleva, provocan problemas para la calidad de vida del paciente, y al coste económico que produce una solución de continuidad de este tipo, que requiere unos cuidados muy específicos, que en la actualidad se abordan con los apósitos de cura húmeda, productos caros que son financiados a este tipo de pacientes, pues al ser pensionistas la Seguridad social carga con el coste. Además pueden aparecer otras complicaciones del aparato locomotor por la inmovilidad de las extremidades, tales como pérdida de fuerza muscular, deterioro de la integridad cutánea, atrofia articular, atelectasias, desmineralización ósea y por supuesto empeoramiento de la calidad de vida.

En nuestro centro tenemos 14 pacientes inmovilizados, son encamados de corta duración, pues recientemente han sufrido un accidente cerebrovascular, eran pacientes independientes para las actividades de la vida diaria, con movilidad, y que a raíz de este cuadro circulatorio se produce una afección del patrón de movilidad en diferentes grados; realizan actividad cama sillón, o encamados por presentar mayor afectación.

Observamos que en pocos días se había producido un cambio sustancial en la movilidad de sus articulaciones, por ello decidimos realizar un estudio descriptivo observacional longitudinal. Para valorar como afectaba el ejercicio pasivo a este tipo de pacientes. Lo que nos hizo plantearnos con el equipo multidisciplinar de la residencia un protocolo de movilidad, con movimientos pasivos aptos para este tipo de paciente institucionalizado, y si resultaba efectivo, poderlo establecer de una forma precoz en aquellos pacientes que sufrieran este tipo de accidente cerebrovascular.

Pasados 4 meses de estar realizando los ejercicios pasivos, valoramos como estaban las articulaciones de los pacientes.

Efectos del reposo prolongado en el paciente encamado:

El reposo prolongado en cama, especialmente en ancianos, produce múltiples cambios y complicaciones, pueden suceder a cualquier edad, pero los ancianos son los que están en mayor riesgo de inmovilización por su declinación biológica normal.

Se define como inmovilismo el descenso de la capacidad para desempeñar actividades para la vida diaria por deterioro de las funciones motoras.

El síndrome de inmovilización se da en una persona, que solía ser independiente en sus actividades básicas de la vida diaria (ABVD), como consecuencia de la inactividad prolongada y permanencia en cama, independientemente de la enfermedad que lo haya llevado a ese estado.

¿Qué consecuencias provoca el reposo prolongado?

Las consecuencias del síndrome de inmovilización son:

  • Limitación marcada de la motilidad
  • Disminución de la sensibilidad propioceptiva
  • Pérdida del esquema corporal y de los esquemas motores
  • Trastornos de equilibrio
  • Contracturas musculares
  • Amiotrofia
  • Retracciones tendinosas, rigidez y anquilosis articular.
  • Desmineralización ósea (osteoporosis)
  • Relajación de esfínteres o pérdida del control de esfínteres
  • Úlceras por decúbito
  • Estasis pulmonar
  • Anorexia con su consecuente desnutrición
  • Deterioro mental progresivo

OBJETIVOS:

– Mantener la movilidad articular

– Mantener en la medida de lo posible el tono muscular

– Mejorar la amplitud articular

– Evitar el efecto de la atrofia muscular

– Valorar los efectos de los ejercicios pasivos

METODOLOGÍA:

Estudio descriptivo observacional longitudinal, se selecciona la población diana de entre los pacientes institucionalizados de nuestra residencia de Ancianos, son un total de 14 pacientes encamados, después de valorar cada uno con la fisioterapeuta, comenzamos a realizar a estos pacientes los ejercicios pasivos. Estos ejercicios sirven para que los músculos y articulaciones se mantengan en las mejores condiciones con el fin de minimizar o retrasar los problemas derivados de la atrofia muscular por inactividad.

Una vez decididos los ejercicios que practicaríamos con los residentes elegidos, elaboramos un cuadro de ejercicios, para realizarle siempre los mismos a los 14 pacientes. Realizamos una historia individualizada, para poder anotar cualquier incidencia que durante los 4 meses del estudio pudieran suceder. Además de hacerle una valoración de la amplitud de movilidad de cada una de las articulaciones, y de esta forma, compararlas al final del estudio. En el paso de los 4 meses, analizamos las mejorías, volviendo a valorar la amplitud de movimiento de cada articulación, el tono muscular, la integridad de la piel o si han aparecido úlceras por presión. Este análisis lo realizamos comparando los resultados obtenidos de la primera valoración al inicio del estudio, con los resultados de esta segunda valoración.

RESULTADOS:

Después de 4 meses realizando a diario dichos ejercicios pasivos, podemos concluir que todos los pacientes encamados a los que se les practicaron han mejorado notablemente su movilidad articular, y su tono muscular.

Ninguno ha presentado úlceras por presión, es decir todos mantienen su integridad cutánea.

El 100% ha mejorado notablemente la amplitud articular.

El tono muscular ha mejorado favorablemente, y ninguno de los pacientes al finalizar el estudio presenta atrofia muscular.

Todas las articulaciones tienen una mejor movilidad, siendo mayor la amplitud de movimientos de todas y cada una de las articulaciones implicadas en la tabla de ejercicios pasivos propuestos.

El tono muscular está enormemente mejorado.

CONCLUSIONES:

Los ejercicios pasivos son necesarios para mantener el sistema osteomuscular del paciente encamado lo mejor posible, evitando la atrofia muscular y mejorando la movilidad articular, viéndose favorecida la amplitud articular, proporcionando al paciente encamado mayor amplitud de movimiento.

La tabla de ejercicios pasivos propuesta ha sido favorable para la población encamada estudiada, por lo que se trasladará a la dirección del centro para que de esta forma se pueda instaurar como protocolo para los encamados de la residencia.

Mª Mercedes Ruiz Sorroche */ María Victoria Martínez Miras **/ Josefa Martínez Gómez ***

Distrito Poniente/ Hospital Torrecárdenas/ Distrito Almería

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