El ejercicio después de cirugía por cáncer de mama despeja la “confusión mental”

Incluso entre las pacientes con cáncer de mama que no reciben quimioterapia, hasta 75% presentan un deterioro cognitivo que reduce su velocidad de procesamiento de la información, así como la memoria y la concentración. Debido a que existe buena evidencia de que el ejercicio puede mejorar la cognición en adultos mayores sin cáncer, los investigadores tenían la esperanza de que el ejercicio pudiese hacer lo mismo para las sobrevivientes de cáncer de mama, dijo la Dra. Hartman a Medscape Noticias Médicas. “Nos da gusto ver alguna evidencia de que así fue”, dijo.

El estudio incluyó a 87 participantes que tenían. La edad promedio de las sobrevivientes de cáncer de mama en el estudio fue 57 años, y a las participantes se les había diagnosticado cáncer de mama un promedio de 2,5 años antes del reclutamiento. Las participantes eran predominantemente no hispanoamericanas, caucásicas y graduadas de universidad; 61% tenía cáncer de mama en etapa 1, 53% habían recibido quimioterapia y 70% estaban recibiendo un inhibidor de aromatasa o tamoxifeno.

Un total de 43 mujeres fueron asignadas de manera aleatoria a un programa de intervención de actividad física ajustado a sus intereses y habilidades singulares; 44 fueron asignadas a un grupo de control que recibió información por correo electrónico sobre temas de salud de las mujeres, alimentación saludable, reducción de estrés y salud cerebral general.

Todas utilizaron un acelerómetro durante los primeros 7 días del estudio de 12 semanas y después una vez más durante los últimos siete días. Al inicio y a las 12 semanas se midió objetivamente la cognición mediante la evaluación cognitivade National Institutes of Health, y todas las pacientes autonotificaron las habilidades y problemas cognitivos utilizando las escalas del Sistema de Información de Medición de Resultados Notificados por el Paciente.

Las mujeres en el grupo con ejercicio utilizaron un rastreador de actividad Fitbit One y se les dijo que realizaran por lo menos 150 minutos de actividad física, de moderada a vigorosa, por semana. Después de analizar los datos sobre los niveles de actividad de las participantes, los investigadores proporcionaron retroalimentación, y apoyo por teléfono y por correo electrónico a las mujeres del grupo con ejercicio.

Los médicos pueden desempeñar un papel importante en ayudar a las sobrevivientes de cáncer de mama a despejar la confusión mental y mejorar la cognición al informarles sobre los beneficios del ejercicio, dijo la Dra. Hartman. “Muchas pacientes no se percatan de que aumentar el ejercicio podría ayudar posiblemente a mejorar la lentificación del pensamiento que presentan después de recibir tratamientos contra cáncer”, explicó.

Aun sabiendo que encontrar la motivación para hacer ejercicio puede ser problemático para cualquiera, independientemente de que tengan cáncer o no, los autores señalan que al ofrecer un programa de ejercicio con apoyo, las sobrevivientes “tienen más probabilidades de hacer cambios difíciles en la conducta que den lugar a un aumento en la actividad física”.

El siguiente paso con respecto a la investigación será llevar a cabo un estudio más prolongado, en un grupo más extenso de sobrevivientes de cáncer de mama y más diverso, dijo la Dra. Hartman a Medscape. “Nos interesa ver si la actividad por más tiempo da lugar a beneficios en más áreas de la cognición. También nos gustaría evaluar esto en sobrevivientes de otros tipos de cáncer para saber si el incremento del ejercicio podría ser útil para más sobrevivientes de cáncer”.

El estudio fue financiado por el National Cancer Institute de National Institutes of Health. Los autores han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

 

https://espanol.medscape.com/verarticulo/5901924

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