Existe la mejor opción para los pacientes con cáncer de cabeza y cuello que no pueden tomar cisplatino
- ComiteNetMD
- 6 de diciembre de 2024
- Oncología Médica, Otorrinolaringología
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26 de noviembre de 2024
El cisplatino es la quimioterapia de referencia para las personas que luchan contra los cánceres de cabeza y cuello, pero casi un tercio de los pacientes no pueden tolerar sus efectos secundarios y abandonan el medicamento.
Un nuevo ensayo ofrece resultados sorprendentes sobre el mejor fármaco de segunda línea para usar en estos casos.
El anticuerpo monoclonal cetuximab (Erbitux) fue más efectivo que un medicamento más nuevo, el medicamento inhibidor de puntos de control inmunitario durvalumab (Imfinzi), para combatir los tumores de cabeza y cuello, encontró el ensayo.
La diferencia en los resultados fue tan grande que los investigadores interrumpieron el ensayo antes de tiempo para que todos los pacientes pudieran cambiar a cetuximab.
“Nuestro estudio ayuda a reforzar que la radiación con cetuximab es una muy buena alternativa para los pacientes que no pueden obtener cisplatino estándar”, señaló el autor principal del estudio , el Dr. Loren Mell. Es profesor y vicepresidente de investigación clínica y traslacional en la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego.
Los hallazgos se publicaron en una edición reciente de la revista The Lancet Oncology.
Como anotaron los investigadores, los cánceres de cabeza y cuello son relativamente comunes, ocupando el séptimo lugar en todo el mundo en casos totales de cáncer. El tabaquismo, el consumo de alcohol y la infección por VPH son factores de riesgo para estos tumores, que pueden surgir en los tejidos de la boca, la nariz, los senos paranasales, las glándulas salivales, la garganta y la laringe.
Durante años, el cisplatino ha sido reconocido como el mejor tratamiento para estos cánceres. Sin embargo, sus efectos secundarios pueden ser tan difíciles que alrededor del 30% de los pacientes abandonan la quimioterapia.
Durante mucho tiempo se ha considerado que el cetuximab es una buena segunda opción, pero en los últimos años también se ha convertido en una opción terapéutica.
Muchos oncólogos han pensado que el durvalumab podría ser más seguro y eficaz que el cetuximab.
Al poner a prueba esa idea, el equipo de Mell (que incluía investigadores de dos docenas de otros centros oncológicos) enfrentó los dos medicamentos entre sí en un ensayo clínico en el que participaron 186 pacientes intolerantes al cisplatino con carcinomas avanzados de células escamosas de cabeza o cuello.
Todos los pacientes también recibieron radioterapia junto con su quimioterapia.
El resultado no fue la victoria para el durvalumab que muchos esperaban.
“Encontramos que la probabilidad de estar vivo y libre de enfermedad a los dos años era de aproximadamente un 64 por ciento para el cetuximab frente a un 51 por ciento para el durvalumab, lo que indica que no hay evidencias de un beneficio del durvalumab sobre el cetuximab”, señaló Mell en un comunicado de prensa de la UCSD. “Teníamos muchas razones para ser optimistas sobre durvalumab, pero resultó ser potencialmente peor que el estándar”.
El ensayo también encontró que el cetuximab fue eficaz independientemente de si el cáncer fue causado o no por la infección por el VPH.
Sin embargo, todavía existe la posibilidad de que durvalumab pueda ser la mejor opción para una pequeña minoría de pacientes.
Como explicaron los investigadores, los dos medicamentos funcionan de maneras muy distintas. El cetuximab se une a las proteínas de la superficie de las células cancerosas, frenando su crecimiento. Pero el durvalumab bloquea una proteína separada en la superficie de la célula, lo que hace que la célula sea mucho más vulnerable a la destrucción del sistema inmunitario.
Entonces, “hay algunas evidencias de que el durvalumab podría seguir teniendo un lugar en el tratamiento de un subconjunto muy específico de pacientes con tumores altamente inmunorreactivos”, según el comunicado de prensa de la UCSD.
Sin embargo, el cetuximab pareció ser el claro ganador en general, y el ensayo podría impulsar su uso como terapia de segunda línea para las personas que no pueden tomar cisplatino.
“Históricamente, este ha sido un grupo desatendido, por lo que nuestro ensayo buscó establecer una base de evidencia para esta población bastante única”, dijo Mell. Muchos pacientes que no pueden tolerar el cisplatino son de una edad avanzada y/o tienen otros problemas de salud, anotó.