Estrategias para la disminución del consumo de bebidas endulzadas
Resumen
El aumento del consumo de bebidas endulzadas como los refrescos o gaseosas, jugos, leches saborizadas y bebidas energéticas, han sido relacionadas con la prevalencia de sobrepeso, obesidad y enfermedades metabólicas a nivel mundial. Por lo cual, se han establecido diversas estrategias con el objetivo de disminuir su consumo. El objetivo de la presente revisión fue analizar las estrategias aplicadas para la disminución del consumo de bebidas endulzadas. Se realizó una búsqueda en las bases de datos PubMed y Science Direct, identificando 192 artículos potenciales, de los cuales se excluyeron 184, analizando 8 investigaciones en esta revisión. Se identificaron diversas técnicas utilizadas para la disminución del consumo de bebidas endulzadas, enfocadas en la modificación del comportamiento alimentario, en las cuales se propone considerar los múltiples factores que influyen en el consumo alimentario, para establecer estrategias multidisciplinarias que tengan como eje central trabajar en la promoción de la educación nutricional, para garantizar una mejor selección y consumo alimentario en la población.
INTRODUCCIÓN
En las últimas décadas los cambios en la alimentación han constatado una tendencia a la homogenización de los patrones de consumo, promoviendo dietas a base de productos industrializados, entre ellas las bebidas endulzadas1 , caracterizados por su refinamiento, elevada densidad energética, alto aporte de grasas saturadas, colesterol y bajo aporte de fibra dietética, relacionado con la prevalencia de sobrepeso, obesidad y enfermedades metabólicas a nivel mundial2,3 , registrado en más de 655.000 muertes atribuibles a su consumo4 . The National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES) reportó que el consumo de estas bebidas ha incrementado de un 53% en la población adulta de Estados Unidos durante 1988-1994, a un 63% en los años 1999-2004 5. En México, la ingesta de refrescos es de aproximadamente 115,4 litros per cápita al año6, el cual supera el consumo de agua natural. 7 Los desequilibrios energéticos, causados por el elevado consumo de carbohidratos simples, tienen efectos negativos sobre la salud8, cuyo interés de estudio se ha relacionado con el aumento de peso corporal9 . Las repercusiones de su consumo son el aumento de triglicéridos séricos, particularmente por el consumo de bebidas con fructosa adicionada, desarrollo y aumento de obesidad10-13 , desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) como diabetes mellitus tipo 2, cáncer, enfermedades neurodegenerativas e hipertensión14-17 . El consumo de bebidas endulzadas ha sido caracterizado por tener un menor efecto saciante comparado con los alimentos sólidos18. Al respecto, investigaciones han analizado la relación del metabolismo y el efecto saciante de las bebidas, describiendo los péptidos gastrointestinales, hormonas, productos metabólicos de la digestión, así como regiones cerebrales específicas responsables del control de la ingesta alimentaria1. Una acción empleada para disminuir el aporte energético de las bebidas endulzadas, ha sido la adición de edulcorantes artificiales. Sin embargo, se ha estipulado que en comparación con los edulcorantes naturales, los artificiales a nivel fisiológico no activan la cascada de señales tanto a nivel nervioso central como periférico, donde se cumple la acción de regulación de la ingesta alimentaria1, además de tener un menor impacto sobre la saciedad19-22. Sin embargo, los argumentos a favor del consumo de edulcorantes artificiales en bebidas, estipulan los beneficios sobre la salud de personas con diabetes y obesidad, reduciendo el aporte de energía, mejorando la glucemia sanguínea y el control de peso corporal19, 23,24. De manera que actualmente existen entre más de 6.000 productos en la industria alimentaria elaborados con estos aditivos19, 25,26.
Debido a dicha problemática, se han establecido propuestas mediante diversas estrategias, tanto por programas gubernamentales, promoción de la salud y educación nutricional. Sin embargo, no se ha establecido hasta el momento, cuál de éstas podría garantizar con éxito la disminución del consumo de bebidas endulzadas. Por lo tanto, el objetivo del presente trabajo es analizar las estrategias aplicadas para la disminución del consumo bebidas endulzadas y el impacto que tienen sobre la salud de la población.
Carmen Livier García-Flores, Antonio López-Espinoza, Alma Gabriela Martínez Moreno, Claudia Patricia Beltrán Miranda, Ana Patricia Zepeda-Salvador
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