El nuevo coronavirus puede estar vinculado a desenlaces adversos en el embarazo

24 de febrero de 2020

Es prematuro todavía determinar explícitamente los efectos del nuevo coronavirus (2019-nCoV) en mujeres embarazadas y sus fetos. Esta es una inquietud decisiva, pues miembros de la familia coronavirus que han sido la causa de brotes epidémicos previos de síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV) y síndrome respiratorio de Medio Oriente (MERS-CoV) han demostrado su capacidad para producir complicaciones graves durante el embarazo, de acuerdo con investigadores.

El brote epidémico de virus del síndrome respiratorio agudo severo y el brote epidémico más reciente del virus del síndrome respiratorio de Medio Oriente representan los mejores modelos disponibles con los cuales analizar la repercusión potencial de 2019-nCoV en el embarazo, de acuerdo con una carta publicada en la versión electrónica de The Lancet .[1]

Doce mujeres embarazadas se infectaron con SARS-CoV durante la pandemia de 2002-2003. Tres de esas mujeres (25%) fallecieron durante el embarazo. En general, cuatro de siete tuvieron un aborto espontáneo en el primer trimestre. En el segundo o tercer trimestre dos de cinco mujeres tuvieron restricción del crecimiento fetal, y cuatro de las cinco parto prematuro (un caso fue espontáneo y tres fueron inducidos debido al estado de la madre), de acuerdo con el autor para correspondencia, Dr. David Baud, Ph. D., de la unidad de investigación materno-fetal y obstetricia del Lausanne University Hospital en Suiza, y sus colaboradores.[2]

Un análisis de 11 mujeres embarazadas infectadas por el virus MERS-CoV mostró que 10 mujeres (91%) presentaron efectos adversos. Seis (55%) recién nacidos fueron ingresados a la unidad de cuidados intensivos; tres (27%) fallecieron. Dos nacieron en forma prematura porque sus madres desarrollaron insuficiencia respiratoria grave.

Dado que 2019-nCoV tiene el potencial de un comportamiento similar, “recomendamos la detección sistemática de cualquier infección por 2019-nCoV sospechada durante el embarazo. Si se confirma la infección por 2019-nCoV durante la gestación, se ha de recomendar un seguimiento prolongado a las madres y sus fetos”, concluyó el especialista.

El Dr. Baud y sus colaboradores son conocidos por su investigación previa sobre las repercusiones del virus de Zika en el embarazo. Han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

https://espanol.medscape.com/verarticulo/5905063?faf=1&src=soc_fb_200305_mscpmrk_sp_top10