Erupción polimorfa del embarazo, un diagnóstico diferencial de las reacciones graves por medicamentos

Resumen

Antecedentes:

La erupción polimorfa del embarazo es una patología que se presenta normalmente en el último trimestre de los embarazos y afecta aproximadamente a 0.5 % de las mujeres en esta condición. No se ha relacionado con medicamentos, pero podría imitar cualquier reacción grave por medicamentos tardías.

Caso clínico:

Mujer con cuadro clínico sugestivo de erupción polimorfa del embarazo durante el último trimestre del embarazo. Fue valorada por alergología, donde se consideró erupción polimorfa del embarazo, sin embargo, se decidió realizar pruebas cutáneas: punción cutánea, pruebas intradérmicas y prueba de parche con medicamentos implicados, todas con resultados negativos.

Conclusiones:

Las reacciones graves por medicamentos son un reto para el profesional de la salud. En el manejo agudo, la identificación y suspensión del medicamento implicado son la piedra angular del tratamiento, sin embargo, numerosas pacientes están polimedicadas, lo que dificulta identificar la causa subyacente. Es recomendable una valoración por alergología como parte del manejo multidisciplinario óptimo de cada paciente, con el fin de lograr detectar la sustancia implicada como causal de la enfermedad y evitar restricciones innecesarias.

Caso clínico

Paciente de 33 años quien en su última semana de embarazo inició con placas eritematosas pruriginosas en abdomen y extremidades superiores e inferiores. Fue tratada con esteroides intramusculares y antihistamínicos de primera generación, con los que disminuyó el prurito pero persistieron las lesiones cutáneas (figura 1). Tres días después de la cesárea sin complicaciones, reingresó al servicio de urgencias por hematoma de pared abdominal sobreinfectado, por lo cual fue hospitalizada; se administraron analgésicos (1 g de acetaminofén oral cada ocho horas, 50 mg de tramadol intravenoso cada seis horas, 30 mg de ketorolaco intravenoso cada 12 horas y 1 g de dipirona intravenosa cada seis horas) y antibióticos (160 mg de gentamicina cada 24 horas por siete días y 900 mg de clindamicina intravenosa cada seis horas).

Durante ese periodo, las lesiones cutáneas aumentaron, con aparición de pápulas y placas eritematosas generalizadas, muy pruriginosas, asociadas con lesiones vesiculares y “en diana” (figura 2). La paciente recibió tratamiento con 20 mg de difenhidramina intravenosa cada 12 horas, aplicación de desonida en loción cada ocho horas e hidratación de la piel. Además, fue valorada por dermatología, donde se realizó biopsia de piel, que indicó tramos de degeneración vacuolar de los queratinocitos basales y eosinófilos intraepiteliales, dermis superior con infiltrado inflamatorio linfocitario perivascular, dermatitis de interfase compatible con toxicodermia. Se realizaron estudios paraclínicos con elevación de reactantes de fase aguda, sin evidencia de eosinofilia ni alteración de pruebas de función hepática ni renal. La paciente evolucionó hacia la resolución completa de las lesiones en piel aproximadamente en 30 días (figura 3) y fue remitida a alergología clínica para continuar estudios por sospecha de eritema multiforme mayor.

En el servicio de alergología se consideró erupción polimorfa del embarazo, sin embargo, se realizaron pruebas de punción cutánea y pruebas intradérmicas con dipirona y cefazolina; los resultados fueron negativos. Las pruebas de parche a las 48 y 96 horas con ketorolaco, gentamicina, clindamicina y cefalexina fueron negativas. Se planteó la posibilidad de realizar prueba de provocación oral controlada, sin embargo, la paciente no estuvo de acuerdo.

Ana Calle[1]

Liliana Guevara-Saldaña[1]

Ricardo Cardona[1

[1] Universidad de Antioquia, Grupo de Alergología Clínica y Experimental, Medellín, Colombia

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http://revistaalergia.mx/ojs/index.php/ram/article/view/353/1133