Ejercicio puede contrarrestar efectos de genes de la obesidad en la vejez
17 de junio de 2018
Las mujeres mayores que portan genes que las hacen propensas a la obesidad se sentirán reconfortadas con los hallazgos de un nuevo estudio, que sugieren que el ejercicio puede contrarrestar ese riesgo.
Para el trabajo, los investigadores analizaron datos de más de 8,200 mujeres de entre 70 y 79 años, todas de ascendencia europea. De esta forma, encontraron que las influencias genéticas en el índice de masa corporal (una estimación de la grasa corporal basada en el peso y la altura) fueron más fuertes en las mujeres inactivas y más débiles en las que tenían altos niveles de actividad física.
“El mensaje aquí es que tu riesgo genético de obesidad no es completamente determinista“, dijo la autora del estudio, Heather Ochs-Balcom, profesora asociada de epidemiología y salud ambiental en la Universidad de Buffalo, en Nueva York.
“Las decisiones que tomamos en nuestra vida juegan un papel importante en nuestra salud“, agregó la experta en un comunicado de prensa de la universidad.
El estudio de Ochs-Balcom y sus colegas sugiere que en la vejez podemos superar nuestro destino de la obesidad, en caso de que nos lo hayan heredado nuestros padres, a través del ejercicio.
“Para los adultos mayores, el ejercicio es importante para prevenir la pérdida de masa muscular, lo que ayuda a reducir el riesgo de caídas“, subrayó. “Además, hay muchos otros beneficios del ejercicio en los adultos mayores“.
La investigación se publicó recientemente en la revista Menopause.