¿El matrimonio ayuda a preservar el cerebro?
- netmd
- 13 de diciembre de 2017
- Psiquiatría
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MIÉRCOLES, 29 de noviembre de 2017 (HealthDay News) — ¿Si se casa salvará su cerebro?
Una nueva revisión de investigaciones sugiere que hay algo en el matrimonio (o en las personas que se casan y continúan casadas) que reduce significativamente el riesgo de declive mental en la vejez.
“Nos sorprendió la potencia de nuestros hallazgos”, dijo el autor principal de la revisión, el Dr. Andrew Sommerlad, psiquiatra en Inglaterra.
El nuevo análisis encontró que las personas que son solteras durante toda la vida tienen un aumento del 42 por ciento en las probabilidades de desarrollar demencia que las personas casadas. Las personas viudas también tienen una tasa más alta de demencia, pero no las personas divorciadas.
Pero los hallazgos no demuestran un vínculo directo entre el matrimonio y un riesgo más bajo de demencia.
Aun así, “las personas no casadas siguen teniendo un riesgo más alto incluso cuando se tiene en cuenta la salud física, lo que sugiere que el beneficio del matrimonio se debe a algo más que simplemente mejorar la salud física”, indicó Sommerlad, investigador del Colegio Universitario de Londres.
La investigación ha asociado previamente al matrimonio con unos beneficios para la salud, como por ejemplo menos accidentes cerebrovasculares y ataques cardiacos, y una supervivencia más alta después de la cirugía de derivación coronaria. Pero es difícil averiguar las razones.
“Realizamos esta investigación porque es bien sabido que estar casado se asocia con una serie de beneficios para la salud, que incluyen vivir más tiempo, y pensamos que estos beneficios podrían incluir también un riesgo de demencia más bajo”, dijo Sommerlad.
“Ya que en la actualidad no hay cura para la demencia, es importante establecer si hay pasos que podamos dar en nuestra vida para reducir el riesgo de demencia”, añadió.
Para la nueva revisión, Sommerlad y sus colaboradores analizaron 15 estudios que examinaron el matrimonio y la demencia. Las investigaciones contaron con más de 812,000 personas en total, y se realizaron en varios países, como Estados Unidos, China, Japón, Francia, Alemania y Suecia.
La gran mayoría de los participantes del estudio estaban casados o eran viudos. Había pocos divorciados (entre el 4 y 6 por ciento en la mayoría de los estudios) y pocos habían estado solteros toda su vida (menos del 10 por ciento en la mayoría de los estudios).
En comparación con las personas casadas, las que fueron solteras toda la vida tenían un riesgo general un 42 por ciento más alto de demencia, mostraron los hallazgos.
“Aproximadamente 7 de cada 100 personas de más de 65 años tienen demencia”, dijo Sommerlad, y añadió que la cifra podría ser cercana a 10 de cada 100 entre las que nunca se casaron.
Los investigadores también encontraron que las personas viudas tenían un riesgo un 20 por ciento más alto de demencia que las personas que seguían teniendo a su cónyuge.
“No creemos que sea el matrimonio en sí mismo lo que provoque que el riesgo de demencia sea más reducido”, señaló Sommerlad.
“Nuestra investigación sugiere que el posible efecto protector está asociado a varios factores del estilo de vida que se sabe que acompañan al matrimonio, como vivir un estilo de vida más saludable en general y tener una mayor estimulación social como resultado de vivir con su cónyuge”, explicó.
El estudio es potente, aseguró el Dr. Christopher Chen, director del Centro de la Memoria, el Envejecimiento y la Cognición del Sistema de Salud de la Universidad Nacional de Singapur.
“Es interesante que el divorcio no aumente el riesgo. Podría deberse a que los que se divorcian no comparten el mismo perfil de riesgo que los que son solteros o viudos”, dijo Chen, coautor de un comentario que acompañó al estudio.
¿Hay algún mensaje para las personas a medida que envejecen?
Según Sommerlad, “podemos tomar medidas en nuestra vida para reducir o retrasar el momento de la demencia. Una dieta sana, hacer ejercicio y un tratamiento rápido de los problemas médicos, además de mantener la mente activa con actividades sociales y mentales, podrían marcar una diferencia”.
Estas medidas son “particularmente importantes para los que tienen un riesgo de demencia más alto, como las personas no casadas”, dijo Sommerlad.
Y los médicos deberían estar especialmente atentos cuando evalúen a los adultos que no se hayan casado, añadió.
“El diagnóstico con frecuencia es difícil para las personas que llegan solas a las clínicas, en lugar de acompañadas por su cónyuge, al igual que es más difícil obtener información sobre los síntomas de la afección”, dijo Sommerlad.
La revisión se publicó en línea el 28 de noviembre en la revista Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry.
FUENTES: Andrew Sommerlad, MBBS, MRCPsych, psychiatrist and research fellow, University College London, England; Christopher Chen, BMBCh, director, Memory Aging and Cognition Center, National University Health System, Singapore; Nov. 28, 2017, Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry, online
https://medlineplus.gov/spanish/news/fullstory_170095.html