Estrategia quirúrgica en paciente con enfermedad pulmonar tromboembólica crónica secundaria a síndrome antifosfolipídico que desarrolla trombocitopenia inducida por heparina
- netmd
- 20 de febrero de 2020
- Hematología
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Resumen
El síndrome antifosfolipídico (SAF) es una enfermedad autoinmune multisistémica que se caracteriza por la presencia de anticuerpos antifosfolípidos asociado a manifestaciones clínicas(1).
El diagnóstico de hipertensión pulmonar (HTP) secundaria a tromboembolismo crónico requiere los siguientes criterios diagnósticos(2):
– hipertensión pulmonar: presión media en arteria pulmonar > 20 mmHg en reposo y una resistencia vascular pulmonar ≥ 3 UW en ausencia de elevada presión capilar de enclavamiento.
– oclusión tromboembólica proximal o distal.
La trombocitopenia inducida por heparina (HIT) es una complicación poco frecuente que se presenta luego de la exposición a la misma, ya sea heparina no fraccionada o de bajo peso molecular. Se produce independientemente de la dosis, esquema o vía de administración. Está dada por la formación de anticuerpos IgG dirigidos contra el complejo factor plaquetario 4 (FP4)-heparina; éstos generan activación plaquetaria, lo que lleva a la trombosis arterial o venosa catastrófica con alta tasa de mortalidad (cercana al 20%). Hoy en día, gracias al mejor conocimiento de la entidad y al alto índice de sospecha, ésta ha descendido a < 2%.
Se presenta el caso de una paciente de 41 años derivada de Perú para realizar tromboendarterectomía pulmonar por enfermedad tromboembólica pulmonar crónica secundaria a síndrome antifosfolipídico.
La paciente venía bajo tratamiento anticoagulante con anti-vitamina K, se realizó rotación a heparina no fraccionada para la cirugía. Al quinto día de internación desarrolló HIT, se rotó anticoagulación a
bivalirudina con monitoreo del tiempo de trombina (TT). Se pospuso el procedimiento quirúrgico y se externó con anticoagulación oral. Luego, ante la falta en nuestro país de anticoagulante alternativo para el tratamiento de HIT y la negatividad de los anticuerpos, se definió en ateneo conjunto con cirugía cardiovascular y cardiología realizar el procedimiento quirúrgico utilizando heparina no fraccionada sólo durante la circulación extracorpórea y, en el post-operatorio, utilizar las únicas ampollas restantes de bivalirudina en Argentina.
Introducción
El síndrome antifosfolipídico se caracteriza por la presencia de anticuerpos antifosfolípidos asociados a manifestaciones clínicas trombóticas y/o morbilidad obstétrica. Según los criterios de Miyakis (o Sapporo modificado) se realiza el diagnóstico cuando cumple, al menos, un criterio clínico más un criterio de laboratorio:
1. Evento tromboembólico vascular: venoso, arterial, de pequeños vasos o morbilidad obstétrica (≥1 muerte de feto morfológicamente normal con ≥10 semanas de gestación; ≥ 1 parto prematuro antes de la semana 34 de gestación con feto morfológicamente normal debido a eclampsia, preeclampsia, o insuficiencia placentaria; o ≥ 3 abortos espontáneos consecutivos con ≥ 10 semanas de gestación no explicados por otra causa).
2. Presencia de anticuerpos antifosfolípidos en ≥ 2 ocasiones (separados por al menos 12 semanas y dentro de los 5 años de la manifestación clínica), representados por la presencia de ≥ 1 de los siguientes:• anticoagulante lúpico (AL) en plasma.• título medio o alto de anticuerpos anticardiolipinas (> 40 GPL o MPL o > percentil 99) de isotipos IgM o IgG.• anticuerpos anti-B2 glicoproteína-1 IgM o IgG en plasma. El SAF puede ser primario o asociado a otra patología autoinmune (más frecuentemente lupus eritematoso sistémico). Aproximadamente la mitad de los pacientes tiene SAF primario y la otra mitad asociado a otra patología inmune. En una serie de 1.000 pacientes, las manifestaciones clínicas fueron las siguientes: 32% TVP, 22% trombocitopenia, 20% livedo reticularis, 13% ACV, 9% TVS, 9% TEP, 8% pérdida fetal, 7% AIT(3). También existen manifestaciones clínicas asociadas al SAF: enfermedad valvular cardíaca, HTP, úlceras cutáneas, trombocitopenia, insuficiencia suprarrenal secundaria a infarto hemorrágico y déficit cognitivo(1,3-6). Pacientes con SAF con AL positivo como aquéllos con títulos medio-altos de anticuerpos anticardiolipinas, tiene mayor riesgo de desarrollar evento tromboembólico venoso o arterial, con un OR de 11 y 1,6 respectivamente(7). La tasa de recurrencia de eventos trombóticos es variable según los distintos estudios, con un riesgo anual que va desde 5-12%(8,9). En los pacientes con un primer evento de tromboembolismo venoso espontáneo, en los que el tratamiento anticoagulante se suspendió, el riesgo anual es mucho mayor (10-20%)(10). El factor de riesgo más importante para la recurrencia trombótica es la presencia de AL o la triple positividad de los anticuerpos(9,11,12). En un reporte con 186 recurrencias en 101 pacientes, el sitio de recurrencia fue arterial en el 93% de los que inicialmente tuvieron un evento arterial y un 76% la recurrencia fue venosa en aquéllos en los que el primer evento fue venoso. Los factores que predicen la predilección por arterial o venoso son aún desconocidos(13). La historia natural de la embolia pulmonar aguda es la resolución casi total del cuadro con anomalías vasculares residuales mínimas, salvo en una minoría de pacientes que desarrollará hipertensión pulmonar o enfermedad tromboembólica crónica (obstrucción vascular pulmonar post-embólica sintomática sin hipertensión pulmonar). La incidencia exacta de la HTP secundaria a tromboembolismo crónico se des-conoce, pero se estima entre 0,57-3.8% entre los sobrevivientes de un embolismo agudo(14) y cerca del 10% en aquéllos con embolias recurrentes. Aquellos pacientes que no reciben tratamiento, desarrollan insuficiencia cardíaca derecha y fallecen; por lo que todos los pacientes deben recibir tratamiento. El primer paso en el tratamiento es el inicio de la anticoagulación, para prevenir la recurrencia tromboembólica y la trombosis arterial in situ(16). El paso siguiente es la evaluación del paciente para el tratamiento quirúrgico (tromboendarterectomía), ya que es el único tratamiento definitivo y el de elección. En relación al HIT, podemos decir que existen dos tipos (I y II) y que sólo el tipo II tiene relevancia clínica. Existen 5 fases del HIT (sospecha de HIT, HIT agudo, HIT A subagudo, HIT B subagudo, HIT remoto). Se ha reportado una incidencia cercana al 5% de HIT en aquellos pacientes expuestos a heparina por más de 4 días. Existen ciertos factores que aumentan su frecuencia (cirugía, exposición previa a heparina no fraccionada en pacientes quirúrgicos, sexo femenino, edad). Alguno de ellos con resultados controvertidos. La plaquetopenia es la manifestación clínica más frecuente (85-90%). Típicamente inicia a los 5-10 días de la exposición a la heparina. El nadir es cercano a 60.000/mm3. Los fenómenos trombóticos ocurren en el 50% de los pacientes que no son tratados con un anticoagulante alternativo, siendo los fenómenos venosos más frecuentes que los arteriales (20-50% vs 3-10% respectivamente).El diagnóstico se realiza con los hallazgos clínicos y de laboratorio. Existe un índice de probabilidad (4T), que tiene en cuenta distintas variables. En aquéllos con un índice intermedio-alto (más de 4 puntos) se solicitan anticuerpos por ELISA (positivo ≥ 2 OD) o un resultado positivo por método funcional. En aquellos pacientes con un índice intermedio-al-to, hasta la llegada del resultado de los anticuerpos, se debe suspender la anticoagulación con heparina y rotar a otro anticoagulante.
Bet L, Aris Cancela ME, Colimodio P, Carricondo E, Paganini MI,
Ravchina I, Rosa CM, Vaccarino G, Bilbao J.
Hospital Universitario Austral
Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:
http://revistahematologia.com.ar/index.php/Revista/article/view/209/244