El abuso de analgésicos opiáceos podría estar estabilizándose en EE. UU.

 

En 2014, solo 1 de cada 12 recibieron solo un analgésico opiáceo. En lugar de eso, hubo más pacientes que recibieron tratamientos adicionales para el dolor, como los antiinflamatorios y las inyecciones para el bloqueo nervioso, y dosis más bajas de opiáceos.

Los hallazgos de Buvanendran provienen de una encuesta del gobierno realizada entre 2000 y 2014.

De 2000 a 2002, hubo un aumento marcado en la cantidad de estadounidenses que habían abusado alguna vez de los opiáceos recetados, desde menos del 9 por ciento hasta más del 13 por ciento.

Esa cifra se mantuvo bastante estable a lo largo de los años subsiguientes, y llegó a un 13.6 por ciento en 2104.

¿Qué se necesita para reducir esa cifra?

Por un lado, las personas que ya tienen un problema con los opiáceos necesitan un tratamiento, dijo Alexandra Duncan, directora de la iniciativa de prevención y tratamiento del uso de sustancias de Pew Charitable Trusts, una organización sin fines de lucro.

El “tratamiento asistido por medicamentos” se considera el más efectivo para la dependencia a los opiáceos, dijo Duncan. Eso significa que se ofrezca asesoramiento junto con cualquiera de estos tres medicamentos aprobados: la buprenorfina, la metadona o la naltrexona.

Los medicamentos funcionan al bloquear los efectos de los opiáceos o al aliviar los síntomas de abstinencia.

Sin embargo, muchas personas con dependencia a los opiáceos no tienen acceso a estos medicamentos, según Pew. Los estudios muestran que solo una minoría de programas de tratamiento de abuso de drogas tanto públicos como privados ofrecen estos medicamentos, por ejemplo.

La financiación adecuada para el tratamiento de los opiáceos debería ser algo prioritario, planteó Duncan.

Y también está el problema del estigma, añadió. “Tenemos que asegurarnos de que las personas se sientan cómodas buscando ayuda”, dijo Duncan.

En cuanto a la prevención del abuso de opiáceos, un modo es a través de los programas de monitorización de medicamentos recetados administrados a nivel estatal.

Los programas hacen un seguimiento electrónico de las recetas de sustancias controladas, y los médicos pueden verlo antes de recetar los opiáceos. Eso puede ayudar a detectar a las personas que van a muchos médicos y le piden a cada médico una nueva receta de opiáceos.

Según Buvanendran, los pacientes pueden cumplir con su parte si se deshacen de los medicamentos recetados que no van a usar de forma adecuada. Otra persona puede usar las pastillas extra que se dejan en cualquier parte de forma inadecuada.

Pero no tire simplemente las pastillas a la basura, dijo. La ruta más segura es devolver las pastillas a la farmacia, si es posible, o a un programa de “recogida” de medicamentos en una estación de policía local.

Los datos y conclusiones presentados en reuniones por lo general se consideran preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor

FUENTES: Asokumar Buvanendran, M.D., vice chair, anesthesiology, Rush University Medical Center, Chicago; Alexandra Duncan, Dr.P.H., M.P.H., senior officer, substance use prevention and treatment initiative, Pew Charitable Trusts, Washington, D.C.; Oct. 22, 2017 presentation, American Society of Anesthesiologists annual meeting, Boston

 

https://medlineplus.gov/spanish/news/fullstory_169287.html

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