¿El VIH y el SIDA podrían volver?

 

Al mismo tiempo, dijo Beyrer, a los que ya están infectados, pero todavía no reciben tratamiento, se les deberían dar acceso a los tipos más nuevos de “cócteles” del TAR, incluyendo medicamentos como dolutegravir que tienen “unas barreras genéticas más altas a la resistencia”.

Tan solo esa medida, dijo Beyrer, “probablemente tendría un impacto importante en los niveles de resistencia en los países que elijan esa opción”.

La resistencia a los medicamentos podría en última instancia suponer un riesgo para la PrEP, aunque por el momento Beyrer caracteriza la resistencia a la PrEP como “muy rara”.

“Tenemos que estar atentos a esto desde una perspectiva de vigilancia”, dijo, “pero los usuarios de la PrEP deberían adherirse con confianza a los regímenes hoy en día”.

Beyrer y sus colaboradores hicieron hincapié en otra preocupación: una amenaza inminente del gobierno de EE. UU. de reducir drásticamente los fondos para la salud mundial.

“Las reducciones que propone la administración de Trump tendrían un impacto severo en los programas de tratamiento del VIH”, dijo, “particularmente en los países más pobres y con la mayor prevalencia en África, y por supuesto en las comunidades marginadas de EE. UU.”.

“El Congreso hasta ahora se ha resistido a estas reducciones”, añadió Beyrer, “y solo podemos esperar que siga priorizando el respaldo que necesitamos para controlar finalmente la epidemia de VIH”.

La Dra. Annette Sohn, de amfAR, una organización global que defiende la investigación sobre el SIDA, afirma que “está de acuerdo con las preocupaciones expresadas por el autor [Beyrer] sobre las tendencias actuales en la resistencia y con su caracterización de esto como alarmante”.

Sohn trabaja en Bangkok como vicepresidenta de Iniciativas Globales de amfAR.

“Para lograr un éxito global verdadero en la prevención de la resistencia”, dijo, “necesitaremos crear acceso a los mejores regímenes para todas las personas que viven con el VIH”.

“Las reducciones propuestas a los programas mundiales sobre el VIH son una preocupación principal en este aspecto”, aseguró Sohn. Al hacerlo “nos arriesgamos a que las personas pierdan acceso al tratamiento y a que dejen de tomar sus medicamentos, lo que llevaría al fracaso del tratamiento, a más infecciones nuevas con el VIH, y a un aumento de la resistencia a los medicamentos”, añadió.

“En lugar de reducir la financiación federal para la investigación sobre el VIH, necesitamos un mayor respaldo para la implementación de la investigación a fin de estudiar el modo de administrar de forma óptima los servicios de pruebas y tratamiento de una manera efectiva y rentable”, enfatizó Sohn.

La revisión aparece en la edición del 26 de octubre de la revista New England Journal of Medicine.

 

https://medlineplus.gov/spanish/news/fullstory_169350.html

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