Evaluación del retiro progresivo y/o la suspensión de la terapia anti-TNF-α en la enfermedad inflamatoria intestinal
- netmd
- 12 de junio de 2019
- Gastroenterologia
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RESUMEN
La efectividad de la terapia con fármacos antifactor de necrosis tumoral α en la enfermedad inflamatoria intestinal ha sido probada en la práctica clínica.
Tras más de una década de uso de este tipo de fármacos, surge la interrogante acerca de si existe un momento apropiado para suspender estas terapias, y de qué manera esta debiera realizarse. Esta revisión tiene por objetivo evaluar la evidencia actual acerca del retiro de la terapia con antifactor de necrosis tumoral α y, eventualmente, identificar las condiciones o los subgrupos de pacientes potencialmente candidatos a la suspensión o el retiro de esta.
Introducción
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII), tanto por su compromiso gastrointestinal como por sus manifestaciones extraintestinales, genera una serie de alteraciones en la funcionalidad y la calidad de vida de quienes la padecen, siendo el objetivo de la terapia lograr una remisión profunda de la enfermedad (remisión clínica con curación mucosa e histología sin signos de actividad aguda), con intención de disminuir al mínimo los riesgos asociados a esta1. Lo anterior requiere de terapias a largo plazo, con seguimiento médico y de laboratorio frecuentes. Dentro de las terapias utilizadas en la EII, la introducción de la terapia biológica marcó un antes y un después respecto del manejo de los pacientes con actividad inflamatoria no controlada con las terapias tradicionales, como 5-aminosalicilatos, corticosteroides e inmunomoduladores (IM) (metotrexato y tiopurínicos).
El enfrentamiento clásico de tratamiento step-up no ha demostrado ser efectivo en todos los pacientes, y tampoco traduce un cambio en la historia natural de la enfermedad2,3. Esto ha ido cambiando mediante la indicación precoz de IM y/o biológicos, con la intención de controlar rápidamente la actividad inflamatoria con ajustes de terapia efectivos y a corto plazo4,5. Esta aproximación conlleva potenciales riesgos de desarrollo de infecciones, trastornos linfoproliferativos, algunas neoplasias como el cáncer de piel6,7, además de un costo elevado8. Por esto, en pacientes que se encuentran en remisión profunda por un período prolongado, y presentan bajo riesgo de recaída, se ha planteado la posibilidad de reducir al mínimo la dosis, aumentar el intervalo interdosis del biológico y eventualmente suspender el tratamiento. Sin embargo, esta estrategia aún no ha sido aceptada como una práctica habitual. Una reciente encuesta que incluyó a 182 gastroenterólogos de Estados Unidos y a 127 de Europa mostró que este último grupo estaba más predispuesto a suspender alguno de los fármacos de la comboterapia (fármaco biológico+IM) en pacientes con EII que se encontraban en remisión (44 vs. 18%)9. Así también, los pacientes tienen posturas diferentes al respecto. En una encuesta que incluyó solo pacientes con enfermedad de Crohn (EC), se observó que el grupo francés consideraba con mayor probabilidad suspender la comboterapia frente al grupo estadounidense (69 vs. 48%, p<0,01)10.
El objetivo de esta revisión es evaluar la evidencia, planteando una estrategia de cuándo, cómo y en qué pacientes se podría reducir y/o suspender la terapia biológica y/o el IM, abarcando los riesgos de recaída asociados a esta decisión.
Rocío Sedano Muñoza,, Rodrigo Quera Pinob,c, Jaime Lubascher Correab,c, Gonzalo Pizarro Jofréb,c, Daniela Simian Marínb,d
a Servicio de Gastroenterología, Hospital Clínico de la Universidad de Chile, Santiago, Chile
b Programa Enfermedad Inflamatoria Intestinal, Clínica Las Condes, Santiago, Chile
c Departamento de Gastroenterología, Clínica Las Condes, Santiago, Chile
d Sub-Dirección Académica, Clínica Las Condes, Santiago, Chile
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