Equilibrio ácido base en el adulto mayor

RESUMEN

El envejecimiento es un proceso fisiológico caracterizado por el deterioro progresivo de las funciones orgánicas, en el que la capacidad de adaptación y la respuesta a una situación de estrés se encuentra reducida. Las alteraciones en el equilibrio ácido-base representan un hito poco comprendido en el adulto mayor, los efectos per se a edad avanzada en órganos como el hígado, pulmón y riñón, asociados al consumo de polifarmacia, representan la causa de estas alteraciones. Se realizó una revisión no sistemática de la literatura por medio de las bases de datos PubMed y los portales SciELO y SpringerLink. Para integrar la presente revisión y análisis, se identificaron aquellos estudios científicos que proponían explicar los cambios renales y pulmonares asociados a la edad, y con efecto en la homeostasis ácido-base.

INTRODUCCIÓN

El envejecimiento se caracteriza por la disminución progresiva de las funciones orgánicas y de la capacidad para responder a estímulos, tanto intrínsecos como extrínsecos. La homeostasis ácido-base depende de la función metabólica y respiratoria, un hito poco comprendido en esta etapa de la vida.(1) Para mantener la concentración de hidrogeniones [H+] en rangos normales, según el modelo de Stewart, se requiere del adecuado funcionamiento de dos sistemas: metabólico (renal y hepático) y respiratorio (pulmonar). El componente metabólico depende de la concentración total de ácidos débiles no volátiles (ATOT) representados por la albúmina y los fosfatos inorgánicos, de la diferencia de iones fuertes (DIF) representado por cargas positivas y negativas disueltas en el plasma (agua) y de los iones no medidos. Las variaciones en la PCO2 (presión parcial de dióxido de carbono) determinan el componente respiratorio, es decir, cualquier factor que altere los niveles de PCO2, iones no medidos, albúmina, fosfatos, cloro y agua, condicionará un desequilibrio en los [H+].(2) La capacidad de estos sistemas disminuye con el envejecimiento.

FUNCIÓN METABÓLICA

Los cambios producidos por el envejecimiento son anatómicos y funcionales, no constituyendo propiamente una enfermedad. Anatómicamente, a los 80 años el peso renal es de 300 gr (400 gr a los 40 años) y el tamaño se reduce hasta un 30 %. Estos cambios se deben a glomeruloesclerosis cortical, aunado a esto puede presentarse fibrosis intersticial con infiltración de monocitos, hialinosis arteriolar y atrofia tubular.(3) A partir de los 40 años, la tasa de filtración glomerular (TFG) disminuye 1 ml/min/año sin alterar las concentraciones de creatinina sérica (CrS), esto último debido a sarcopenia.(4-5) De igual manera el flujo sanguíneo renal disminuye un 10 % por década a partir de los 40 años, el agua corporal total disminuye, principalmente el líquido intracelular, de esta manera se reduce la capacidad de respuesta y de autorregulación de la volemia, predisponiendo al adulto mayor a disnatremias.(6) Los niveles de sodio (Na+) son similares (135-145 mEq/L), sin embargo, debido a la fibrosis, atrofia tubular, disminución de los transportadores Na+Cl y de los canales de Na+ epiteliales, la reabsorción se encuentra disminuida.(7) Aproximadamente el 85 % del potasio se localiza en músculo, en situaciones de sarcopenia los niveles séricos disminuyen.(8) Los niveles de calcio, fósforo y magnesio son similares en comparación con personas jóvenes, pero se ven alterados ante sobrecargas de volumen. Existe una reserva funcional reducida en el equilibrio ácido-base, con una menor capacidad para excretar ácidos, debido a la disminución de la génesis de amoniaco en el túbulo proximal y reducción en la actividad de la bomba H+ ATPasa en el conducto colector.(9) Siempre que se mantenga un “envejecimiento exitoso” (personas mayores libres de enfermedades crónicas que preservan una adecuada condición física y cognitiva) perdurará la homeostasis, sin embargo, en una población británica de 6000 pacientes estudiados, solo estuvo presente en el 12.8 % y 14.6 % de los hombres y mujeres respectivamente.(10)

Jesús Salvador Sánchez-Díaz1, Enrique Antonio Martínez-Rodríguez2, Karla Gabriela Peniche-Moguel1, Enrique Monares-Zepeda3, Luis Del Carpio-Orantes4, Orlando Rubén Nieto-Pérez5, Eder Iván Zamarrón-López6, María Verónica Calyeca-Sánchez1

1) Unidad Médica de Alta Especialidad, Hospital de Especialidades N° 14 Centro Médico Nacional Adolfo Ruiz Cortines, Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Veracruz, México
2) Servicio Social, Centro Médico ABC, Ciudad de México, México
3) Hospital San Ángel Inn, Ciudad de México, México
4) Hospital General de Zona N° 71 Benito Coquet Lagunes, Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Veracruz, México
5) Unidad de Cuidados Intensivos, Hospital General San Juan del Río, Querétaro, México
6) Unidad de Cuidados Intensivos, Hospital Ángeles Tampico, Tamaulipas, México

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